Yvette Pons, realizando su famosa terapia 'lifting sublime'.

Yvette Pons, realizando su famosa terapia 'lifting sublime'.

Belleza

Lo hemos probado: el 'masaje milagro' de la ‘facialista’ Yvette Pons

Tras tres décadas de estudio y aprendizaje, su masaje facial, que incluye ocho técnicas y 430 movimientos (que se repiten entre 7 y 10 veces), es una marca registrada.

10 octubre, 2022 01:33

Yvette Pons revolucióno, hace ahora un año, las redes sociales con un tutorial en el explicaba cómo hacer en casa "el automasaje facial con doble cuchara". Esta  esteticista, muy conocida en Igualada, no lo era tanto, sin embargo, fuera de este pequeño municipio, a 57 kilometros de Barcelona, que tiene 40.000 habitantes y un gran tejido industrial.

En Igualada, el Yvette Pons Institut Sublim es un secreto a voces que recorre las calles de la pequeña ciudad a una hora y poco en autobús desde Barcelona. Lo conocen muy bien sus clientas fieles y los transeúntes que pasan por delante del centro, en una zona no tan transitada.

Fue en Instagram donde se hizo famosa y donde se convirtió en centro de atención de los medios y los curiosos poniendo, de paso, a Igualada en el mapa, más alla del Covid y otras malas noticias.

La esteticista Yvette Pons.

La esteticista Yvette Pons.

Las revistas describieron con todo lujo de detalles quién era y cómo había logrado más de 1.900.000 visualizaciones de un reel y aumentar sus seguidores en unos 15.000. Y, todo ello, explicando en un vídeo que no necesitas un roller ni un gua sha para estimular el sistema linfático de tu piel y lograr un potente efecto antiedad. 

[Quiero un cutis perfecto y una piel joven, pero ¿qué demonios es un 'gua sha'?]

Desde entonces, se multiplicaron las clientas que venían de todas partes, especialmente de Barcelona, al ciudad en la que Yvette se formó y donde empezó a trabajar con las hermanas Saurinas, míticas esteticistas de la Ciudad Condal, a cuyo centro acudían clientas de toda España.

Después de unos años de aprendizaje y trabajo duro, Yvette se convirtió en emprendedora montando su propio centro hace 26 años: como muchos comienzos, no fue fácil sacar adelante un negocio, mientras criaba en solitario a sus dos hijos. 

Como antaño las Saurinas, Yvette ha logrado hacer realidad el sueño de crear un centro de belleza en el que dar un paso más en los tratamientos faciales y de paso, patentar un masaje que es marca registrada, SULYFTH®. y cuenta para ello con la ayuda de su hermana Sandra, su fiel escudera.

Está situado en un esquinazo lleno de luz, tras cuyas cristaleras se ve el interior de un centro de belleza que podría estar en una gran capital y, nada más traspasar el umbral, ya se respira paz y tranquilidad. Cuando Yvette recibe a una clienta, la sonrisa se adivina tras la mascarilla.

Una imagen del 'Yvette Pons Institut Sublim', en Igualada.

Una imagen del 'Yvette Pons Institut Sublim', en Igualada.

Cuando se la quita, por un instante, junto a la puerta, para saludar, puede constatarse que ella es el mejor anuncio del éxito de su técnica: parece diez años más joven de la edad que tiene y eso que, como dice el refrán y según reconoce, “en casa del herrero, cuchillo de palo”.

La gurú de los masajes faciales nos explica, paso a paso, cómo va realizar lo que ella prefiere llamar "la terapia manual y facial más completa que existe, con ocho técnicas y 430 movimientos, que se repiten entre 7 y 10 veces".

Yvette promete tratar, en una sola sesión y sin excepción, "todos los puntos que intervienen en los signos del envejecimiento facial y las causas funcionales que lo provocan, ofreciendo excelentes y altamente efectivos resultados". Y, desde luego, su técnica no es como la mayoría de los masajes faciales que conocemos.

Calificado como uno de los mejores 'liftings' faciales, Yvette explica que ha sido fruto de "mucho tiempo de experimentación y estudio", hablando con dermatólogos, osteópatas e incluso fisios, y desde luego "intuición, experiencia y paciencia".  

El interior de una de las cabinas del centro de belleza.

El interior de una de las cabinas del centro de belleza.

Una vez en la camilla, Yvette explica, paso a paso, las ocho técnicas que va a aplicar, durante los siguientes 90 minutos, sobre la piel de cara, cuello y esternón, y que va meticulosamente desgranando:

1. La técnica de linfo aperturas

2. La técnica de despeque epicraneal

3. La técnica de pianista

4. La técnica de vibración destensante

5. La técnica intra facial

6. La técnica intra nasal

7. La técnica planchado en abanico

8. La técnica de oseopresión

Se me viene a la mente la expresión "fisioterapeuta de la piel" al escuchar sus explicaciones minuciosas, porque, igual que necesitamos un fisio para la contractura de espalda o cuello, contra el envejecimiento también hace falta descontracturar los músculos de nuestra cara.

"Las dos primeras técnicas de la terapia SULYFTH® abren los puntos linfáticos principales desde el escote hasta el cráneo, actuando sobre dos funciones fundamentales a la hora de mejorar el envejecimiento y a favorecer el resultado de las técnicas posteriores", explica Yvette Pons.

