Camille Kouchner, autora de 'La familia grande'.

Camille Kouchner, autora de 'La familia grande'. Enrique Falcón

Actualidad

Camille Kouchner: "Se responsabiliza del incesto a las mujeres, pero la culpa fue de mi padrastro"

Camille Kouchner revolucionó la política y la sociedad francesas al denunciar los abusos sexuales de su padrastro, el famoso gurú socialista Olivier Duhamel, sobre su hermano.

8 octubre, 2021 02:23

Noticias relacionadas

En enero de este año, Camille Kouchner sacudió la sociedad francesa. Su libro La familia grande, que llega ahora a España de la mano de Península, desveló un secreto que su familia llevaba años arrastrando: su padrastro, Olivier Duhamel, un famoso gurú socialista, abusó sexualmente de su hermano cuando este tenía 14 años. A raíz de la publicación se inició el movimiento 'MeTooInceste' y miles de personas compartieron sus propias experiencias de abusos sexuales e incesto dentro de sus familias.

La autora, de 46 años, es hija del médico y exministro de Salud Bernard Kouchner, y de la escritora y politóloga Évelyne Pisier. Tal y como cuenta en su libro, tuvo una infancia feliz que se desarrolló en un ambiente académico, intelectual y liberal. Sus padres se separaron cuando ella era una niña y ambos rehicieron sus vidas. Su madre se casó con Duhamel y él pasó a ser una figura clave de su vida. Le cuidó, le educó, y ella llegó a quererle como a un padre.

Todo se derrumbó cuando su hermano mellizo le contó los abusos de Duhamel. Camille fue la primera en enterarse, cuando solo tenía 14 años. No sabía a quién acudir, ni siquiera era capaz de asumir que lo ocurrido estaba mal. En 2008 su hermano se lo dijo a su madre, que decidió callar y seguir con su marido. Así, el secreto permaneció en la familia hasta este año, cuando Camille sintió que había llegado la hora de contar su historia. 

Portada de 'La familia grande'.

Portada de 'La familia grande'.

"Decidí escribirlo en el momento del fallecimiento de mi madre -que murió en 2017- porque ya no tenía la necesidad de protegerla. Hay varias etapas en la confrontación con el incesto: está el decirlo en el pequeño círculo familiar y luego el salir del silencio de forma más amplia". Como ya había prescrito el delito y "la justicia no podía hacer nada, fue la literatura la que vino en nuestra ayuda". 

Para Camille, era el momento de romper el silencio que había guardado tantos años, y que ya le parecía una forma de cobardía. "En el libro intento escribir y describir cómo lo sentía en cada momento, y el silencio no significa lo mismo en cada etapa. En la adolescencia, con un hermano que te confiesa algo, es encontrarse en el mismo ascendente, bajo el mismo peso de los padres, sufrir lo mismo. Ese silencio no es cobardía, yo tenía razones para callarme y no deshacer la familia. Entre los 20 y 30 años creo que es el momento en el que tomo conciencia de las cosas. Cuando tuve hijos me parecía imposible no decírselo a ellos. El libro habla sobre la magnífica transmisión que me hizo mi madre, pero también la transmisión del silencio que separa. Entonces, a partir de esa toma de conciencia con mis hijos, consideré que no hablar sí que era cobardía". 

En defensa de su madre

El motivo por el que no lo hizo hasta que su madre murió fue evitarle más sufrimiento ya que, además de saber que su marido había abusado de su hijo, anteriormente había vivido los suicidios de sus padres. Por eso Camille la defiende de los que la acusan de ser cómplice del pederasta. "Como hija, mi postura es la peor para apreciar objetivamente las cosas. Lo que sé es que mi madre me transmitió su feminismo, el humor, la literatura, muchísimas cosas. Sencillamente tuvo muchos dramas en su vida y creo que no tenía las fuerzas de afrontar otro", explica. 

"De hecho, creo que hay que reflexionar sobre el papel de las madres cuando ocurren cosas así. Cuando vemos la cantidad de ejemplos -en la mayoría de los casos los agresores son hombres-, efectivamente, el papel de la madre no es secundario, estoy de acuerdo, pero me gustaría luchar contra el reflejo casi automático de cargar a las mujeres, de hacerlas responsables constantemente. En este caso hay un solo culpable y es un hombre. Me gustaría entender que es lo que ocurrió en la cabeza de mi madre y me parece que es inexcusable frente a sus hijos, pero no es ella la que hizo esas cosas".

Camille Kouchner durante la entrevista en The First One Hotel Boutique de Madrid.

Camille Kouchner durante la entrevista en The First One Hotel Boutique de Madrid. Enrique Falcón

El libro, aunque es conocido por ese incesto que marcó a la familia, es también un retrato de su madre, una mujer inteligente, feminista, fuerte y cariñosa, tal y como la describe Camille. Ella es el hilo conductor aunque todo el mundo se empeñe en centrarse en su padrastro. "Intento transmitir este punto de vista y que la quiero mucho. Me gusta que pueda haber lazos de amor y servirme de la literatura para mostrar la ambivalencia de las relaciones. Lograr exponer en 200 páginas las diferentes miradas que se puede tener sobre los padres. Por eso tenía la necesidad de escribirlo".

Esa ambivalencia en las relaciones también la siente con su padrastro, aunque, apunta, "en ningún momento invierto a la víctima y al culpable". "Es una situación muy difícil. Lo propio del incesto es que hay que acusar personas a las que amamos. No solo las perdemos, sino que en cierta forma las condenamos. Para mí está muy claro que él es el responsable de lo que hizo, pero aun así, es él quien me educó y por lo tanto es difícil de jugar ese doble papel".