Imagen de una pareja.

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Estilo de vida

Qué es el 'síndrome de la fruta prohibida': la nueva tendencia en España para relacionarse que preocupa a los casados

De acuerdo con la plataforma de citas Gleeden, uno de cada dos españoles reconoce haber vivido esta tendencia en los últimos años.

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El 16 de julio de este año, el CEO de la empresa de tecnología Astronomer, Andy Byron, fue captado en video abrazando a Kristin Cabot, la directora de Recursos Humanos de la misma compañía. Ambos están casados con otras personas y el vídeo tardó poco tiempo en viralizarse.

Dos meses después, la noticia del despido del director ejecutivo de Nestlé por mantener una relación con una subordinada ocupó todos los titulares. Esto demostró lo que todos ya suponíamos: el entorno laboral es el lugar por excelencia donde surgen relaciones personales, incluidas las románticas e, incluso, la gran mayoría de las infidelidades.

De acuerdo con los datos recogidos por la plataforma de citas de Gleeden, uno de cada dos españoles reconoce haber tenido una aventura con algún compañero de trabajo. Según la sexóloga de Gleeden, Eva Moreno, esto se conoce como el "síndrome de la fruta prohibida".

En qué consiste el 'síndrome de la fruta prohibida'

Tal y como explica la sexóloga Eva Moreno, el síndrome de la fruta prohibida es la acción de desear "lo que no se puede desear". Es decir, la atracción incrementada por algo que está prohibido o restringido.

Según la plataforma de citas Gleeden, el 70% de sus usuarios y usuarias en España se siente o se ha sentido atraído, en alguna ocasión, por algún compañero de trabajo y, además, el 33% ha encontrado a su amante en este lugar.

"Las personas que trabajan juntas suelen tener sintonía, porque lo que están haciendo les vincula, pero, sobre todo, porque pasan muchas horas juntos, por lo que tienen muchísimas posibilidades de interacción social", afirma la sexóloga de Gleeden, Eva Moreno.

Debido al tiempo compartido, la familiaridad y la afinidad que se desarrolla al convivir diariamente en un mismo ambiente, muchas veces se fortalecen los vínculos y obliga, a muchas personas, a llevar la amistad a un nivel más íntimo.

Este flirteo se puede dar de muchas formas, según Gleeden puede ser un acercamiento más cariñoso, unos besos "inocentes", pero "el 27% afirma haber acabado en la cama".

El 13% reconoce haberlo hecho con el jefe, un 50% con un compañero de equipo, un 25% con un compañero de otro departamento y un 8% con los becarios.

Imagen de ilustración.

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A esto se le añade la exposición repetida. Según explica Moreno, es un fenómeno psicológico en el que se desarrolla una preferencia por estímulos —en este caso, personas— simplemente porque se encuentran con ellos con frecuencia.

"Esto explica por qué puede acabar gustándote alguien que quizá no te atrajo nada cuando lo viste por primera vez", añade la sexóloga.

Sin embargo, estas aventuras suelen ser fugaces. A pesar de que el síndrome de la fruta prohibida existe por la "emoción de no ser visto", esta misma emoción puede jugar en contra y convertirse en "miedo a ser descubiertos".

Se calcula que más de la mitad de las aventuras entre compañeros de trabajo son pasto de rumores y acaban descubriéndose y solo el 22% afirma haber continuado esa relación a lo largo de varios encuentros.