En la segunda parte de la técnica, añade, "se realizan movilizaciones para ayudar al despegue epicraneal, occipital, frontal y temporal, que son los encargados, entre otras funciones, de ayudar a que todos los músculos faciales y del cuello tengan una buena elasticidad, actividad y movilidad".

Las dos siguientes técnicas "ayudan al despegue en cadena de toda la musculatura del rostro para activar el riego sanguíneo encargado de nutrir y oxigenar el tejido y las proteínas (actina y miosina) necesarias para devolver la tonificación a los músculos y a la piel".

Y su nombre no es casualidad, pues las manos de Yvette se deslizan por el cutis como las de una pianista por el teclado, produciendo despúes una vibración que logra destensar los músuclos de la cara. Son sin duda, junto a las que siguen, las técnicas más sorprendentes para quien está acostumbrado a hacerse masajes faciales.

Y ojo porque aquí viene lo duro, como en el fisio, las técnicas intra facial e intra nasal, que se realizan desde el interior de la boca y la nariz, relajando todos los músculos faciales para eliminar las contracciones y tensiones musculares que interfieren sobre las arrugas que quedan adheridas en forma de pliegues. 

"También es muy beneficiosa para equilibrar la postura y asimetrías de todo el esqueleto cráneo facial, aliviar el estrés emocional y eliminar el bruxismo". Quien haya recibido de un fisio esta última terapia, sabe bien lo dolorosa que es pero, también lo necesaria que resulta para combatir ese trastorno en el que rechinas, crujes o aprietas los dientes, de día o de noche.

Yvette la realiza con mucha suavidad, trabajando músculo por músculo, en forma de estiramiento, "aumentando de esta manera el flujo sanguíneo, potenciando su amortiguación y mejorando la elasticidad muscular". Pero no es apta para quejicas.

Además, nos explica, con el estiramiento intra nasal, "se estimula cada músculo de la nariz para mejorar las vías respiratorias, evitar la retracción del tejido con los años, prevenir las arrugas dinámicas llamadas 'de conejito' y evitar las líneas nasolabiales y nasolacrimales en las cuales influye el acortamiento del músculo elevador de la nariz".

La finalidad de las dos últimas técnicas, la de planchado en abanico y la de oseopresión, es "estimular todo el sistema neurocutáneo, relajar las fascias para eliminar la resistencia, las contracciones que provocan las líneas de expresión y el descolgamiento, al mismo tiempo que mejora todo el sistema óseo facial".

"Las técnicas con presión sobre toda la estructura ósea obligan a movilizar los huesos y los músculos en la dirección correcta, ralentizando los cambios de su estructura que con los años se va modificando, y activando los osteoblastos y el colágeno de los mismos, que son los responsables de formar un nuevo tejido óseo", añade.

Yvette Pons, durante su terapia o masaje facial.

Yvette Pons, durante su terapia o masaje facial.

El resultado de lo que Yvette llama su "Terapia de Lifting Sublime" es visible desde el primer momento: la piel aparece mas luminosa y relajada, se han difuminado notablemente las líneas de expresión y el descolgamiento, y sobre todo, la cabeza parece pesar menos. 

No nos engañemos, todo lo que sube, tenderá a bajar por la ley de la gravedad, pero han sido 90 minutos que unen un masaje sacrocraneal, uno facial, uno de cuello y escote y otro relajante que te dejan lista para brillar en cualquier evento. Tengo testigos que me encontraron "más resplandeciente y relajada" (y no sabían nada).

Y su precio puede desanimar aunque, si lo dividimos entre los 90 minutos y los resultados obtenidos, llegaremos a la conclusión de que es mejor ahorrar, pedirlo como un regalo de cumpleaños o ir escribiendo la carta los Reyes Magos pidiendo una experiencia única.

No hay trucos de magia, y sí muchas horas de práctica hasta lograr una técnica patentada y registrada (como la de la Coca-Cola). Según Malcolm Gladwell, autor del libro Outliers: The Story of Success (Fuera de serie: Por qué unas personas tienen éxito y otras no, de la editorial Taurus), la clave del éxito en cualquier disciplina está en 10.000 horas de práctica.

Es decir, para adquirir la maestría o perfección en una técnica, dice el autor, 'solo' hay que dedicarle 20 horas a la semana, durante diez años. Y pone como ejemplo a The Beatles y a Bill Gates, entre otros casos de personas fuera de serie.

Gladwell no menciona ningún caso de esteticista o, como se denomina ahora, “facialista”, pero en el caso de Yvette esta denominación es certera porque en su historia hay mucho de facial y de lista. Hoy tiene su propio centro, su propia línea de productos cosméticos aunque, según cuenta, "trabajo con varias, según las necesidades de mis clientas".

¿El secreto de su éxito?: "Durante este tiempo, no he dejado nunca de investigar y de formarme. Ahora me siento plenamente afortunada por poder dar lo mejor de mí en mi profesión, por haberme enfrentado a mis propios miedos, los cambios, y haber hecho caso de las señales que la vida me ha ido enviando".

Si no vive cerca de Igualada, no se preocupe, Sulyfth se puede disfrutar en MADRID, en todos los centros The Beauty Concept (TBC): cuyas masajistas han sido formadas por la propia Yvette.