Mujer albañil en la obra.

Mujer albañil en la obra. iStock

Estilo de vida

Un experto laboral alerta: "En España, muchas mujeres no quieren ser albañilas aunque ganen más de 1.800 € al mes"

Sin necesidad de formación universitaria y con empleo asegurado, asegura que las mujeres siguen prefiriendo el sector cuidado.

Más información: Carla Barber (35) y su fortuna como doctora estética: cada año gana más de 5 millones de euros, unos 10.000 al minuto

Publicada

A pesar de notarse un aumento porcentual de mujeres que ocupan puestos en trabajos técnicos, lo cierto es que la brecha de género sigue siendo notoria, especialmente en oficios como la albañilería o la fontanería.

Pero, ¿por qué las mujeres siguen sin optar a empleos similares a pesar de las buenas condiciones que se les ofrece? Es la pregunta que plantea un empresario, especializado en formación laboral.

Unas palabras tan directas como incómodas sobre la participación de las mujeres en los trabajos técnicos en España.

La escasa representación femenina en sectores bien pagados y con alta empleabilidad, es algo que sorprende y plantea este experto: "¿Por qué las mujeres no cogen estos trabajos en España?".

"En España hay trabajos que pagan más de 1.800 euros al mes. No requieren estudios previos, ni carrera, ni bachillerato, ni ESO. Y en tres o cuatro meses ya puedes estar trabajando", afirma.

Empleo, ¿también para mujeres?

Electricista, técnico en aerotermia, instaladora de placas solares, fontanera o especialista en frío industrial. Esos son los oficios que el empresario enumera como ejemplos de trabajos estables, con buenas remuneraciones y formación corta.

Según dice, todos tienen algo en común: buena salida laboral, sueldos altos y formación rápida". Sin embargo, añade, las mujeres apenas se interesan por ellos, pese a que no requieren titulaciones universitarias ni larga experiencia.

Su comentario llega en un momento en que España encara una profunda transformación en el mercado energético y tecnológico, impulsada por la transición ecológica y las energías renovables.

Las cifras confirman que, los empleos técnicos relacionados con la sostenibilidad, la instalación de paneles solares o los sistemas de climatización eficientes están entre los más demandados. Pero solo un pequeño porcentaje de los trabajadores en esos sectores son mujeres.

Un tópico que no desaparece

"La gente piensa que son oficios para mancharse las manos, y no es así; es para supervisar el trabajo de los demás", continúa el empresario en su intervención.

Su afirmación pone sobre la mesa un tema de fondo como los estereotipos culturales que asocian los oficios técnicos con los hombres, y los cuidados o el comercio con las mujeres.

El propio Instituto Nacional de Estadística (INE) lleva años detectando esa brecha. Mientras más del 80% de las mujeres ocupadas trabajan en sectores como la educación, la sanidad o el comercio, la presencia femenina en la industria y las profesiones técnicas sigue por debajo del 30%.

Esto se traduce directamente en una menor estabilidad y salarios más bajos, precisamente en aquellos ámbitos donde la presencia femenina es abrumadora.

El empresario del vídeo lo resume así: "Las mujeres siguen concentradas en sectores como el comercio, la sanidad, los cuidados, donde los sueldos son mucho más bajos. ¿Es por prejuicios culturales o porque se cree que esos trabajos son de hombres?".

Razones del desequilibrio

Expertas en igualdad laboral sugieren que el problema no está solo en la elección, sino en el entorno. Desde edades tempranas, las niñas siguen recibiendo mensajes (directos o sutiles) que limitan sus expectativas profesionales.

Mientras los chicos son animados a "arreglar", "construir" o "experimentar", ellas siguen encontrando referentes femeninos en profesiones de cuidados o atención al público.

Esta brecha educativa se traslada posteriormente al mercado laboral. Aun con la alta demanda de trabajadores técnicos, la proporción de mujeres matriculadas en Formación Profesional (FP) en ramas industriales o tecnológicas es mínima. En cambio, la FP sanitaria sigue siendo mayoritariamente femenina.