Cuando en la gala de entrega de los últimos Premios Goya, la compositora Zeltia Montes se levantó para recoger su galardón y pronunciar uno de los discursos más emocionantes de la noche, sus palabras consiguieron traspasar la pantalla, y sus reivindicaciones se convirtieron en las de miles de mujeres que se dedican a la música en concreto, y al arte en general.

Montes reivindicaba desde su atril de vencedora, poner en valor la labor de las compositoras, cosa que en sus palabras, "no ha hecho la historia de la música", así como una mejora de las condiciones. Por supuesto, se lo dedicó a “todas las mujeres que se acuestan por las noches componiendo música”.

Éste es el sentir de todo un sector, el del arte, que conmemora y reivindica a partes iguales, en el Día Internacional de la Mujer, la necesidad de seguir rompiendo barreras, de reducir la brecha salarial, de tener oportunidades en la creación, producción, distribución, exhibición y programación de las acciones culturales.

Compositoras, ingenieras, productoras de música, actrices, escritoras, pintoras… Reunimos para MagasIN a 8 mujeres, artistas profesionales, un sector en el que se encuentran con muchas dificultades, donde el 77% de las instituciones culturales están dirigidas por hombres, y sobre el que exigen reflexión para el cambio.

Éstas son las preguntas a las que han respondido:

1. El próximo 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer ¿se ha encontrado alguna dificultad u obstáculo en su carrera por ser mujer?

2. ¿Hemos avanzado estos últimos años?

3. ¿Aún queda mucho camino para conseguir la igualdad de género?

4. ¿Qué mensaje enviaría a las mujeres jóvenes?

5. ¿Qué tenemos que reivindicar este 8 de marzo?

Aquí dejamos sus respuestas.

  • 1 de 8

    Salomé Limón

    Productora, ingeniera y diseñadora de sonido. Ha creado la Asociación PIAudio, consciente de la dificultad que tienen las mujeres para trabajar en un sector muy masculinizado. Limón ha ganado 5 Latin Grammy y ha estado nominada a los Grammy. Ahora, entre los miles de proyectos en los que está inmersa, destaca las colaboraciones con Emilio Aragón, y sus propias composiciones.

    1. He encontrado dificultades como artista, como ingeniera, como productora, como madre, como todo... Es muy difícil. Es difícil conseguir que te den la oportunidad, hacerse un hueco, conciliar... Y a veces, nosotras mismas con el ‘síndrome de la impostora’ no nos lo ponemos fácil tampoco.

    2. Sí creo que hayamos avanzado. Cada vez hay más mujeres en puestos de trabajo en los que antes sólo había hombres. Ingenieras de directo, de estudio, en las clases que doy, en las mesas redondas... Cada vez hay más chicas que se ponen en contacto conmigo para hacer prácticas. Y también, instrumentistas de todos los niveles, así como en el mundo del cine, en los equipos de sonido en el rodaje y en la postproducción. Nos queda todavía mucho, pero estamos en camino de recuperar el lugar que siempre nos correspondió. 

    3. Aún queda mucho camino para la igualdad, y me temo que mi hija Catalina, de cuatro años aún no la va a vivir. Aunque vamos en esa dirección, a este ritmo van a pasar al menos cien años hasta que podamos decir que hay igualdad.

    4. A las niñas les diría que trabajen mucho. Que hagan lo que amen y que amen lo que hagan, y que se diviertan. Pueden hacer lo que quieran, y que se apoyen las unas a las otras.  Para mí, la palabra clave es “colaboración”. Pero se lo diría muy pronto, a los 4 ó 5 años, que es cuando los estudios de la OCDE nos dicen que las niñas deciden si son capaces de algo o no. Y es ahí, cuando necesitan referentes y ejemplos de todo lo que pueden conseguir, antes de que sus familias o la sociedad les digan lo contrario.

