Fran mencionó que hacen falta conductores comprometidos y disciplinados.

Fran mencionó que hacen falta conductores comprometidos y disciplinados.

Motor

Fran, conductor de camiones cisterna, sorprende a todos al desvelar su salario: “Puedes ganar 2.000 largos sin tener estudios”

El experimentado conductor señaló que en este sector suele no dar prioridad al tema estudios y preparación académica. 

Más información: Simone, camionero internacional, habla sin filtros sobre la diferencia de salarios en Europa: “Un transportista francés…”

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El salario real de los camioneros y lo que puede llegar a ganar alguien que empieza en el sector sigue generando curiosidad, dudas y muchos mitos. Para Fran, un joven conductor que pasó por varios tipos de transporte antes de quedarse en cisternas y góndolas, su experiencia, marcada por cambios constantes y decisiones arriesgadas, mostró cómo se mueve el dinero dentro del oficio y qué condiciones encuentra quien decide vivir de la carretera.

¿Cuánto puede ganar un camionero joven sin estudios?

En una conversación en el canal Rutas de Éxito, Fran declaró que muchos jóvenes desconocían cuánto se puede ganar en el transporte. Aseguró que, aún entrando desde cero, era posible alcanzar “2.000 largos” sin formación académica superior. Señaló que ese salto salarial suele atraer a personas que vienen de empleos peor pagados, especialmente mozos de almacén o trabajadores con contratos precarios.

Sin embargo, advirtió que el dinero no lo es todo. Explicó que el oficio exige sacrificios, jornadas extensas y una capacidad real para soportar estrés, imprevistos y horas fuera de casa. “Si no te gusta, te quemas”, afirmó al recordar que muchos compañeros entraban motivados por el sueldo, pero abandonaban rápido al descubrir el ritmo real de trabajo.

Diferentes trabajos, distintos mundos: bañeras, lonas, frigo e internacional

Fran detalló que su trayectoria estuvo marcada por cambios constantes. Empezó con transporte de palets, pero terminó quemado porque “no tenía minutos” para conducir y buscó algo más dinámico. Luego pasó al internacional con lona, animado por la idea de ganar experiencia y salir de la rutina. Recordó que se compró un GPS específico de camión, “indispensable”, dijo, y empezó a hacer rutas por Alemania, Holanda o Bélgica.

Lo que más le sorprendió al dar el salto al internacional fue la dificultad para encontrar áreas donde dormir. Contó que, en países como Francia o Alemania, si un conductor no estaba aparcado antes de las cinco de la tarde era muy probable que terminara durmiendo en incorporaciones, zonas de obra o espacios improvisados. También relató que el idioma suponía un reto al principio, aunque con un poco de inglés y algunas frases sueltas en alemán podía defenderse.

La experiencia le permitió entender por qué muchos conductores acaban frustrados: sueldos mejorables, presión de las empresas, horarios exigentes y poca comprensión cuando alguien que empieza quiere avanzar. Tras varios meses fuera y un conflicto con la jefa por condiciones y descansos, decidió dejar la empresa.

Volver a empezar: estabilidad, especialización y un salario que por fin valoró su trabajo

Después de regresar a una compañía donde ya había trabajado, Fran logró una estabilidad distinta. Con el tiempo terminó entrando en una empresa de góndolas y transportes especiales, un sector menos común que el de lona o frigo y que, según explicó, suele remunerar mejor por la responsabilidad añadida.

Contó que en su empleo actual hacía jornadas de unas doce horas, algo que consideró habitual en el transporte, con un salario base que rondaba los “2.100 euros”, más complementos por llevar góndola y dietas de 70 euros por día fuera de casa. Señaló que, gracias a los viajes frecuentes y a la posibilidad de organizarse con nevera y comida propia, conseguía ahorrar más y sentir que su esfuerzo estaba compensado.

Aseguró estar “muy contento” con la empresa, sobre todo porque la tenía cerca de casa, el trato era bueno y las horas extra a partir de las seis de la tarde se pagaban a 15 euros. Para él, esa suma de factores hacía la diferencia entre quemarse y poder construir una vida alrededor del camión.

El problema real: falta de profesionales y salarios presionados

Fran afirmó que sí hay trabajo para camioneros, pero que el sector sufre por la falta de profesionalidad tanto en parte del empresariado como entre algunos conductores. Según explicó, cuando alguien que entra nuevo no cuida el camión, rompe material, conduce sin atención o genera gastos innecesarios, esa pérdida acaba repercutiendo en toda la empresa y, en ocasiones, en los salarios.

También comentó que el precio del gasoil y otros costes operativos apretaban márgenes que ya eran ajustados. Aseguró que muchos buenos conductores estaban dejando el oficio porque las condiciones no compensaban tantas horas fuera de casa, y que esa fuga de personal afectaba directamente la calidad del trabajo y la presión sobre los que se quedaban.

Fran también comentó que en España y parte de Europa faltaba empatía hacia el camionero. Contó casos de compañeros que llegaban a una fábrica un viernes a la una y media, y eran obligados a esperar hasta el lunes porque el personal no quería alargar su jornada media hora.

“Si te gusta, adelante”: su consejo para quienes quieren empezar

Hacia el final de la entrevista, Fran insistió en que el transporte no es para todos. Declaró que quien no disfrute la carretera, los cambios de planificación y los imprevistos diarios acabará quemado. Pero también aseguró que quien encuentre una buena empresa y se especialice puede ganar bien y construir un futuro estable.

Explicó que pasar por distintos tipos de remolque, bañera, lona, frigo, góndola, le dio la experiencia que hoy le permite optar a mejores condiciones. Dijo que la clave estaba en no cerrarse, aprender constantemente y valorar lo que se tiene antes de cambiar de empresa por impulso.