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Belleza

María Borbolla, maquilladora: "Para disimular las arrugas de la boca tienes que evitar los pintalabios muy fluidos"

El famoso código de barras es uno de los complejos más comunes entre las mujeres, especialmente, cuando se maquillan.

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A medida que envejecemos, los labios, al igual que el resto del rostro, sufren una serie de transformaciones que afectan tanto a su textura como a su contorno. Es precisamente este suceso el que hace que aparezca el famoso código de barras.

Estas líneas verticales finas que aparecen en el labio superior suponen un gran complejo para muchas mujeres, especialmente a la hora de maquillarse, ya que la gran mayoría de las veces parece que, en vez de disimularse, se acentúan.

Las maquilladoras como María Borbolla lo saben muy bien y es por ello que algunos de sus trucos se centran en esta zona del rostro. Según la experta, la clave está en "evitar texturas de labiales muy fluidas". 

Cómo disimular las arrugas de la boca con maquillaje

Más allá de los retoques estéticos, el maquillaje puede actuar como un gran aliado de cara a neutralizar imperfecciones del rostro; sin embargo, es necesario conocer las técnicas correctas para no provocar el efecto contrario.

En este sentido, Borbolla ha confesado a Lecturas.com, que si buscamos disimular el código de barras, "debemos evitar texturas de labiales muy fluidas que migran a esos pliegues eliminando la definición del labio". 

Aunque su apariencia puede resultar atractiva, por su acabado brillante, jugoso o incluso acuoso, este tipo de fórmulas tienen una gran capacidad para desplazarse.

Esto, que puede ser una ventaja en los labios jóvenes, se convierte en un inconveniente en los labios maduros. Estos labiales tienden a migrar hacia esos surcos verticales, saliéndose del contorno natural del labio.

Ese desplazamiento no solo genera un efecto poco estético, sino que desdibuja por completo la definición del maquillaje, dando una sensación de descuido o de falta de precisión.

Mujer aplicándose un labial fluido.

Mujer aplicándose un labial fluido.

La clave, por lo tanto, está en escoger texturas que ofrezcan mayor fijación y control. Fórmulas que combinen hidratación con una cierta densidad que impida el desplazamiento del producto.

Según la experta, el perfilador se convierte en una herramienta imprescindible para marcar bien los bordes y actuar como barrera física.

"Debemos empezar siempre perfilando con un lápiz para crear el volumen que queremos marcar. Lo ideal es que sea del mismo tono del labial que vamos a usar o del mismo tono de nuestro labio cuando usamos un color claro", explica Borbolla.

Una vez perfilado y definido, la experta recomienda "rellenarlo con el mismo lápiz o un labial mate" y terminar sellándolo con polvos traslúcidos. 

"En pieles con muchas grietas recomiendo que no usen gloss, mejor un cacao que dé luz evitando texturas tan líquidas para que no suban. Si usas gloss, ponlo solo en el interior del labio para evitar esa tendencia a que se vaya hacia las arruguitas y acabemos con el labio hecho un desastre", explica.

Además, la experta hace hincapié en cuidar la piel de los labios. "Es importante hacer una exfoliación periódicamente, sobre todo en labios con tendencia a acumular piel por utilizar mucho producto, mates, etc, y también para tenerlo más jugoso". 

Borbolla recomienda hacer esta exfoliación una vez al mes o cada 20 días aproximadamente —salvo que sean labios sensibles— e hidratar en profundidad.