    5. Claro que tenemos algo que celebrar. Cada vez nos buscamos y apoyamos más. Vamos rompiendo tópicos y barreras, y rompiendo también con nuestros miedos y prejuicios. O al menos yo. Y si así, cada vez somos más, más visibles y más seguras, más fácil será encontrarnos y que nos encuentren para trabajar y para crecer. 

  • 2 de 8

    Nieves Mateo

    Actriz, periodista, investigadora y profesora de Interpretación actoral en la RESAD. Trabaja en la Asociación para la Igualdad de Género en la Cultura, Clásicas y Modernas, como vicepresidenta de artes escénicas.

    Actualmente, ensaya la función Ay, Carmela, de Jose Sanchis Sinisterra, con Unicornio Teatro, que se estrena en abril, en el Auditorio Pilar Bardem, de Rivas. Por otra parte, en Clásicas y Modernas está inmersa en el plan estratégico diseñado por Fátima Anllo, presidenta de la asociación, para profundizar en las estrategias y políticas de acción positiva en favor de la igualdad de las mujeres en el ámbito de la cultura.

    El 7 de marzo presenta en la SGAE el estudio ¿Dónde están las mujeres en la música sinfónica? para expresar con datos reales, el mapa de la desigualdad en la creación nacional, porque la herramienta de la desagregación por sexos en el sector de la gestión, programación y creación en artes escénicas es la primera lupa que da cuenta un problema, que no sólo es cuantitativo, sino cualitativo porque el sesgo de género merma e invisibiliza la mirada, las temáticas y los lenguajes creativos de las creadoras y por tanto, nos falta una parte de la cultura artística, como sociedad.

    1. He de confesar que, como la mayor parte de mujeres que conozco, el reconocimiento de las dificultades en mi carrera artística por el hecho de ser mujer se produjo cuando me puse “las gafas violetas”. Siempre he sido muy luchadora y he trabajado con todo tipo de equipos. Sin embargo, me sentía más acompañada y trabajaba mejor con mujeres al lado y con una visión horizontal del trabajo.

    Mi consciencia feminista se forjó con un colectivo de mujeres de las artes escénicas en Madrid, las Marías Guerreras, junto a la autora, Itziar Pascual, entre otras; también asistiendo a los encuentros de creadoras que organizaba Margarita Borja en el Festival de Teatro Iberoamericano de Cádiz y viendo las obras de la coreógrafa Pina Baush o la directora de teatro Ariane Mnouchkine.

    Al relacionarme con mujeres que investigaban y pensaban con perspectiva feminista, mi mirada hacia mi propia experiencia se transformó por completo. Adquirí un mayor compromiso en lo que hacía y sobre todo, en contar y visibilizar trabajos de artistas magníficas, que no tenían reconocimiento. En esa época, tuve claro que no es que no haya habido mujeres en la historia de la cultura universal en los diversos ámbitos artísticos, sino que fueron silenciadas u olvidadas junto a sus obras.

    Por eso me parece tan importante contrarrestar el peso del canon patriarcal -ese largo y ancho camino tan perfectamente trazado en la historia de las artes-, con el rescate constante de las obras de las mujeres; caminos que desaparecen, como el río Guadiana, pero cuyas aguas subterráneas están siempre ahí, aunque no sean visibles a los ojos.

    Hace unos años tuve una crisis; acababa de terminar mi tesis doctoral por la que había conseguido un Cum laude y Premio Extraordinario de Doctorado con Maestras y actrices del teatro español en el siglo XX. Sufrí "el síndrome del impostor", ese fenómeno en el cual no somos capaces de reconocer nuestros logros realmente como nuestros. Estaba saturada por la presión a la que yo solita había sido empujada, quería brillar, pero pasé tres meses sin reconocerme; entraba en mi despacho lleno de una vida académica y profesional que no reconocía, y lo peor, tenía la impresión interna y vergonzante de que no lo merecía, que no sabía tanto… que era una impostora. De vez en cuando viene el monstruo. Lo aplaco diciéndome el mejor consejo que obtuve nunca de mi director de tesis, Francisco Gutiérrez Carbajo: "nadie sabe más de lo que has investigado que tú misma”, y recupero la confianza.

