George Clooney y su mansión del siglo XVIII.

George Clooney y su mansión del siglo XVIII.

Interiorismo

George Clooney (63) vive en una bonita mansión del siglo XVIII: “Conduzco un tractor y tengo una vida normal”

Con 63 años, su vida en familia está en una finca rural en la Provenza francesa. Allí supervisa el campo y disfruta de una rutina sencilla.

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Durante décadas, George Clooney fue sinónimo de alfombras rojas, sets cinematográficos y vida glamurosa. Pero ahora, con 63 años, su vida en familia está en una finca rural en la Provenza francesa. Allí conduce un tractor, supervisa el campo y disfruta de una rutina sencilla que siempre vio lejana.

Este giro inesperado ha captado la atención de los medios: en entrevistas recientes admite que aquella vida sofisticada le resultaba ajena y que esta granja le da esa sensación cotidiana que añoraba. Su casa en Francia no es un retiro lujoso sin vida real: es un proyecto de vuelta a lo esencial.

Lo que a muchos les suena anecdótico es para Clooney una aspiración cumplida: "Es la mejor oportunidad para tener una vida normal", dijo en varias ocasiones con una mezcla de sinceridad y alivio. Y esa transformación vale más que cualquier película.

George y Amal Clooney compraron en 2021 una masía provenzal del siglo XVIII, ubicada en Brignoles, sur de Francia, que abarca cerca de 172 hectáreas. En ella hay un viñedo, así como un olivar, un lago, jardines y mucho bosque.

Dentro de esta magnitud, la pareja busca crear un entorno donde sus mellizos, Ella y Alexander, crezcan lo más alejados posible del ruido mediático de Los Ángeles. Clooney sostiene que allí "a la gente le da igual la fama".

Aunque no es una granja rústica sin comodidades, el actor ha adoptado tareas agrícolas: en entrevistas recientes confesó que conducte el tractor él mismo y cuida algunas labores del terreno.

Ese reencuentro con lo rural no le resulta extraño: creció en Kentucky, y aunque de joven quiso huir de ese estilo de vida, ahora lo abraza con gusto y serenidad.

En consecuencia, George ha manifestado que decidió dejar Hollywood no por abandonar la fama, sino para proteger a sus hijos del escrutinio constante. Afirma que criarlos entre paparazzis y cultura de celebrities le parecía "injusto".

En la granja, los niños pueden cenar con los adultos, ayudar en tareas sencillas y vivir sin pantallas, una propuesta casi anacrónica en tiempos digitales.

La casa de campo de George Clooney.

La casa de campo de George Clooney. Gtres

Decir que conduce un tractor no es un capricho dramático: es parte de la reconexión con prácticas humildes que le proporcionan paz. Esa vida física, vinculada al suelo, calma lo que el cine no puede.

Para él, esta frase es la concreción de un anhelo profundo: desplegarse en lo cotidiano en lugar de perderse en el espectáculo. La fama se queda atrás, y lo esencial resurge.

La finca de George Clooney.

La finca de George Clooney. Gtres

Mudarse a la Provenza trae ajustes: clima rural, mantenimiento de terrenos y equilibrio entre privacidad y servicios. Clooney no ignora que no es una vida sencilla, pero la elige por su autenticidad.

La masía combina espacios amplios con zonas sensibles: casas de invitados, viñedos, instalaciones deportivas y áreas de ocio. Esa mezcla exige gestión constante. Además, mantener las conexiones con el cine, sus causas sociales y la vida pública le obliga a viajar, lo que exige transiciones entre su realidad rural y la exigencia artística.

Sin embargo, al final, lo que define esta decisión es su voluntad de experimentar una existencia más humana. Clooney ya no busca papeles icónicos ni trofeos de reconocimiento: quiere despertarse con el canto de los pájaros y no con flashes de cámaras.

El propio Clooney ha reconocido que esta etapa representa una especie de "cura de realidad". "Aquí conduzco el tractor, limpio hojas y paso días enteros sin mirar el móvil", confesó entre risas en una entrevista

Lejos de los rodajes y de las alfombras rojas, el actor se siente más libre: "Por primera vez en mucho tiempo, no tengo que ser nadie más que yo mismo". En consecuencia, la simplicidad del campo le ha devuelto una rutina sin filtros, donde lo extraordinario se mide en pequeños gestos de cuidar la tierra.

Clooney asegura que este tipo de paz "vale más que cualquier éxito cinematográfico". Además, no es casualidad que eligiera la Provenza francesa. Esta región del sur de Francia lleva década siendo un refugio de artistas, escritores y cineastas que buscan desconexión sin renunciar a la belleza.

Sin embargo, el actor le ha dado un giro más íntimo: su casa no es un símbolo de ostentación, sino un hogar funcional. "Mi vida está aquí, entre Amal, mis hijos y la naturaleza", asegura. Y aunque Hollywood siempre lo reclamará, parece claro que su corazón late ahora al ritmo de la Provenza.