Una joven propietaria recupera su casa okupada.

Una joven propietaria recupera su casa okupada. Imagen generada con IA

Estilo de vida

Una propietaria recupera su casa tras 12 años okupada por una familia con 2 menores: "Estoy arruinada y amenazada"

La tasa de okupación en España aumentó el pasado año hasta un 7,4%, con más de 16.400 viviendas okupadas.

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La Ley Orgánica 1/2025 busca agilizar, a través de juicios exprés, los desalojos en casas okupadas ilegalmente. Sin embargo, a días de terminar el año, en España hay 23.010 viviendas habitadas por okupas.

Se trata de un problema cada vez más extendido y por el que los españoles sienten auténtica preocupación, como es el caso de la propietaria de una vivienda de Castilleja de la Cuesta, en Sevilla.

Su casa ha estado sometida a una okupación ilegal durante 12 años, una cifra que retrata el drama humano y social que se vive en miles de hogares españoles por el fenómeno de las okupaciones ilegales.

La historia arranca con una familia que, tras perder su hogar por problemas económicos, dejó la vivienda en manos de quienes nunca pagaron alquiler ni suministros. Esta situación, lejos de ser un caso aislado, se replica con cifras alarmantes en toda España.

La dueña actual, mujer joven y trabajadora, adquirió el piso a un banco hace tres años y medio, guiada por el atractivo de un precio bajo y la esperanza de empezar de nuevo. "Era lo que yo podía pagar", relata la propietaria.

Sin embargo, el sueño de tener un hogar se convirtió en un calvario cuando, tras la compra, comprobó que el piso continuaba okupado y que la resolución no era, ni mucho menos, cuestión de meses, como declaraba a Ok Diario.

Más de 3 años de lucha

La cifra de 3,5 años resume la batalla que la propietaria ha librado desde la compra del inmueble. Le prometieron que todo se solucionaría en apenas dos meses, pero la realidad le deparó una tortuosa espera salpicada de amenazas, denuncias y una inestabilidad emocional casi devastadora.

"Yo económicamente estoy arruinada. Mi vida me la han destrozado", afirma ante las cámaras, rodeada de amigas que han sido su único apoyo en este proceso.

Durante estos años, los okupas han seguido con sus vidas, con la luz y el agua enganchada de forma ilegal, viviendo en condiciones lamentables junto a sus dos hijas menores.

La dueña no ha podido recuperar ni el acceso ni la tranquilidad, siempre bajo el temor de represalias y amenazas de quienes consideran que la propietaria les está quitando "el chollo" de 12 años de residencia gratuita.

El drama social

En este drama, las mujeres han estado en primera línea: la propietaria y las niñas que vivían en la casa okupada, expuestas a la inseguridad y a las condiciones insalubres. Los Servicios Sociales han intervenido en varias ocasiones, alertados por el estado de la vivienda y la situación de los menores.

Este caso evidencia la feminización de la vulnerabilidad en los procesos de okupación y desahucio, donde madres solteras, abuelas y mujeres solas son protagonistas y, a veces, víctimas colaterales.

Propietaria recupera su casa okupada.

Según datos del Ministerio de Igualdad, el 64% de las denuncias por okupación afecta a hogares femeninos, lo que expone el riesgo social añadido de la problemática.

La propietaria adquirió la vivienda "muy baratito", según sus palabras, sabiendo que su estado era para "tirarla", lo que revela otra capa del problema: muchos pisos okupados acaban devaluados y deteriorados, perdiendo hasta el 53% de su valor según los registros notariales.

La joven compradora nunca imaginó que tras el desembolso de todos sus ahorros vendría una serie de gastos en abogados, denuncias y reparaciones que han duplicado el coste inicial.

"No puedo más, creo que nunca lograré vivir bien aquí, que siempre tendré problemas", confiesa la protagonista, quien ha enfrentado negativas de los okupas para abandonar el inmueble desde agosto de 2020, cuando fueron notificados formalmente del final de su recorrido legal.

Entre las víctimas, sobresalen dos menores que han vivido junto a sus padres en la vivienda okupada, sin las condiciones mínimas de salubridad y seguridad. La situación de los niños en inmuebles okupados afecta a más de 1.200 menores al año, según Save the Children, un dato que alerta sobre la necesidad de atención urgente por parte de las administraciones.

Ahora, tras el desalojo definitivo, la vivienda vuelve a manos de su legítima dueña, pero el miedo permanece. "Me han destrozado la vida", insiste la joven, denunciando las represalias y el ambiente de intimidación que sigue padeciendo, incluso tras años de lucha judicial y social.