    2. Claro que hemos avanzado. En nuestro país ha habido una enorme consciencia asociativa y feminista que han realizado una gran transformación social, y conseguido mejoras en las vidas de las mujeres. Pero al igual que avanzan los progresos, se levantan los obstáculos. Estamos en estos momentos valorando cómo avanzar ante los nuevos retos, con todo lo conseguido en materia de igualdad. Tenemos temas candentes en el seno de Clásicas y Modernas, como el desplazamiento que está sufriendo el movimiento feminista por la inclusión de la diversidad sexual y el fenómeno transgénero en las políticas de acción positiva, el debate entre la abolición o la regulación de la prostitución, o los vientres de alquiler.

    Desde el punto de vista general de la cultura, el Informe sobre la aplicación de la Ley de Igualdad, del Ministerio de Cultura, señala el poder abrumadoramente masculino en la legitimación cultural, así como la brecha tecnológica y salarial de las mujeres. En las artes escénicas en particular, observamos cierta mejora en algunos ámbitos, como son los jurados y las comisiones de valoración de ayudas, donde se ha alcanzado la paridad. Son los patronatos, los órganos de gobierno con mayor poder de todos los órganos colegiados estudiados en este Informe los que se han mostrado más refractarios a la incorporación de las mujeres, que apenas superan el 25%. El 77% de las instituciones culturales son dirigidas por hombres.

    3. Las mujeres somos las que sostenemos el sistema cultural, pero tenemos menos oportunidades de creación y de acceso al poder. Por ello, luchamos porque en los procesos de selección de los principales puestos de legitimación cultural y artística, en especial en las direcciones artísticas, entren más mujeres, así como en todas aquellas actividades que conlleven la creación, producción, distribución, exhibición o programación de obras, tanto de nueva creación como las ya existentes.

    4. Les diría que observen a su alrededor, que cultiven la curiosidad y el conocimiento pero sin dejar que escucharse a sí mismas. Les diría que lean historias de mujeres que nos han precedido y que han abierto un camino de creatividad y libertad enorme en el que ser nosotras mismas con responsabilidad y compromiso en las acciones que emprendan. Les diría que van a tener que luchar por conseguir acercarse siquiera a lo que sueñan, pero que existen otras muchas mujeres con las que bailar, pensar y crear juntas. Les diría que siempre hay obstáculos y que sabiéndolo, podrán pensar y generar respuestas más inteligentes y sabias.

    5. Yo lo celebro todo el año porque estoy rodeada a diario de mujeres valientes y maravillosas.

  • 3 de 8

    Albanta San Román

    Actriz y autora de Una primavera permanente (Zenith). También es creadora y comunicadora de diversos proyectos artísticos en sus redes sociales, y ejerce de directora y guionista de su propio podcast 'Keep It Cutre'. Actualmente, trabaja en la obra teatral 'Los Monólogos de la Vagina' en el Nuevo Teatro Alcalá, y acaba de publicar su segundo libro ‘De trizas, corazón’.

    1. Claro que he encontrado dificultades, pero creo que en prácticamente todos los oficios nuestro recorrido es más dificultoso. Siendo actriz, por ejemplo, la presión sobre nuestro físico es abrumadora, al igual que al exponerte en redes sociales. Está tremendamente normalizado que nuestros cuerpos se convierten en juicios públicos, por ejemplo.

    2. Sin duda hemos avanzado. Es cierto que en los últimos años hemos dado pasos de gigante en el terreno de los derechos sociales en nuestro país, pero esto no implica que todo esté hecho. No sólo queda muchísimo por hacer, sino que hay partidos que en sus programas electorales incluyen retrocesos en materia de derechos humanos, y es algo que no podemos permitir.

    3. Como comentaba creo indudablemente que aún queda mucho por hacer. Y quien opine que lo contrario, quien opine que ya existe una igualdad entre hombres y mujeres, está muy desconectado de la realidad.

