Una chica en la playa aplicándose fotoprotector solar.

Una chica en la playa aplicándose fotoprotector solar. iStock

Belleza

Resolvemos todas las dudas sobre fotoprotectores: desde cómo aplicarlos hasta consejos para cada tipo de piel

Aunque durante esta época el interés sobre este tema aumenta, es un producto que debería formar parte de la rutina de cuidados durante todo el año.

Más información: Llega la obsesión de la 'butter skin': la preparación y las bases para lograr una piel perfecta de efecto mantequilla

Publicada

El arrullo de las olas de fondo, las voces alteradas y estimuladas en exceso de los niños que juegan en la piscina comunitaria o el clic del aire acondicionado, encendiéndose y apagándose sin cesar buscando la temperatura idónea que permita el sueño, se convierte, verano tras verano, en la banda sonora estival. 

En cuanto a la parte olfativa, en jornadas en las que el termómetro alcanza cifras con las que solo se sentiría cómodo el mismísimo diablo, la mejor fragancia es la de un buen fotoprotector solar, el auténtico imprescindible de belleza y salud durante estos meses y a lo largo del año. 

En esta época, suele haber una mayor intensidad de radiación que en el invierno, tal y como afirman en la página web de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Respecto a esto, también hay que tener en cuenta la altitud del punto geográfico en cuestión: las montañas quedan más expuestas debido a que "el efecto filtro de la atmósfera es menor que a nivel de mar". 

Igualmente, otro factor importante es el entorno en sí. Por ejemplo, en la playa el sol se refleja más. Lo mismo sucede en la sierra, con la nieve, o en una piscina, con la lámina de agua. 

Teniendo esta información básica, la necesidad de utilizar productos de barrera que protejan de las radiaciones solares es algo obvio. De hecho, la Comisión Europea lanzó la iniciativa 'Código Europeo Contra el Cáncer' en 2016, un decálogo de 12 puntos entre los que se señala lo siguiente en el séptimo apartado:

Evite una exposición excesiva al sol, sobre todo en niños. Utilice protección solar. No use cabinas de rayos UVA.

Fotoprotectores y skin care

A pesar de que este tipo de artículos debería formar parte de cualquier rutina de cuidados desde, prácticamente, el nacimiento (lo idóneo es comenzar a emplearlos a partir de los seis meses de edad), todavía hay muchas dudas en torno a su utilización

Una chica aplicándose fotoprotector en barra.

Una chica aplicándose fotoprotector en barra. Foto de Sarah Sheedy en Unsplash

Estas cuestiones se han visto además acrecentadas con el aumento del interés en una serie de pasos de skin care eternos en los que parece caber todo menos lo básico, algo que se suele resumir en una buena limpieza, hidratación y, por supuesto, protección ante las radiaciones solares. 

"El fotoprotector es lo último que debemos aplicar cuando vamos a salir de casa", especifica la doctora Natividad Cano, dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y directora del Instituto Natividad Cano.

Sin embargo, y a pesar del coherente apunte de la experta, es normal que si una persona quiere maquillarse, este tipo de crema se haya aplicado antes. Igualmente, hay bases y correctores que también incluyen su propio factor de protección.

En estos casos, es interesante conocer la existencia de las brumas, productos en formato aerosol que funcionan para retocar ese escudo ante las radiaciones una vez que se ha salido de casa. Estas se absorben con rapidez y no suelen dejar rastro alguno. En cualquier caso, de forma inicial, es preferible comenzar utilizando cremas. 

Por otro lado, una pregunta que también aflora de cara al uso de estos productos es cuáles emplear teniendo en cuenta el tipo de piel que se tenga.

"No hay piel seca, mixta o madura como tal… Existe la piel sana o la patológica", aclara Natividad Cano. "Cuando tenemos una tez con un exceso de grasa, debemos aplicar fotoprotección solar 50 para pieles acneicas, en vehículo más fluido y ligero", concreta.

En caso de tener un cutis más seco o maduro, tal y como señala la doctora, se debería escoger la misma opción, solo que en un formato más espeso o cremoso.

"Lo más importante es que se opte por lo que se opte, tenga factor 50 y que esté correctamente aplicado. Personalmente, me gustan más los fotoprotectores físicos con dióxido de titanio y óxido de zinc para hacer efecto pantalla y que la radiación solar no toque la piel", destaca la dermatóloga de la GEDET.

La aplicación

Una vez que se ha elegido un producto de forma personalizada, también hay que saber cuál es la mejor forma de aplicarlo. La doctora Natividad Cano lo resumen en estos puntos:

  • Cubrir bien todas las zonas que van a estar expuestas al sol con la cantidad suficiente de fotoprotector.
  • Reaplicarlo cada dos horas o antes en caso de que se sude, se practiquen deportes acuáticos o si la persona se baña.
  • Que el factor del producto sea 50.

Además de las dudas que ya se han mencionado y resuelto, una muy habitual que asalta a la población año tras año, es saber qué indica en realidad ese número que acompaña al nombre de la crema, algo que también resuelve la experta:

"El factor señala cuánto tiempo se puede estar expuesto a la radiación sin quemarse si se compara con el que tardaría la piel en sufrir los daños del sol si no se utilizara este producto".

Es decir, que si la tez normalmente se quema a los 10 minutos sin protección, si se aplica una crema del 50, esta cifra aumenta hasta los 50 minutos. Sin embargo, y como destaca Natividad Cano, hay que tener cuidado, ya que esto es así en condiciones ideales, es decir, en caso de que no se sude, no haya roces, agua de por medio y se haya empleado suficiente cantidad de loción.

No obstante, no solo se puede depender de estos artículos, sino que también habría que usar barreras físicas, como gorros, camisetas con fotoprotector para bañar a los más pequeños, gafas, sombrillas y, por supuesto, optar por caminar por la zona donde no dé el sol, siempre y cuando sea posible.

Bodegón de playa con gafas de sol.

Bodegón de playa con gafas de sol. Foto de Kateryna Hliznitsova en Unsplash

"En cuanto a las horas de exposición, es fundamental evitar la franja central del día y bajar a la playa o a la piscina a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando la sombra sea más larga", comenta la experta.

En cualquier caso, la profesional recalca la importancia de la concienciación respecto a este tema: "Cada vez somos una sociedad más informada. Los ciudadanos se preocupan en mayor medida de tener conocimientos y saber los riesgos de cada situación".

"Pero igualmente es muy importante la labor divulgativa que llevamos a cabo muchos doctores en canales como las redes sociales o los medios de comunicación", termina la dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

De acuerdo al observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer, se estima que en España se diagnosticaron 20.854 nuevos tumores de piel en total en el año 2024.

La misma institución señala además que "el principal factor de riesgo para estos cánceres es evitable y está relacionado con las radiaciones ultravioletas, en su mayor parte procedentes de la exposición solar excesiva". 

Y en tiempos en los que la mejor vida parece aquella que disfrutamos a través de la mirada de otros en redes sociales, con referentes tan irreales como inalcanzables, es conveniente recordar que nunca habrá nada que sea más tendencia, sinónimo de lujo y más bello que la salud.