Caroline Darian, hija de Gisele y Dominique Pelicot.

Caroline Darian, hija de Gisele y Dominique Pelicot. @mendorspas

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La nueva vida de Caroline, hija de Gisèle Pelicot: publica un libro, lucha contra la sumisión química y cambia de apellido

La sucesora de los Pelicot ha publicado 'Y dejé de llamarte papá', la obra en la que habla de su historia como hija de Gisèle y posible víctima de Dominique.

Más información: Gisèle Pelicot, víctima y heroína feminista: violación colectiva, juicio público y la convicción de ayudar a otras mujeres

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Caroline Peyronnet (46 años) era una mujer con una vida corriente hasta el 2 de noviembre de 2020, cuando recibió una llamada de su madre Gisèle advirtiéndola de que su padre estaba bajo custodia policial por acosar a mujeres. Aquella fue la conversación de la desgracia y, desde entonces, comenzó a hacerse llamar Caroline Darian y a ser conocida como la hija de un violador y de una víctima.

Su padre es Dominique Pelicot, quien drogó y promocionó a su esposa para que otros la violaran bajo la mirada de su infalible cámara. Su madre es Gisèle Pelicot, a quien forzaron unos 80 hombres porque así lo decidió su marido. Caroline, por su parte, es una de las grandes olvidadas de este caso: también fue grabada en la cama, pero no hay pruebas de que abusaran de ella, aunque asegure que sí lo hicieron.

Cómo no iba a cambiar su vida aquel 2 de noviembre. Desde ese otoño, ha dedicado todos sus esfuerzos a luchar contra la sumisión química, acompañar a las víctimas de violación y digerir su propia historia. Incluso ha creado una asociación para ello. Ahora, cuenta sus últimos años de vida en un libro: Y dejé de llamarte papá.

Su "dilema imposible"

Desde el día de ayer, 22 de enero de 2025, ya se puede leer en España la historia, contada en primera persona, de Caroline Darian. Y dejé de llamarte papá es el libro publicado por Seix Barral y Edicions 62 que explica "el dilema imposible de ser hija de la víctima y del agresor".

Portada del nuevo libro de Caroline Darian.

Portada del nuevo libro de Caroline Darian. E.P.

La rabia, vergüenza y "empatía" que siente por su padre, así como la gestión de sus sentimientos y la unión al resto de sus familiares, son algunos de los temas que trata en la publicación. De hecho, tanto se ha unido a su madre y sus hermanos que el pseudónimo 'Darian' se debe a una mezcla de los nombres de estos últimos: David y Florian.

La autora también guarda unas páginas para su madre, Gisèle, que ha sido un símbolo de valentía al dar la cara en un juicio público que se siguió en directo a lo largo y ancho de todo el planeta. Ahora, ambas luchan juntas para erradicar las violaciones sexuales bajo sumisión química y que "la vergüenza cambie de bando".

La medicina como arma

En el caso Pelicot, la madre de la familia fue sometida por Dominique a una mezcla de lorazepam y zolpidem, unas armas que, según ha dicho Caroline Darian, "están en el botiquín familiar". De hecho, al igual que esta, la mayoría de violaciones bajo sumisión química en Francia se realizan en círculos sociales cerrados y con medicamentos como ansiolíticos o somníferos.

Para sensibilizar sobre esta situación, Darian ha fundado la asociación #MendorsPas Stop Soumission Chimique, que significa 'No me duermas'. "¿Crees que fuiste víctima de sumisión química? Contacta rápidamente con el Centro de Referencia sobre Ataques con Sustancias", se puede leer en el inicio de su web.

De esta manera, ha pasado de estar al frente de la comunicación de una gran empresa a prevenir, divulgar, ayudar, acompañar a las víctimas y localizar a los violadores gracias a su caso. "Él sabía perfectamente lo que hacía y no está enfermo", asegura Caroline refiriéndose a Dominique. "Es un hombre peligroso y no hay manera de que pueda salir de la cárcel".

La víctima invisible

Tan peligroso le considera Darian que afirma estar segura de que Dominique también la ha violado a ella. "Recuerdo que grité, lloré, e incluso lo insulté", ha explicado en una entrevista a la BBC, cuando comentaba el momento en el que se enteró de los delitos cometidos por su padre.

Fotografía de Caroline Darian durante una de las sesiones judiciales de Aviñón.

Fotografía de Caroline Darian durante una de las sesiones judiciales de Aviñón. Gtres

También ha afirmado que es "la gran olvidada del caso Pelicot", pues en los discos duros en los que Dominique guardaba los vídeos de su madre también había imágenes suyas: las autoridades encontraron dos fotografías de Darian tumbada en la cama y dormida (o inconsciente), con una camiseta y en ropa interior.

Finalmente, Dominique fue condenado a 20 años de prisión, acusado de violación agravada, sumisión química, grabación de imágenes sexuales y posesión de material pornográfico. Por su parte, los otros 50 implicados se declararon culpables.