    4. A las niñas les aconsejo que crean en ellas. El mundo está, desde que somos niñas, incitando constantemente a que dudemos de nosotras mismas. En esta sociedad voraz, el amor propio y la confianza en una misma son actos de supervivencia.

    5. Más que celebrar, el 8M es un día de reivindicar. Es necesario garantizar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y es necesario que esto suceda en todos los rincones del mundo, y que suceda ya. 

  • 4 de 8

    Beatriz Velilla

    Directora de escena, guionista y docente. Egresada en Arte Dramático por Dirección y Dramaturgia (RESAD, Madrid), economista y Máster en Política Social. En 2010 fundó 'BarLovento Teatro', compañía especializada en teatro para la transformación social. Y desde el inicio de la pandemia, preside 'La Liga de las Mujeres Profesionales del Teatro'.

    Actualmente, dirige la obra de teatro 'Migraaantes', y continúa con su obra 'Cuéntalo!' que lleva a colegios e institutos, para la prevención del bullying entre el alumnado adolescente.

    En cine, acaba de estrenar el cortometraje 'El Palacio de las Pipas', que es un homenaje a las mujeres cineastas, y está desarrollando el largometraje 'Amaia, el principio del fin'.

    1. Si que he encontrado dificultades. El techo de cristal es una realidad generalizada, creo que aún lo es más para las mujeres artistas que, a menudo, nos movemos en entornos precarizados, con contratos intermitentes y con una incertidumbre que, si bien es inherente a nuestra profesión, tras el inicio de la pandemia es desproporcionada. Ser mujer, de mediana edad y artista es tener todas las papeletas para hacerte invisible.

    2. Creo que la lucha feminista, las políticas de igualdad, movimientos como el #metoo, el asociacionismo o las manifestaciones del 8 de marzo de los últimos años nos han hecho avanzar, sin duda, aunque todavía falta mucho camino para lograr la paridad.

    3. Creo que aún queda mucho por avanzar, y que hay que exigir medidas concretas y efectivas como el cumplimiento en las organizaciones culturales de la Ley de Igualdad, aprobada en 2007, y exigir la penalización de quienes no la cumplan.

    Y, en paralelo a la lucha por la igualdad de género, debemos reconocer la contribución de las profesiones artísticas al PIB y su importancia en el bienestar social de las personas.

    Debemos exigir a la sociedad que deje de asociar la cultura con el voluntariado, así como la formalización del Estatuto del Artista, que lleva sufriendo retrasos desde 2018, tras ser aprobado por unanimidad en el Congreso de los Diputados. Tenemos que seguir luchando por la equidad de género desde todos los ámbitos y por la dignificación de las profesiones artísticas.

    4. Les diría a las niñas que crean en sí mismas y se formen en aquello que les guste. Y que no se conformen con “sobrevivir”. Muchas veces oímos eso de “qué bien, haces lo que te gusta”, como si que te gustara tu profesión fuera un lujo. Ser artista o trabajadora de la cultura no es un lujo. Lo que sí es un lujo es trabajar gratis, tener que rogar por conseguir experiencia o tener que estar probando repetidamente el valor añadido que supone una buena formación o trayectoria en el medio teatral. Eso sí que es un lujo que no nos podemos, ni queremos, permitir. Les diría que se esfuercen, sí, pero que se merecen todo lo bueno que les pasa. Y a los niños del futuro también les haría ver la necesidad de ser parte de esa igualdad. La lucha feminista es cosa de todos y todas.

    5. Siempre hay mucho que celebrar. Mi hija adolescente y mi hijo de ocho años celebran junto a mí y su padre este día. Somos conscientes de la importancia y la necesidad de lograr un mundo igualitario. Y lo seguiremos celebrando hasta que, precisamente, no haya que celebrarlo porque nos hayamos cargado la desigualdad y el techo de cristal.

