El psicólogo Esteban Rivas, tajante tras la infidelidad viral en el concierto de Coldplay: "No se empieza en la cama"

Lo que parecía un momento romántico en un concierto de Coldplay en Boston terminó por convertirse en una escena digna de escándalo viral: la famosa kiss cam enfocó al CEO millonario de Astronomer, Andy Byron, y a su directora de recursos humanos, Kristin Cabot, en una actitud íntima.

El problema no era el abrazo ni la complicidad, sino que ambos están casados, pero no entre ellos. Cuando se dieron cuenta de que estaban siendo grabados y mostrados ante todo el multitudinario estadio, se separaron abruptamente: él se agachó, ella se cubrió el rostro. Y el comentario del propio Chris Martin desde el escenario lo dijo todo: "O tienen una aventura… o son muy tímidos"”.

La escena ha dado la vuelta al mundo. Pero más allá del morbo, hay una lectura mucho más profunda que explica el psicólogo experto en parejas Esteban Rivas: "La infidelidad ya no empieza en otra cama. Empieza en este dispositivo", dice señalando el móvil.

La nueva infidelidad

Para el doctor Rivas, el caso del CEO y su jefa de Recursos Humanos no es una excepción, sino un síntoma más de cómo ha cambiado el concepto de infidelidad en la era tecnológica. Lo que antes comenzaba con una cita a escondidas, hoy puede iniciarse con un simple mensaje, una mirada cómplice en la oficina o una conversación por chat que, poco a poco, cruza límites.

"Cuando en una pareja deja de compartirse lo cotidiano, las fotos, los comentarios, y aparece un secretismo digital… ahí empieza la fractura", explica el terapeuta. Ese "compartir" es esencial en culturas latinas como la española, donde las emociones se viven con intensidad, y la conexión constante (física y emocional) es la base de muchas relaciones.

La reacción de ambos protagonistas al verse expuestos en la pantalla gigante del estadio fue automática: nerviosismo, ocultamiento, vergüenza. La forma en que reaccionan cuando se sienten observados es una señal de doble vida emocional. Si no hubiese nada que ocultar, no habría razón para esconderse.

Y es que, más allá del juicio moral, lo que el psicólogo resalta es el patrón conductual: abrazos en público cuando creen estar a salvo del ojo ajeno, pero rechazo y ocultación al saberse vistos. En términos psicológicos, este tipo de conducta refleja una disonancia interna entre lo que se desea y lo que se sabe que está mal.

Señales que no puedes ignorar

Rivas ha identificado tres grupos de señales que pueden alertarte de una posible infidelidad, y que hoy más que nunca se ven reflejadas en dinámicas digitales:

Comportamiento digital sospechoso

• El móvil se vuelve intocable.
• Se lo lleva al baño, lo pone boca abajo, borra historiales.
• Cambia contraseñas sin motivo aparente.
• Se queda “trabajando” hasta tarde conectado.

Distanciamiento emocional

• Deja de hablarte con naturalidad.
• Evita planear a futuro contigo.
• Cambios bruscos en la vida sexual (ya sea por exceso o por defecto).
• Te hace sentir culpable por desconfiar (gaslighting emocional).

Cambios físicos y de rutina

• De repente se arregla más para “salir con amigos”.
• Aparecen perfumes, regalos o gastos que no se explican.
• Su interés por la pareja disminuye, pero su agenda social se llena.

¿Qué hacer si sospechas de una infidelidad?

Según el doctor Rivas, la primera reacción suele ser visceral: revisar el móvil, montar una escena, exigir explicaciones. Pero advierte: "Eso solo te pone en una posición de desventaja. La clave está en la serenidad". Aquí sus recomendaciones:

• Observa patrones, no hechos aislados. Una contraseña nueva no significa nada si no viene acompañada de otros cambios. Pero si hay distancia emocional, falta de comunicación y secretismo, debes prestar atención.
• Prepara la conversación con hechos, no emociones. En lugar de decir “siento que me engañas”, di: “He notado que ya no me cuentas nada del trabajo, y que has estado distante estas semanas”.
• Elige bien el momento. Nada de conversaciones explosivas a medianoche o frente a los niños. Busca un momento tranquilo y privado.
• Ten claro lo que tú necesitas. Porque la infidelidad no define tu valor. Lo importante es cómo te sientes tú dentro de la relación.

El problema no es solo el engaño

Más allá del “descubrimiento” que generó la kiss cam, lo que ha dejado al descubierto este caso es una realidad incómoda: muchas infidelidades empiezan en contextos aparentemente inofensivos. Un mensaje, una comida de trabajo, una mirada. El móvil es hoy una caja negra que puede contener toda una doble vida emocional. No es siempre el sexo, sino la traición emocional, la desconexión, el sentirse apartado de una vida que creía compartir.

En el caso de que hayas sido tú el/la infiel, el psicólogo también lanza un mensaje claro para quien haya cruzado esa línea: "Antes de pensar en salvar o no la relación, hay que asumir lo ocurrido. La infidelidad es una grieta que puede repararse… pero no si se niega o se minimiza. El primer paso es la verdad".

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Coldplay, móviles y secretos: la infidelidad ya no se esconde en la sombra de un hotel, sino a plena luz… bajo la mirada de una cámara y el foco de las redes. Pero como recuerda Esteban Rivas, la herida más profunda no es la del escándalo, sino la que deja el silencio emocional en casa.