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Las llamadas a revisión de vehículos en EEUU lastran la rentabilidad de las empresas de alquiler de coches

Hasta el tercer trimestre se retiraron cerca de 9,8 millones de vehículos, el nivel más alto desde principios de 2024, de los que el 55% fueron unidades de Ford.

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La transformación de la industria automovilística no pasa sólo por los fabricantes, también afecta a diversas compañías que necesitan los vehículos, como sucede con las empresas de alquiler de coches.

En Estados Unidos (EEUU), al cierre del tercer trimestre se han llamado a revisión a cerca de 9,8 millones de unidades, lo que supone el dato más alto desde principios de 2024, según el Departamento de Transporte de EEUU. De este total, un único fabricante acaparó el 55% de las llamadas a revisión: Ford.

Esta situación afectó especialmente a las empresas de alquiler de vehículos, las cuales se encontraron con dificultades operativas y de rentabilidad en el corto plazo, según la agencia de calificación Fitch. Es lo que ha sucedido a compañías como Hertz o Avis.

Pero, ¿a qué se debe tanta llamada a revisión por parte de las autoridades? Principalmente, a la complejidad de los vehículos, a los problemas de integración de software y a las interdependencias en la cadena de suministro entre los fabricantes.

Estas llamadas a revisión generan periodos prolongados de inactividad a estas firmas, las cuales superan el tiempo de mantenimiento habitual. Dicha situación afecta directamente a la utilización de su flota disponible y a las estrategias de gestión de las mismas.

Cabe recordar que las empresas de alquiler de vehículos carecen de mecanismos de compensación por la pérdida de utilización, ingresos o costes operativos durante los periodos prolongados de inactividad.

De hecho, la persistencia de esta tendencia podría socavar las estrategias de modernización de las flotas, destinadas a reducir la depreciación por unidad y mejorar la satisfacción del cliente, lo que a su vez retrasaría la mejora de los márgenes.

Avis y Hertz, afectadas

Al cierre del tercer trimestre, Avis informó de que el 5% de su flota de alquiler en América estaba sujeta a llamadas a revisión. Además, dos tercios de los vehículos llamados a revisión estaban a la espera de piezas, lo que reduce la utilización y aumenta los costes de la flota.

El impacto de estas llamadas a revisión en las cuentas al cierre del tercer trimestre de la compañía estadounidense se situó en el entorno de los 60 millones de dólares (51,7 millones de euros al cambio actual) en costes directos.

Además, la multinacional norteamericana prevé que estos costes se sitúen entre los 90 y los 100 millones de dólares (entre 77,5 y 86,2 millones de euros).

En el caso de Hertz, el porcentaje de su flota afectado por las llamadas a revisión al cierre del tercer trimestre se situaba en el 2%.

Pese a la menor exposición, Hertz prevé que este tipo de llamadas persistan en el corto plazo, lo que afectará a la utilización de sus vehículos. En el tercer trimestre, la tasa de utilización de su flota se situó en el 84%.

Debido a esta situación, ambas compañías se han visto obligadas a revisar a la baja sus previsiones para el año en curso. Ahora bien, la agencia de calificación considera que estas limitaciones de oferta "podrían contribuir a la fijación de precios y compensar parcialmente la presión sobre los ingresos mediante una mayor disciplina en las tarifas de alquiler del sector".

Liquidez suficiente

Pese a este problema que tienen las alquiladoras, Fitch considera que este impacto se verá mitigado por una "liquidez adecuada".

Al cierre del tercer trimestre, Avis contaba con 1.000 millones de dólares (862 millones de euros) en liquidez, mientras que Hertz disponía de otros 2.200 millones de dólares (1.897 millones de euros).

Además, dado que ambas compañías han completado en gran medida la renovación de sus flotas, las necesidades de liquidez a corto plazo son moderadas.