  • 5 de 8

    Dora García

    Artista visual y profesora en la Academia Nacional de Arte de Oslo. Como artista trabaja con performance, texto, y realiza películas. A punto de finalizar un proyecto largo que le ha llevado casi cuatro años, sobre Alexandra Kollontai, revolucionaria soviética y activista sexual. Ha producido hasta ahora dos libros, dos mediometrajes, y espera finalizar un largometraje a finales de este año. 

    1. He encontrado dificultades en mi vida en general. Dificultades grandes en alguna ocasión y pequeñas a diario, con los paternalismos, las condescendencias y las gracietas misóginas.

    2. Sí, hemos avanzado, pero no nos han regalado nada; cada avance ha habido que pelearlo a muerte. 

    3. Evidentemente aún queda mucho por recorrer para conseguir la igualdad en general

    4. A las niñas les diría que sean solidarias entre ellas y solidarias con todas aquellas que sufren discriminación por una multitud de factores: género, racialización, clase, capacitismo, disidencia sexual - todas son aliadas. 

    5. El 8 de marzo no es un día de celebración, sino de reivindicación y lucha. No es una fiesta, es una batalla. Recordemos lo que se celebra, no es el día de la madre (que es una fiesta instituida por Mussolini) sino el día de la mujer trabajadora, propuesto por la comunista Clara Zetkin, que se fijó el ocho de marzo, por ser en este mes, en el que unas trabajadoras perdieron la vida en un incendio durante una huelga en Nueva York, y el mes en el que el gobierno provisional de 1917, dio el voto a las mujeres en Rusia. Es por tanto, un día con un claro color político. Así pues, no celebramos: luchamos.

  • 6 de 8

    Isabel Royan

    Compositora de bandas sonoras y música de concierto, orquestadora, productora musical y sound designer. Se formó entre Málaga, Madrid y Estados Unidos, graduándose en composición y especializándose en música para cine, videojuegos y multimedia. También se formó en etnomusicología y flamenco. Ha estado nominada a diversos premios (Jerry Goldsmith, Fimucinema, Play Station Talents...) por su música, que explora la tímbrica orquestral contemporánea, conviviendo con sonidos como la electroacústica, la música indie o el jazz.

    Acaba de finalizar la música de dos proyectos que se presentan en el Festival de Málaga de este año; el largometraje 'Emilio Prados, cazador de nubes', y un thriller de Kiko Prada.

    1. Creo que quizás la dificultad que más solemos comentar entre las compositoras, es la falta de oportunidades de trabajos de gran envergadura. Aunque es algo que creo que está mejorando mucho, sobre todo, gracias a las mujeres que ya son referentes. Recientemente Zeltia Montes, que hizo un discurso muy acertado al recibir el Premio Goya a la mejor música original este año, puso el foco en esto, entre otras cosas, y en cómo se notaba a veces, la falta de oportunidades y los presupuestos ajustados.

    2. Creo que hemos avanzado mucho, y también que la confianza en las compositoras, orquestadoras, productoras... es cada vez mayor, porque cada vez se visibiliza más nuestro trabajo, nuestros resultados... Estoy segura de que esto pronto será algo que podamos llamar "del pasado". 

    3. Yo creo que se ha avanzado al menos en el campo musical de la composición, la producción... Cada vez tenemos más presencia, es el fruto de muchos años de formación, referentes y ánimos a las niñas que empezaron a formarse hace tiempo.

    4. Les diría que fuesen perseverantes, trabajadoras y que en este campo, y en todos, hay un sitio para ellas, que el futuro de la música necesita escuchar su talento también.

    5. Yo creo que más que un día para celebrar es un día para reflexionar y tomar conciencia de lo que significa ser iguales. De poner en valor el trabajo de muchas científicas, artistas, educadoras, que no han tenido aún su espacio en la historia que nos han contado, y que nuestra visión de todo está un poco "a medias".

