Belén Rodríguez (dcha.) junto a la ceramista Elsa Mateo (izq.).

Belén Rodríguez (dcha.) junto a la ceramista Elsa Mateo (izq.).

Protagonistas

La financiera que dejó todo para dedicarse al arte tras superar un cáncer y conseguir adoptar

Belén Rodríguez nos cuenta como renunció al mundo "corporate" para convertise en "embajadora del arte y la artesanía de España".

26 mayo, 2023 02:15

Belén Rodríguez había trabajado toda su vida en el sector financiero, pero, tras superar un cáncer, se planteó cómo quería disfrutar de la segunda oportunidad que le estaba dando la vida.

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La decisión la tomó cuando, tras cinco años de intentos junto a su marido, le llegó la esperada noticia de que un niño le esperaba en Hungría

La vallisoletana (1968) estudió Administración de Empresas y en cuarto de carrera consiguió una beca para trabajar en Tabacalera, así que con 21 años se mudó a Madrid. Desde 2008 vive en los Países Bajos, en los alrededores de Ámsterdam, y desde allí conversa con magasIN sobre su trayectoria y el giro que ha dado a su vida. 

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Financiera en empresas de entretenimiento

Desde que llegó a Madrid, Belén Rodríguez siempre trabajó en departamentos financieros de compañías estadounidenses de entretenimiento (Paramount, Universal y Twenty Century Fox). Aunque su última etapa antes de cambiar su vida la pasó en una empresa de tecnología médica. 

"Tuve la suerte de vivir la época del apogeo del entretenimiento. Aprendí mucho, trabajé mucho y conocí gente estupenda", dice. Continúa explicando que cuando empezó la crisis del sector, Paramount decidió crear un Centro Europeo de Servicios Financieros en Ámsterdam y le ofrecieron la posibilidad de formar parte del equipo que lo puso en marcha. 

"Con un miedo horrible, un nivel de inglés básico y después de algunas lágrimas, acepté la oferta. En principio era por un año y pensé que muy mal se me tenía que dar para no aguantar ese periodo. Al final estuve dos años y medio y fueron los mejores de mi vida. Pasé un par de meses en Londres, cuatro meses en Milán y el resto en Ámsterdam", recuerda. 

Cuando el proyecto terminó, volvió a Madrid y comenzó a trabajar en Twenty Century Fox. "Cada año volvía a Ámsterdam para celebrar la fiesta nacional y ver a mis excompañeros y amigos. En una de esas visitas conocí al que hoy es mi marido. Durante un año y medio estuvimos viajando una vez al mes para vernos hasta que un día mi jefe de España, que estaba al corriente de mi relación, me comentó que se quedaba una vacante en Ámsterdam para la posición que ocupaba en Madrid. Fue una decisión difícil, pero acepté y me vine, esta vez por amor", cuenta. 

Allí siguió trabajando en finanzas para Fox Benlux y después en Hillrom Europe. 

Replantearse su carrera 

Sin embargo, varios factores le hicieron replantearse su carrera. "Por un lado, los profesionales. Lo que más me gustaba de las empresas en las que he trabajado era que, a pesar de ser multinacionales, tenían un tamaño ideal para permitirme tener visibilidad sobre toda la empresa. Era muy enriquecedor", dice. 

Y continúa: "Por desgracia, pasé por dos reestructuraciones. Tuve que aceptar que las empresas en las que había trabajado durante muchos años, dándolo todo, porque no sé hacerlo de otra manera, y en las que había recibido múltiples reconocimientos, llegado el momento de despedirnos, lo hiciera de forma muy poco humana y muy poco profesional". 

Pero, sin duda, el factor más importante que le hizo replantearse su carrera fue personal. "Hace cinco años me detectaron un cáncer. Por suerte, fue poco tiempo y ya estoy recuperada. En ese momento me di cuenta de lo afortunada que había sido, tenía una segunda oportunidad para vivir una nueva vida y pensé que no quería vivirla como la primera, con jornadas infinitas de trabajo", cuenta. 

Ella quería hacer otra cosa, pero no sabía qué. Además, confiesa que le daba "pánico" salir de la zona de confort

La decisión la tomó un día que recibió una orden de "corporate": "Sentía que tiraba por la borda el trabajo que todo el equipo había sacado adelante con mucha profesionalidad y esfuerzo. Ese día vi claro que no quería volver a trabajar para una empresa que cotiza en bolsa en Estados Unidos. Al día siguiente fui a hablar con recursos humanos". 

