José Luis Marín, psiquiatra.

José Luis Marín, psiquiatra.

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José Luis Marín, psiquiatra: "La mayoría de las personas con ansiedad o depresión viven en una situación de conflicto"

Según el experto papel del terapeuta no puede limitarse a aplicar un diagnóstico, sino que debe "comprender el conflicto que lo ocasiona".

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Un 34% de la población española tiene algún problema de salud mental. Los trastornos de ansiedad, la depresión, y los trastornos del sueño, incluyendo el insomnio, son algunos de los más comunes que, además, suponen algunos síntomas muy claros.

Aunque cada trastorno se manifiesta de forma diferente en cada persona, la ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño comparten varios síntomas, como los problemas para dormir, los cambios de humor y la dificultad para concentrarse.

Además, según los expertos, hay síntomas mucho más concretos y desconocidos. De acuerdo con el reconocido psiquiatra José Luis Marín, "todos los pacientes que pasan por consulta tienen algo en común y es que viven en una situación de conflicto desde hace años".

La característica de las personas con ansiedad y depresión

En el mundo de la psicoterapia, el DSM-5 es un manual de diagnóstico que utilizan los especialistas en salud mental para diagnosticar y catalogar los trastornos de sus pacientes.

A pesar de su eficacia para entender ciertos patrones sintomáticos de la gran mayoría de los problemas mentales, el psiquiatra Marín confiesa que muchos expertos lo emplean como un atajo clínico que no siempre es efectivo.

Según Marín, el uso indiscriminado del DSM-5 lleva a muchos terapeutas a centrarse exclusivamente en las etiquetas diagnósticas, "enfocándose solo en lo superficial".

Sin embargo, "detrás de cada diagnóstico, hay historias ocultas de conflictos emocionales, muchas veces relacionadas con traumas de la infancia", indica.

Tal y como explica el psiquiatra en sus redes sociales, quedarse en la superficie del diagnóstico es una forma sutil de evitar el verdadero trabajo terapéutico.

"Todos los pacientes tienen algo en común y es que viven en una situación de conflicto desde hace años, generalmente asociado a experiencias traumáticas infantiles que nadie ha querido mirar", subraya el psiquiatra.

"Vivir en una situación de conflicto" significa estar inmerso, de manera persistente o crónica, en una tensión interna o externa que no se ha podido resolver, y que genera todos los síntomas de un trastorno mental.

El conflicto no necesariamente tiene que ser evidente, como un problema puntual, sino de una vivencia más profunda y sostenida en el tiempo.

Este conflicto, según explica el experto, "es lo que les genera sufrimiento". Han aprendido a callar, a desconectar y de alguna forma, a "sobrevivir" a esa circunstancia; sin embargo, "nunca lo han enfrentado".

En este sentido, el papel del terapeuta no puede limitarse a aplicar un diagnóstico o a tratar la enfermedad de forma general, sino que la terapia debe individualizarse.

Con la terapia, se debe intentar "comprender el conflicto y buscar los recursos para que el paciente pueda sanar". La etiqueta puede dar orden, pero también puede limitar el sufrimiento y que los expertos no vayan más allá en el tratamiento.