  • 7 de 8

    Laura Riñón

    Escritora y fundadora de su propia librería. Asegura que tuvo la suerte de nacer en el lugar donde lo hizo, porque nunca ha encontrado trabas para elegir su camino.

    Tiene una hermana y dos hermanos “a los que nos dieron las mismas oportunidades”, afirma y continúa: “Mis padres nos dieron una educación basada en los valores, respeto y el esfuerzo. Jugué a un deporte de equipo de pequeña, estudié en el extranjero, me matriculé en la facultad de Derecho de la Universidad de Alcalá de Henares, abandoné la carrera, trabajé como azafata de vuelo, publiqué tres libros, abrí una librería y seguí publicando.  Ahora escribo, leo y recomiendo”, concluye.

    1. Nunca me he encontrado dificultades. Siempre me he sentido respetada, valorada y he intentado aprender de las personas que se han cruzado en mi camino. 

    2. Avanzamos y nos estancamos cada cierto tiempo. El primer paso para retroceder se da cuando una organización o partido político se autoproclama abanderado de una causa, en la que todos deberíamos tener idénticos intereses. 

    3. Queda mucho por hacer, pero también debemos aprender a celebrar lo logrado.  

    4. A todas las niñas y los niños del futuro, les diría que nunca dejen que su género les defina. Que son personas y que se hagan respetar, de la misma manera que ellos respeten al resto.  

    5. Después de lo que hemos vivido en estos dos años, diría que hay que celebrar la vida.

  • 8 de 8

    Vera Yin Yang

    Artista reivindicativa. “De pequeña decidí que para sobrellevar lo que ocurría a mi alrededor, me haría invisible. Aprendí a gritar sin hacer ruido a través de mis dibujos. Creo en el arte como en una herramienta útil para conseguir  el cambio social necesario. Trabajo dos temáticas en especial, en las que he ido aprendiendo y formándome a lo largo de mi experiencia, que son el feminismo y la diversidad, y mi mensaje es un mensaje claro de empoderamiento”, asegura Vera.

    “Actualmente, estoy ultimando unas ilustraciones para una campaña a nivel nacional que saldrán próximamente, además estoy trabajando junto con otro artista, en una intervención en calle, reivindicativa para este 8 de Marzo. También continúo, siempre que puedo, encerrándome en mi estudio, preparando mi próxima exposición, que versará sobre el tema de la culpa”, concluye.

    1. Si, teniendo en cuenta, las dificultades que conlleva ya de por sí en esta estructura social, ser mujer trabajadora y madre que vive sola… Sobrellevar toda la carga que conllevan todas estas facetas…

    También me he encontrado con la dificultad de entrar en ciertos circuitos artísticos formados en su mayoría por hombres, donde la mujer solo se hace visible el mes de Marzo.

    2. Considero que aunque queda mucho por hacer, hoy están surgiendo debates y se están visibilizando ciertos temas, que antes eran tabú, y creo que esto siempre es bueno, aunque incomode a una minoría reaccionaria.

    3. Por supuesto que queda mucho camino. Aún existen muchas desigualdades, como por ejemplo el trabajo no remunerado que continua recayendo en la mujer, el techo de cristal, la brecha salarial... Además de muchas desigualdades, que aunque desde una posición privilegiada no estamos viviendo, muchas mujeres en todo el mundo siguen sufriendo.

    4. A las niñas les diría que no hagan como yo. Que no tarden tanto en dejar de obedecer. Me costó 30 años de mi vida, aprender a pensar por mí misma. Que no se conformen con lo que les dice la sociedad, qué tienen que hacer y cómo tienen que ser. Que aprendan filosofía, ética… Que cuestionen todo lo que les viene dado, todas las enseñanzas impuestas por la familia, las instituciones, la iglesia… y sobre todo, que aprendan a escucharse y a conocerse. Que internet y las redes sociales sean su ventana al mundo, a la diversidad y al conocimiento.

    5. EL 8 de Marzo no se celebra, se conmemora y se reivindica. La lucha continua siendo necesaria.