Volvió unos días a España y allí recibió la llamada "más importante" de su vida y que llevaba esperando casi cinco años con su marido: "Un niño nos esperaba en Hungría para ser adoptado". Fue en ese momento cuando sintió que todo pasa por algo y se afirmó en que su segunda vida la iba a vivir de otra manera, "haciendo algo que me hiciera feliz y me permitiera disfrutar de mi familia y mi vida". 

Belma Craft & Art

Entonces nació Belma Craft & Art, que pronto verá la luz. Ella quería hacer algo que le acercara a España. Durante sus estancias fuera se había aficionado a visitar ateliers, exposiciones y pequeñas tiendas donde vendían piezas artísticas originales. 

"Disfrutaba mucho en ello, así que también en mis vacaciones en España comencé a buscar ateliers y cuando la maleta me lo permitía traía algunas piezas a Países Bajos", dice. Allí percibió el interés de muchos holandeses por España, por la moda y el diseño español. "Nuestra ropa y complementos no pasan desapercibidos", señala. 

Por ello, Belma Craft & Art surge de la combinación de su fascinación por la creatividad artística, querer sentirse más cerca de España, su gusto por la diferenciación y el interés que percibe en Países Bajos por el estilo y diseño español. 

La compañía es un pequeño atelier online mediante el que los residentes en Países Bajos pueden adquirir artesanía y obras de arte 'made in Spain'. "Piezas de alta calidad y, en muchos casos, obras únicas que hasta ahora no estaban disponibles en Países Bajos. Son piezas que puedes lucir en tu día a día, disfrutar de ellas en tu hogar o convertirlas en regalos muy especiales con un toque de originalidad, calidez y estilo español". 

En un futuro, le gustaría poder convertirlo en un atelier físico. Actualmente, las piezas que ofrece son bajo pedido en su mayoría, lo que facilita la personalización, exclusividad y además reducir el stock y el consumo innecesario de materiales. 

Desde Belma Craft & Art Rodríguez busca dar a conocer también a los artistas y artesanos que están detrás de cada pieza: "Estoy convencida de que cuando conoces a quién ha hecho la pieza, puedes ver el taller donde se realiza y el proceso de diseño o creación, el valor de la pieza se multiplica. Además, se crea un vínculo muy especial entre el creador y la persona que adquiera la pieza."

Apostar por el arte español

Belén Rodríguez comienza el proyecto trabajando con ocho artistas españoles de diversas disciplinas: Margaret de Arcos y Ana y Francis (textil, hogar y moda), Ángela Mena (pintura), Yano Yoro (pintura), Neka (arte en papel), Mouette (cerámica y joyería), D-Raíz (complementos) y Belén Bajo (joyería). 

"He podido tocar sus piezas, escuchar qué les inspira, disfrutar en vivo con su talento, verles trabajar y sentir cuánto cariño ponen en cada obra. La calidad humana y artística de todos ellos es fascinante, como también sus obras, influenciadas por la riqueza de paisajes y la diversidad cultural de nuestro país", comenta. 

Rodríguez está convencida de que las obras 'made in Spain' pueden contribuir a dar un toque de calidez y color a los Países Bajos. Además, "trabajar con artistas españoles me hace sentir cerca de casa". 

A ella le encantaría sentirse como una "embajadora del arte y artesanía de España en Países Bajos", con humildad. "Quiero dar a conocer a los artistas, sus talleres, sus creaciones, los materiales que utilizan, recomendar a mis clientes o seguidores en redes sociales que visiten a los artistas cuando viaje por España… En el blog de la web publicaré entrevistas a los creadores". 

En una segunda etapa, le gustaría ofrecer experiencias artísticas/artesanas en España: "Poder acompañar a un grupo de clientes para visitar alguno de los talleres de los creadores y que los clientes, además, puedan aprender la técnica del artista, hacer un curso de fin de semana, por ejemplo. Por supuesto, incluiría visitas a lugares emblemáticos y disfrutaríamos de la gastronomía y los vinos, convirtiéndolo todo en una maravillosa experiencia".

Una vez que tanto sus redes como la web estén operativas, Rodríguez quiere mostrar "piezas de nuestros artistas y artesanos en exposiciones y ferias que tengan lugar en Países Bajos y poder poner en contacto a artistas, artesanos y diseñadores españoles con proyectos de interiorismo holandés. En definitiva, dar visibilidad a las maravillas que nuestros artistas diseñan y crean para que nuestra vida sea más bonita". 

Belén Rodríguez insiste en que tenemos unos maravillosos artistas en España que crean piezas para que nos podamos rodear de belleza y hacen que nuestro día sea mucho más bonito y agradable.