Tamara Falcó, en una imagen de archivo.

Tamara Falcó, en una imagen de archivo. GTRES

Belleza

Tamara Falcó (43 años), sobre la época en la que engordó 20 kilos: "Desayunaba filetes empanados"

La hija de Isabel Preysler pasó por una ansiedad que le hizo refugiarse en la comida y tener muy malos hábitos.

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Tamara Falcó es, sin duda, una de las personas más reconocibles del panorama social español. La hija de Isabel Preysler, a pesar de crecer rodeada de focos y con el objetivo de heredar la fama de uno de los grandes iconos de nuestro país, no alcanzó la verdadera fama hasta 2019, al ganar la cuarta edición de MasterChef Celebrity.

Sin embargo, antes de ese despegue, la marquesa de Griñón ya había vivido las consecuencias de la fama. En 2016, atravesó un episodio de ansiedad que no solo afectó a su bienestar emocional, sino que también se reflejó en su aspecto físico, llevándola a ganar 20 kilos en pocos meses.

Falcó confesó hace unos años que fue una etapa muy dura para ella y que la comida era su único refugio. De hecho, en la misma entrevista reconoce que tenía muchos malos hábitos alimenticios, como "desayunar filetes empanados".

Ansiedad y aumento de peso

La ansiedad es el trastorno de salud mental más común en España. Según los datos, la prevalencia se estima en un 34% de la población adulta, lo que equivale a unos 13 millones de personas, siendo las mujeres que más lo sufren.

En muchos casos, la ansiedad no solo se manifiesta con nerviosismo o insomnio, sino también a través de la relación con la comida. El apetito puede verse alterado y derivar en atracones o elecciones poco saludables que, sostenidas en el tiempo, acaban reflejándose en el cuerpo.

Esta consecuencia fue, precisamente, la que hizo que Tamara Falcó ganase 20 kilos en el 2016, tal y como confesó en El Hormiguero. "Mi madre me decía que cuando sonreía no se me veían los ojos", añadió.

La ansiedad, además de suponer estrés y otros malestares emocionales, provocó que la marquesa de Griñón tuviese malos hábitos de alimentación, como que "solo comía filetes y tortilla de patatas".

Ese tipo de alimentación repetitiva, rica en calorías, pero pobre en nutrientes, alimenta el círculo vicioso: más cansancio, más apatía y más deseo de comer para tapar el malestar.

Además, la hija de Isabel Preysler "desayunaba filetes empanados". Este hábito puede favorecer el aumento de peso por distintos factores, el primero de ellos, que se trata de un alimento muy calórico: a la carne se le suma el pan rallado y el proceso de fritura.

Tamara Falcó en 'El Hormiguero'.

Tamara Falcó en 'El Hormiguero'.

El cuerpo, por la mañana, suele necesitar un aporte energético equilibrado que combine hidratos de absorción lenta, proteínas y fibra, mientras que un plato tan contundente, cargado de grasas saturadas, no ofrece esa proporción.

Este aumento de calorías hizo que el cuerpo de Tamara Falcó cambiase por completo. "Muchos contratos que tenía firmados se cayeron. Algunas marcas me dijeron que mi físico no era el que requerían para sus productos", relató Falcó a RTVE.

Sin embargo, la socialité pudo cambiar sus hábitos y el primer paso con el que lo consiguió fue volver a salir a la calle. Recuperar la rutina, poner el cuerpo en movimiento y reencontrarse con la vida cotidiana fueron claves para que comenzara a sentirse mejor.

"Hay que encontrar lo que te funciona", señala con firmeza. En su caso, una combinación de alimentación consciente, deporte moderado y visitas a una clínica especializada le ayudaron a recuperar no solo su figura, sino también su vitalidad y autoestima.

Tamara acudió a una clínica en Marbella donde le diseñaron un plan nutricional personalizado, pensado para favorecer el buen funcionamiento del tiroides, una glándula que influye directamente en el metabolismo y el peso corporal.

Más allá de la alimentación, el yoga se ha convertido en su gran aliado. La colaboradora de El Hormiguero lo practica a diario, centrándose en la respiración consciente y en posturas que no solo fortalecen su cuerpo, sino que le aportan calma mental.