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Todos hemos tenido alguna vez productos de Electrolux en nuestra casa. Esa mítica marca de electrodomésticos sueca tiene más de 100 años y se asentó en España hace ya muchas décadas. Aunque sea de oídas, todos la conocemos. Pero no solo la empresa ha hecho historia con su centenario, la española Escarlata Loncán (Madrid, 1963) también, al convertirse en la primera directora general del grupo en España y Portugal hace tan solo un año. 

Escarlata, además de ser la única mujer directora general de Electrolux, es un caso extraño en el sector de los electrodomésticos. Solo Teka cuenta con otra mujer al frente del grupo. Pero romper paredes o techos de cristal no es algo nuevo para Escarlata. En todas las empresas por las que ha pasado ha llegado a asumir importantes puestos de dirección, fuese cual fuese el sector: cine, videojuegos, tecnología...

Ella lo achaca a su pasión por el trabajo, su esfuerzo y, también, a su desparpajo que deja salir en cuanto piso la sede de Electrolux en Madrid. "Me enrollo como las persianas porque normalmente a mí me hacen preguntas y no sé ni que contestar", bromea durante la entrevista.

Aunque estudió Filología Inglesa por la UNED, Escarlata nunca ha hecho uso de su carrera, más allá de perfeccionar su nivel en ese idioma. Lo que ha hecho han sido cientos de cursos de liderazgo, marketing, publicidad y, por supuesto, aprender trabajando. "Yo terminé de estudiar y en ese momento se estaban separando mis padres, así que dije me puse a trabajar. Empecé en RCA Columbia y como yo siempre he hablado muy bien inglés me cogieron realmente por el idioma, en el departamento de publicidad. Mientras, me apunté a la universidad por tener un título, mejorar la gramática y demás". 

En esa época en la que aún no nos había invadido la 'titulitis' Escarlata tuvo la oportunidad de aprender lo que era el mundo de la publicidad antes incluso de haber entrado en la universidad. "Yo estoy encantada y además, te digo una cosa, hoy en día creo que se nos ha quitado un poco la titulitis. Ha habido unos años que todo el mundo tenía que ser licenciado y es que yo creo que he aprendido mucho más trabajando que la universidad". 

Después de pasar por RCA Columbia se incorporó a Nintendo en 1990 y llegó a dirigir el departamento de Marketing de España encargándose, ante la sorpresa de los japoneses, de lanzamientos tan importantes como el Club Nintendo o la game boy Super-Nintendo. "Entonces no había ninguna directora en Europa. Además, Nintendo es una compañía muy japonesa. Yo llegaba y se creían que era la mujer de alguno de los directores". Pese a la extrañeza en el país del sol naciente por la presencia de Escarlata, siempre la trataron igual que al resto. "Además, empecé a aprender japonés y ya me adoraban". 

Liderazgo diferente

Pasó cinco años en la empresa de videojuegos y llegó a dirigir en su departamento a casi 200 personas, algo que, admite, a veces le sobrepasó por ser la primera vez que lideraba un equipo. "Yo tenía un equipo enorme de gente muy buena y lo pasábamos bien, pero es verdad que perdía los estribos con mucha facilidad. Me cabreaba y es verdad que yo tenía 25 años. Hasta contraté a un coach para que me ayudara a controlar mi carácter, pero es que de creo que tenía demasiadas cosas demasiado joven".

Escarlata (a la izquierda) durante una reunión en el showroom de Electrolux en Madrid.

Escarlata (a la izquierda) durante una reunión en el showroom de Electrolux en Madrid.

Y es que Escarlata nunca ha intentado ejercer un liderazgo duro que muchas veces adoptan las mujeres para hacerse respetar, su propósito es ser ella misma y ayudar a sus equipos y a la empresa a crecer y ser mejor. "Creo que muchas veces ese liderazgo tan agresivo que ejercen algunas mujeres es porque se sienten inseguras, porque si yo me paro a analizar y decir solamente un motivo por el que a veces me cabreaba tanto era ese. Pero puedes ser súper femenina, llevar las uñas pintadas, teñirte el pelo y ponerte rímel y tacones y ser la tía más eficaz. No tienes por qué ser agresiva ni emular a un tío".

Incluso puede ser positivo cambiar el modelo de liderazgo tradicional. Porque Escarlata ha aprendido de todos sus jefes, pero de algunos ha sido lo que no hacer. "Yo por ejemplo pensaba: cuando decida el horario de mi gente, se irán todos a las seis a casa. Porque los señores que deciden los horarios se van a comer durante tres horas y luego llegan por la tarde y dicen: 'Si llego a casa, me van a lanzar a los niños para que los bañe, haga los deberes, o me van a poner a cocinar...'. Así que ponen una reunión a las siete. Ese es el liderazgo que siempre hemos conocido, pero es que la gente tiene una vida. Creo que las mujeres hemos aprendido de ese liderazgo lo que no hacer, y actuamos mejor en ese sentido".

Después de Nintendo le llegó la oportunidad de dirigir una empresa y montar la sede de cero en España. Era nada más y nada menos que Dyson. Por entonces pocos conocían esa marca en nuestro país, pero durante 20 años ella se encargó de hacerla visible y posicionarla en el mercado, y está claro que lo hizo muy bien. 

