La profesora y ama de casa Eva Matsa.

La profesora y ama de casa Eva Matsa.

Estilo de vida

Una ama de casa, habla alto y claro sobre sus derechos: "Una parte del sueldo de mi marido debería ser mío"

" Yo estoy trabajando dentro de casa. Tú trabajas fuera y aún así, sigues con ventaja", advierte esta profesora y ama de casa.

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En España, el número de amas de casa supera los dos millones y medio, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Se trata de "personas que, sin ejercer ninguna actividad económica, se dedican a cuidar de su propio hogar sin recibir ninguna contraprestación económica", según define el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aunque cada vez haya más hombres 'amos de casa' que asuman este rol, las mujeres siguen representando la mayoría, a pesar de que el número de personas que optan por esta opción lleve años disminuyendo.

Lo cierto es que, en España, donde los horarios laborales son extensos y los altos costes de las escuelas infantiles o servicios de cuidado dificultan cada vez más la compatibilidad entre trabajo y crianza, muchas familias optan por que uno de los miembros se quede en casa para ocuparse del hogar y de los hijos.

A veces se trata de una decisión meditada y consensuada, otras de una renuncia forzada por la falta de apoyos reales para conciliar. Sea como sea, el resultado es que miles de personas y principalmente mujeres, dejan atrás sus carreras profesionales, al menos de forma temporal, asumiendo un coste personal y económico que rara vez es reconocido.

Una de las voces que más eco ha generado en este debate, es la de Eva Matsa, profesora y madre, que publicaba hace unos meses un polémico vídeo en redes sociales. En este vídeo, la protagonista hace una contundente defensa del reparto económico en el hogar que siempre debería haber cuando una de las partes se queda cuidando de los hijos.

"Si yo me quedo en casa cuidando a nuestros hijos y tú te vas a trabajar, una parte de tu sueldo es mía. Yo pensaba que eso estaba súper claro pero se ve que no", comienza la maestra. Un vídeo que ya acumula miles de visualizaciones.

Matsa pone sobre la mesa una situación que muchas familias conocen de cerca: "Tú te vas a trabajar, tú ganas dinero y mientras haces eso yo dejo de trabajar y me quedo en casa cuidando de nuestros hijos. Es decir, siendo consecuente con una decisión que tomamos tú y yo porque donde vivimos la conciliación familiar es inexistente".

La protagonista expone de forma clara cómo esta distribución de roles suele estar ligada a una cuestión económica: "Si yo me voy a trabajar y lo único que estamos haciendo es cambiar el dinero, entra un sueldo y lo vuelvo a sacar porque tengo que pagar a alguien que se quede con los niños, limpie la casa, cocine o haga la colada, al final de mes no me salen las cuentas para ir a trabajar".

Su reflexión profundiza en el valor no remunerado del trabajo doméstico: "Si cualquier otra persona del planeta estuviera en mi casa haciendo estas cosas, se llevaría prácticamente mi sueldo. Yo estoy trabajando dentro de casa. Tú trabajas fuera y yo trabajo dentro y aún así, tú sigues con ventaja", asegura.

Y advierte sobre el coste real de esta decisión a largo plazo: "Tú estás cotizando, sigues invirtiendo en tu vida laboral, incluso puedes ascender. Yo sigo en casa y si algún día necesito, quiero o puedo reincorporarme al mundo laboral, llevaré un desfase de x años sin tocar mi profesión, con lo que puede que esté incluso desactualizada", confiesa.

De forma clara y sin rodeos, Matsa acaba lanzando un contundente mensaje final a quienes aún cuestionan el valor de este tipo de trabajo doméstico: "Como mínimo no me racanees parte del dinero que entre en casa porque el que sigue poniendo más en la sartén es el que se queda en casa, por muy súper cómodo que sea trabajar en casa", concluye.