José Luis Marín, psiquiatra.

José Luis Marín, psiquiatra.

Estilo de vida

José Luis Marín, psiquiatra: "Un antidepresivo puede tener el mismo efecto que salir a correr cada mañana"

Según ha explicado el experto, se estima que este tipo de fármacos son útiles en únicamente un 4% de las personas que los toman.

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Los antidepresivos son medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas de depresión y de otros trastornos de salud mental como la ansiedad; sin embargo, también se pueden emplear para tratar otras afecciones, como el dolor crónico y los trastornos del sueño. En España, se estima que una de cada cuatro personas toman este tipo de fármacos, somníferos o ansiolíticos.

Unas cifras que han crecido considerablemente en los últimos años. Según los datos de la OCDE, en 2015 el consumo de antidepresivos en España era de 73 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes. En 2022, este ascendía a 98,4 según datos provisionales para ese año. Si los datos se comparan desde el año 2000, el consumo de estos fármacos ha sufrido un crecimiento de un 249%. 

El aumento ha sido tan preocupante que ya hay algunos expertos que consideran que vivimos en una "sociedad intoxicada" e, incluso, que muchas personas que toman antidepresivos "no deberían haberlos tomado jamás". Según el psiquiatra José Luis Marín, en la carrera no te enseñan otra cosa que no sea recetar este tipo de fármacos, pero que; sin embargo, en ocasiones es mucho más sencillo como recomendar al paciente dormir más o, incluso, salir a correr todas las mañanas.

El debate sobre los antidepresivos

"Los antidepresivos son fármacos que se utilizan para diferentes trastornos, incluso alimentarios, del sueño, ansiedad, obsesivos, compulsivos, sociales… en este momento, se utilizan para cualquier cosa", indica José Luis Marín, psiquiatra y psicoterapeuta. El experto, que cuenta con más de 40 años de experiencia, ha hablado recientemente para el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (COPM) sobre "la verdad sobre la depresión, la ansiedad y el estrés". 

Debido a todos sus usos, los antidepresivos se han convertido en una de las herramientas más utilizadas en el campo de la salud mental. El experto ha confesado que, a lo largo de su carrera, ha recetado miles de fármacos de este estilo y que, a pesar de su eficacia en algunos casos, ha llegado a la conclusión de que en la inmensa mayoría de los casos, estos medicamentos no eran necesarios.

Según sus estimaciones, únicamente entre un 4% y un 5% de las personas que toman antidepresivos realmente obtienen beneficios significativos, lo que deja a un 95% de pacientes que, probablemente, nunca debieron iniciar ese tipo de tratamiento. Un patrón de prescripción que no solo se limita a adultos con trastornos depresivos, sino que hoy en día "incluso niños y ancianos reciben tratamientos con psicofármacos".

Estos medicamentos recetados de forma masiva, además de tener efectos secundarios, se cree que pueden tener efectos secundarios graves. "Una cantidad importante de deterioros cognitivos que aparecen en personas relativamente jóvenes está directa y exclusivamente relacionados con el uso prolongado de los antidepresivos", indica José Luis Marín.

Además de sus efectos secundarios y su relación con el deterioro cognitivo, el problema de fondo de estos fármacos, según el experto, es que "no curan". Los antidepresivos "pueden ayudar y ayudan; sin embargo, no son la cura definitiva ni lo serán jamás", apunta José Luis Marín.

No obstante, "el motivo de su constante receta se basa en que ni en psiquiatría ni en el programa mir te enseñan otras alternativas más que recetar psicofármacos". Se promueve un enfoque que reduce el sufrimiento humano a desequilibrios químicos corregibles con medicamentos, sin ofrecer alternativas sólidas de acompañamiento psicológico, intervenciones psicosociales o, incluso, cambios de estilo de vida.

Charla de José Luis Marín en el COPM.

Desde el punto de vista clínico, compuestos ampliamente conocidos como la paroxetina o la fluoxetina apenas superan al placebo en las mediciones estándar, como la escala de Hamilton para la depresión. La diferencia registrada suele ser inferior a dos puntos en una escala de 52, mientras que hábitos mucho más simples, como una mejora en la calidad del sueño, pueden tener un impacto tres veces mayor en esa misma escala.

No solo el descanso puede ser clave en el tratamiento de diferentes trastornos de salud mental, sino que diferentes estudios han demostrado que los antidepresivos tienen el mismo efecto que salir a correr cada mañana. El ejercicio estimula la liberación de endorfinas, que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo, reducen la ansiedad y el estrés, y aumentan la sensación de bienestar.

"Tenemos una sociedad empastillada, una sociedad intoxicada, una sociedad con deterioro cognitivo y una sociedad enferma tomando unos medicamentos que nunca deberían haber tomado", indica José Luis Marín, "Si somos capaces en nuestro proceso terapéutico de movilizar a nuestros pacientes para que salgan a correr o simplemente, que duerman mejor, vamos a obtener los mismos resultados que con un antidepresivo".