Lena Headey interpretando a Gorgo en la película 300: el origen de un imperio.

Lena Headey interpretando a Gorgo en la película 300: el origen de un imperio. Cedida

Magas-Mujeres en la Historia

Gorgo, la espartana de 'sangre azul' que salvó a su pueblo de la invasión y cuya historia fue escrita por Heródoto

Hija, esposa y madre de reyes, consiguió lo que ninguna mujer de su época: estar presente en la política de su reino.

Más información: Periodista a los 15 años y candidata al Nobel: la precoz carrera de Sofía Casanova, la mujer que entrevistó a Trotski

Publicada

Las mujeres de la antigüedad debían hacer el doble que los hombres para poder ser recogidas en los escritos de sus contemporáneos. Gorgo fue una de esas mujeres. Aunque a ella solo le hizo falta ser ella misma y llevar sus ideas hasta el final.

No era una espartana más, ya que la sangre azul corría por sus venas. Fue hija, esposa y madre de reyes. Su edad se desconoce, puesto que, aunque exista un abanico entre los años 518-508 a.C. en el que podría haber nacido, no se sabe con exactitud cuál fue su año de nacimiento.

Recibió una educación minuciosa y completa; tomó clases de danza, lectura, escritura, música, poesía... Su padre, el rey Cleómenes de la dinastía de los Agíadas, tuvo un reinado que se proyectó en la infancia de la pequeña Gorgo; una con más oscuros que claros.

Desde una edad muy temprana, los cronistas ya recogen situaciones en las que la joven princesa aconsejaba a su progenitor en los asuntos de gobierno, y en muchas ocasiones tomaba influencia en las decisiones finales.

Cuando apenas tenía ocho o nueve años, la pequeña estaba presente en una reunión que este tuvo con Aristágoras. Viendo que le estaba sobornando, le dijo: “Padre, tu visitante va a corromperte si no te levantas y te vas”. El rey acabó en ese momento la conversación con él.

No tenía hermanos, pero eso no la convertía en la heredera total del título de su padre. Debía elegir muy bien con quién se casaba, pues él sería el futuro rey de Esparta. Aunque ella como espartana no podía heredar todo lo de su familia, sí que podía pasarlo a su hijo.

Se casó con su tío, Leónidas, cuando ella tenía alrededor de unos 20 años. De dicho matrimonio nació Plistarco, su único hijo y el que en un futuro se convertiría en monarca.

El respeto hacia ella era notable. Le hacían caso en los consejos que suministraba a los que formaban parte del consejo, participaba en las reuniones del basileo y, algo inimaginable en aquellos tiempos: tomaba medidas importantes y compartía funciones con el rey, su marido.

Era una mujer rápida y despierta, curiosa y resolutiva, pero sobre todo, inteligente. A modo de anécdota, el reino de Gorgo se encontraba en plena guerra contra los persas cuando, para avisar de lo que iba a hacer el enemigo, les llegó una tabla de madera.

A primera vista estaba dibujada en blanco la que se suponía que debía recoger los planes del enemigo. Ninguno de los allí presentes entendía esa tabla, pero por la cabeza de Gorgo pasó una idea cuya ejecución fue decisiva.

Se le ocurrió tirar de la primera capa de cera puesta sobre la tablilla. Debajo de ella estaban todos los escritos sobre la estrategia que los persas tenían en contra del reino.

El marido y tío de Gorgo se inmoló y ella no pudo hacer nada para evitarlo. Alrededor de esta muerte hay cientos de fábulas sobre lo que realmente pasó. Tras esto, y hasta que el único hijo del matrimonio cumplió la mayoría de edad, ella se ocupó de su cargo como reina regente acompañada de un hombre.

En primer lugar, fue su tío y cuñado Cleómbroto; y en segundo y último lugar, su primo y sobrino Pausanias, hijo de Cleómbroto. No existen certezas de si tuvo un segundo matrimonio o más descendencia.

Tampoco se tiene constancia de cuándo murió, pero lo que sí sabemos es que pasó a la historia como una de las únicas mujeres que tuvo un papel activo en la política griega de aquellos tiempos y en ser una de las pocas cuyo nombre recogió el gran Heródoto en sus Nueve libros de la Historia.

Ha sido representada en la película Los 300 Espartanos (1962) y en las películas 300 (2006) y 300: El origen de un Imperio (2014).