Alexandra Delgado posa en su casa durante la entrevista con Diario de Avisos.

Alexandra Delgado posa en su casa durante la entrevista con Diario de Avisos. Sergio Méndez

Estilo de vida

Alexandra tiene 29 años y lleva 10 sin salir de casa por pánico a la calle: "Pido teletrabajo, pero me lo niegan"

La joven sufre un trastorno mental conocido como agorafobia, que le impide hacer actividades cotidianas como ver a sus familiares o trabajar.

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La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por el miedo intenso a estar en lugares abiertos o de los que sería difícil escapar. Se estima que, entre el 1 y 3% de la población mundial la padece y la mayoría de ellos suelen ser mujeres.

En España, Alexandra Delgado es una de ellas. La tinerfeña sufre desde hace casi diez años este trastorno mental, el cual le ha obligado a estar encerrada en casa y a evitar actividades como usar el transporte público, ver a sus familiares o amigos y, evidentemente, trabajar.

A sus 29 años, Delgado confiesa a Diario de Avisos que "tiene muchas ganas de trabajar" pero nadie la contrata, porque "solo contemplan el teletrabajo para personas que, por su discapacidad física, no puedan moverse de su casa", explica.

Alexandra Delgado comenzó a sufrir este trastorno cuando era solo una niña, tras sufrir varios desmayos en el colegio. Actualmente, cuenta con una discapacidad del 65%; sin embargo, se siente incomprendida por las empresas de inclusión.

La tinerfeña tiene un grado superior de integradora social, un buen nivel de inglés, y se ha formado a través de Inserta (Fundación ONCE) y Simpromi (IASS Cabildo) en cursos de atención al cliente (quejas, sugerencias) y otras labores que se pueden desempeñar de forma online desde casa, explican desde el medio citado.

Estas entidades ayudan a la inclusión laboral de personas con discapacidad, no obstante, únicamente contemplan el teletrabajo "para personas que, por su discapacidad física, no puedan moverse de su casa", explica Delgado.

Además, desde AFES Salud Mental, una entidad sin ánimo de lucro que ayuda y facilita recursos a personas con problemas de salud mental, tampoco autorizan su ayuda. "Rechazan ayudarme afirmando que solo llevan enfermedades mentales graves", apunta. 

"Me dijeron que no pueden darme un trabajo directamente, es ilegal, pero tiene que haber alguna forma en la que puedan ayudarme", especialmente, al ver su desesperación por encontrar un trabajo.

La joven lamenta todo el tiempo perdido en el que no ha podido trabajar. "Tener un trabajo no es solo contar con dinero, sino que también te da ganas de levantarte cada mañana, sentirte útil y realizada".

Alexandra Delgado posa en su casa durante la entrevista.

Alexandra Delgado posa en su casa durante la entrevista. Sergio Méndez

Sin embargo, ninguna empresa le concede el teletrabajo al no contemplar su condición como lo suficientemente grave. 

"Si no consigo recursos para poder pagar el tratamiento, para poder sobrevivir, para ser independiente, para formación o inserción laboral, ¿Cómo puedo salir de esta situación?”, comenta Delgado.

A pesar de haber recibido muestras de cariño, afecto y apoyo por parte de muchas familias que están en su misma situación, ella confiesa estar "abandonada" y sentirse "muy triste por no poder trabajar, y que nadie le tienda una mano para ayudar".

En qué consiste la agorafobia

De acuerdo con Mayo Clinic, "la agorafobia suele hacer que la persona tenga dificultades para sentirse segura en cualquier lugar público, especialmente donde se reúnen multitudes y en lugares que no le son familiares".

Esto impide a las personas que lo padecen hacer una vida normal. No se sienten capaces de salir a la calle, ir a clase, a trabajar o, incluso, a hacer la compra.

En el caso de Delgado, ella confiesa no poder salir de casa la gran mayoría de las ocasiones. Cuando debe hacerlo, por obligación, lo hace siempre dependiendo de un acompañante que le ofrezca apoyo y confianza. 

De hecho, la tinerfeña comenta que hay familiares a los que no ha visto desde hace ocho años. "Pienso que cuando salgo a la calle me voy a desmayar, comienza esa sensación de ansiedad y me asustó tanto que no quiero salir, me he recluido casi por completo en casa", explica.

Las consecuencias de esta situación no son solo mentales, sino que en el caso de Alexandra Delgado también se contemplan en su físico. Siempre ha pesado 37 kilos y, cuando iba al colegio con 12 años le dolía la barriga, se encontraba mal y su madre tenía que ir a buscarla.

Además, también es un trastorno que, más allá de la ansiedad y los ataques de pánico, puede incluso promover pensamientos suicidas.

"Muchas veces he pensado que no sirvo para estar aquí, porque no veo salida, no pueden darte una cita para dentro de un año", explica, mientras confiesa que la medicación es lo único que recetan los expertos para tratar el trastorno.

No solo con la agorafobia, sino con los ataques de ansiedad y otros problemas de salud mental, la receta es la medicación, explica Delgado. "Nos atontan con fármacos y a saber qué efectos secundarios tendrán".

Con sus declaraciones, la joven de Tenerife busca reivindicar la salud mental y dar importancia a otras que, aunque no estén en boca de todos, también pueden tener consecuencias. "Así hay tantos suicidios", finaliza.