Mujer en la peluquería eligiendo tono de tinte.

Mujer en la peluquería eligiendo tono de tinte. iStock

Belleza

Encarna Moreno, peluquera con 30 años de experiencia, sobre los tintes rubios: "Dañan el pelo más que los morenos"

La experta regala los mejores consejos para quienes apuestan por su tono favorito, pero aconsejando cómo tener un pelo sano.

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Teñirse el pelo está tan integrado en la sociedad actual que ver a una persona que toda su vida ha sido morena y de repente es rubia, no extraña a nadie, más allá de la novedad.

Ya sea por coquetería o por complejo, cada vez son más las mujeres que se tiñen el pelo, ya sea para cubrir canas, iluminar el rostro o lograr ese rubio sofisticado que rejuvenece.

Sin embargo, ¿sabemos realmente cuánto estropea el cabello el proceso de aclarado? La peluquera sevillana más premiada de España, Encarna Moreno lo tiene claro.

Con más de 30 años de experiencia en peluquería, afirma la revista Telva que "los rubios no son dañinos por el color, sino por el proceso de aclarar".

Y es que el daño no está en el tinte en sí, sino en la química necesaria para llegar a determinados tonos que, en muchas temporadas, son los más demandados en los salones de belleza.

Los rubios debilitan el cabello

La experta lo explica con claridad: "Para lograr un rubio hay que aclarar la fibra, quitar pigmento natural para que el nuevo color pueda verse. Este proceso implica abrir más la cutícula, usar oxidantes más altos y eliminar melanina del interior del cabello”.

En términos sencillos: para ser rubia, el cabello debe "vaciarse" de su pigmento natural, lo que lo vuelve mucho más frágil, poroso y propenso a romperse.

Los tonos castaños, por el contrario, son menos agresivos: "Los castaños añaden pigmento, requieren menos oxidación y mantienen el brillo y la suavidad", asegura Encarna.

Los diferentes rubios

No es lo mismo un rubio oscuro que un platino. Parece obvio, pero aquí está una de las claves que muchas desconocen y es que no todos los rubios son igual de agresivos.

  • Rubios oscuros y castaños claros: dañan poco, apenas alteran la estructura del cabello.
  • Rubios muy claros y platinos: requieren decoloración, matización repetida, oxidantes fuertes y mantenimiento semanal.

Cuanto más se aclara el pelo, más sufre. Así lo resume Encarna: "Lo que realmente daña el cabello no es el color, sino la altura del aclarado".

Pero, evidentemente, puedes ser rubia y tener el pelo sano. El rubio no está prohibido. Solo hay que elegir la técnica adecuada. La peluquera propone cuatro soluciones para cuidar la fibra capilar:

  • Mechas babylights suaves: aclaran solo parcialmente y dejan crecer el cabello con naturalidad.
  • Oxidantes controlados: menos agresivos, ideales para cabellos frágiles.
  • Hidratación semanal y mascarillas nutritivas (no solo acondicionador).
  • Matices en lugar de repetir decoloraciones completas.

Piensa que los rubios no son dañinos por el color, sino por el proceso químico de aclarado.
Cuanto más subimos el tono, más abrimos la cutícula y más ponemos en riesgo la salud del cabello.

¿Cuántas veces al año es sano teñirse?

Según la experta, el límite para saber con qué frecuencia es óptimo (o al menos no tan perjudicial) darse color a la melena, depende del tipo de coloración:

  • Tinte permanente: 5-6 veces al año (cada 8-10 semanas)
  • Mechas: 2-4 veces al año
  • Baños de color: cada 4-6 semanas
  • Decoloraciones intensas: solo si se hidrata y repara entre procesos

Lo que sí debes tener muy en cuenta es que Teñirse cada 3-4 semanas con tintes permanentes sí daña el cabello, especialmente si no se hidrata ni se respetan los tiempos de recuperación.

¿Cómo saber si mi pelo está dañado por los tintes?

Encarna subraya que la clave no está en la cantidad de tintes que uses, sino en tu salud capilar: "Puedes teñirte tantas veces como tu cabello soporte manteniendo el brillo, la elasticidad y la fuerza".

Pero, si quieres conocer los signos más comunes, quédate con estos:

  • Puntas abiertas constantes
  • Falta de brillo incluso después de peinar
  • Cabello rígido, seco o que “cruje” al tocarlo
  • Caída excesiva o rotura al cepillar
  • Sensación de “esponja” o textura áspera

¿Qué pasa si me tiño cada mes?

Muchas mujeres con canas intensas tiñen cada cuatro semanas. En esos casos, Encarna recomienda una estrategia combinada:

  • Aplicar solo en raíces (no en medios y puntas).
  • Alternar baños de color entre tintes permanentes.
  • Usar mascarillas de proteínas y aceites reparadores entre tintes.
  • Priorizar tonos cercanos al natural para evitar decoloraciones extremas.

Ten muy en cuenta que teñirse sin preparar ni cuidar el cabello antes y después del tinte es un error. Algo que debes tener muy en cuenta, en palabras de la experta, es que "el problema surge cuando se tiñe con demasiada frecuencia, sin hidratación adecuada o sin respetar los tiempos entre servicios".