Mariló Montero y su despacho.

Mariló Montero y su despacho.

Interiorismo

La elegante casa de Mariló Montero (60) en Madrid: “Tiene un precioso despacho donde poder pensar y escribir”

La casa de Mariló Montero refleja su sensibilidad y su personalidad. Cada elemento ha sido pensado para que habitarla sea una experiencia acogedora.

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Mariló Montero (60 años) ha transformado su casa de Madrid en un lugar repleto de personalidad y elegancia. Como lo describe El Mueble, su casa está llena de luz, encanto y rasgos que la caracterizan.

La presentadora se describe a misma como una mujer de gusto exquisito, y eso puede notarse en cada parte de su hogar, desde los colores seleccionados hasta los muebles. Para ella, Madrid no es únicamente un sitio de residencia; también es un espacio que inspira y donde se puede crear. Su hogar es espléndido por armonía, no por ostentación.

Su empleo de madera natural como elemento estético que proporciona calidez es uno de los aspectos más atractivos. La casa combina elementos modernos y rústicos, logrando una armonía que resulta elegante y a la vez acogedora.

Mariló Monter en su despacho.

Mariló Monter en su despacho. Redes sociales

Además, en el salón destaca un suelo de parquet bien cuidado, gran mesa central y estanterías con fotografías que narran su vida. Igualmente, los colores claros predominan: blancos, cremas y tonos neutros que amplían visualmente las estancias.

Asimismo, para darle carácter, introduce detalles más oscuros, como cortinas vino en el dormitorio principal, que aportan contraste sin romper la serenidad. Las habitaciones destacan por su luminosidad, gracias también a ventanales amplios que inundan la casa de luz natural.

Mariló Montero en su casa.

Mariló Montero en su casa. Redes sociales

Uno de los guiños decorativos más encantadores es el uso de papel pintado floral, especialmente en el dormitorio, rememorando su origen andaluz. Este recurso imprime calidez y permite una personalización muy marcada sin recargar visualmente el espacio.

En el corazón de su casa está ese precioso despacho donde pensar y escribir, como ella misma lo define. En ese rincón, Mariló dedica tiempo a preparar cada intervención pública. Allí encontramos una gran mesa de madera, un ordenador, teclado, bolígrafos y cuadernos dispuestos con esmero.

Mariló Montero en su casa.

Mariló Montero en su casa. Redes sociales

Una librería abarrotada de libros, recuerdos e incluso una impresora preside una de las paredes, recordando que es también un espacio de estudio y creación. Un ventanal amplio aporta luz natural, fundamental para la concentración y el bienestar interior.

Además, como detalle de carácter, hay un sillón de piel color verde botella, elegante y cómodo, ideal para largas horas de trabajo.

Este despacho no está aislado: tiene acceso directo al salón, lo que permite moverse con fluidez entre ambos espacios. Así, el espacio de trabajo no se siente relegado, sino parte integral del hogar.

La casa de Mariló Montero no es una vivienda más; es una expresión de su personalidad y sensibilidad. Cada elemento, desde la elección de materiales hasta la distribución de estancias, ha sido pensado para que habitarla sea una experiencia acogedora y estimulante.

Mariló Montero en su casa.

Mariló Montero en su casa. Redes sociales

Aunque algunos detalles han sido compartidos públicamente, la esencia más íntima permanece resguardada. Lo cierto es que ese despacho magnífico resume lo que ella busca: un refugio donde el pensamiento fluya libremente, apoyado por la luz, el orden, los objetos queridos y un ambiente envolvente que inspire.

El hogar de Mariló Montero no solo refleja su buen gusto, también su manera de vivir. La periodista busca espacios que le permitan desconectar, leer o compartir momentos con sus seres queridos. Su casa se convierte así en un refugio personal, donde la comodidad se une al diseño.

La vivienda está distribuida en varias plantas, lo que permite separar los ambientes de ocio, descanso y trabajo. Esta organización otorga fluidez y hace que cada estancia tenga una función muy clara. El resultado es un hogar práctico, elegante y lleno de personalidad.

El salón es uno de los espacios más destacados. Allí, Mariló apuesta por una decoración cálida y acogedora, con sofás amplios, alfombras mullidas y una mesa de centro de gran tamaño. Todo pensado para recibir invitados o disfrutar de un café en soledad.

La iluminación juega un papel clave. Lámparas de pie y apliques discretos aportan una luz indirecta que crea ambiente durante la noche, mientras que de día la estancia se llena de claridad gracias a grandes ventanales. La sensación es de paz y amplitud.

Lo que hace especial la casa de Mariló son los pequeños detalles. Fotografías familiares, recuerdos de viajes y piezas decorativas con historia completan las estancias. Cada elemento tiene un significado, y eso convierte a su vivienda en un espacio auténtico.

La casa de Mariló Montero en Madrid ha sido fuente de inspiración para numerosos aficionados a la decoración. Su manera de combinar funcionalidad y estética evidencia que no es preciso optar por el exceso para conseguir una vivienda elegante. La comodidad y la naturalidad son las que predominan en todos los rincones.

En definitiva, es un lugar cuidado al detalle, con un despacho lleno de carácter, dormitorios acogedores y áreas compartidas donde se respira paz. Un retrato nítido de la personalidad de la periodista, que es sensible, cercana y tiene un enfoque estético bien definido.