"Se portaron muy bien. James Dyson es un tío súper generoso y al final he pasado 20 años allí y es que del equipo no se iba nadie. Hemos estado muy a gusto, hemos trabajado mucho, pero lo hemos hecho divertido. Cuando yo llegué a este mundo tan glamuroso de los electrodomésticos era como un poco gris, todo señores con corbata... Pero le dimos un poquito de vidilla a la cosa".

Electrolux en pandemia 

Tras un periodo de cambio en una agencia de asesoría y headhunting más "relajado", Escarlata decidió volver al ruedo de la alta dirección para hacer lo que más le gusta en estos últimos años laborales que le quedan. "Yo he cumplido 58 años en marzo, estoy en la última etapa de mi carrera por mucho que yo quiera. Un día me preguntó una chica: 'Has estado 20 años en Dyson, ¿vas a estar 20 años en Electrolux? Y es como hombre, me encantaría, pero dentro de 20 años voy a estar como para que me arrastren con la silla. Ya me veo como si tuviera 30 años, pero no los tengo". 

Sorprende ver lo bien que habla de todas las empresas por las que ha pasado y lo cómoda que se ha sentido siempre en cada una de ellas, pese a haber estado durante muchos años rodeada solo de hombres y haber vivido una época en la que hasta quedarse embaraza podía suponer un problema. "Ahora la vida es completamente diferente, pero hace 22 o 23 no te contrataba embarazada ni Blas", admite.

Pero ella se las ingenió para criar a sus tres hijos mientras dirigía grandes empresas. Todo ello con ayuda y, por supuesto, dedicándoles el poco tiempo libre que le quedaba. "Durante años para mí ha sido mi trabajo y solamente los niños porque no me daba para más la vida".

La conciliación y ser de las pocas mujeres en los sectores por los que ha pasado no impidieron que Escarlata hubiese podido ascender más si quería pero, de nuevo, decidió anteponer a su familia y a esos hijos "ideales" a los que tanto alaba durante nuestra conversación.

"A mí en todos los sitios en los que he estado me han tratado fenomenal, nunca me han puesto una pega. No he visto que me hayan cerrado ninguna puerta por ser mujer, al contrario, me han ofrecido muchas cosas que a veces no he cogido y me he puesto yo más el freno cuando mis niños eran pequeños. Por ejemplo, en Dyson me ofrecieron cosas a nivel europeo pero los niños tenían la típica edad que dices qué faena si les saco ahora del colegio... Me considero una afortunada".

Es curioso que pese a que todos usamos electrodomésticos diariamente, pocas veces les prestamos atención. Tras su llegada a Electrolux, Escarlata confiesa haberse enamorado más de estos aparatos tan necesarios en nuestro día a día. "Yo conozco AEG y Electrolux de toda la vida, pero es verdad que no lo tenía claro porque al final los electrodomésticos... Tampoco te haces una experta, solo cuando de repente tienes que cambiar tu cocina o se te rompe la lavadora un viernes. Aquí tenemos un el departamento de Producto y es que cuando conocí todos los productos decía 'pero bueno, esto es la pera'". 

Escarlata a veces organiza clases de cocina a la que pueden acudir empleados, en el showroom de Electrolux.

Escarlata a veces organiza clases de cocina a la que pueden acudir empleados, en el showroom de Electrolux.

Escarlata se ha enamorado del mundo de los electrodomésticos al entrar en Electrolux, pero, con la pandemia, son muchas las personas que también se han dado cuenta de la importancia de tener buenos productos en casa.

"Con la pandemia hubo mucha venta online. La gente estaba en casa y al final la han redescubierto. Muchísimas personas las han renovado, así que nuestro sector se ha beneficiado muchísimo. Ahora ya estamos en niveles más normales pero creo que son costumbres que se van a quedar porque ya no vas a estar haciendo 5 kg de pan al día, pero si has aprendido a hacer cinco platos pues a lo mejor los haces el fin de semana o te apetece que vengan más a cenar amigos a casa".

Valores corporativos

Además de sus productos, también elogia a sus compañeros y jefes pero, sobre todo, los valores de la empresa. "Electrolux es una empresa muy abierta. Tú piensa que me han contratado siendo mujer, con 57 años y en plena pandemia; eso ya te indica cómo es la compañía". Pero sin duda el factor que Escarlata más abandera dentro de Electrolux es su preocupación por el medio ambiente y la misión de "hacer la vida más fácil".

"Aquí cuidamos de verdad a la gente. Cuando hablamos de sostenibilidad no lo hacemos porque esté de moda, Electrolux tiene iniciativas muy importantes. Creo que la tecnología tiene que ser accesible y hacer la vida más sencilla. Sinceramente, un teléfono que tenga una cámara de ocho objetivos y mil funciones que no voy a usar en mi vida, no me sirve de nada. Lo que sí que me hace la vida más fácil es que una lavadora tenga más carga y pueda poner una en vez de dos; que tarde menos en cocinar y no desperdicie comida porque tengo una manera de guardarla... En fin, para mí eso es un poco la sostenibilidad y eso es en lo que invierte Electrolux".

"Me gusta porque también es importante compartir los valores con la empresa en la que estás. Además, yo tengo además tres millennials en casa y es verdad que ellos, por ejemplo, nunca comprarían productos de alguna compañía de la que no les guste su trayectoria. En ese sentido los jóvenes nos habéis enseñado que cuando te compras algo hay mucho detrás. Es importante que sea una empresa que de verdad cuide a su gente, el planeta y que tenga una ética".