El CEO de Stellantis, Carlos Tavares.

El CEO de Stellantis, Carlos Tavares. Reuters

Motor

Tavares (CEO de Stellantis): "Llevará tiempo que los coches eléctricos tengan precios accesibles a la clase media"

Este directivo afirma que no es sostenible que un coche eléctrico lleve 500 kilos de materias primas en las baterías.

5 abril, 2024 02:34

Carlos Tavares es el CEO de Stellantis, grupo que aglutina a marcas como Peugeot, Citroën, Opel, Fiat, Jeep y DS, entre otras. En 2023, el Grupo Stellantis vendió un total de 6,4 millones de coches incrementado su facturación hasta los 189.544 millones, un 6% más.

No obstante, donde Tavares obtiene una magnífica posición es en los beneficios, ya que fue el segundo fabricante con más beneficios en 2023, llegando hasta los 18.625 millones, un 11% más. Esto supone que tiene una rentabilidad de casi el 10% sobre la facturación.

Sin embargo, Stellantis, al igual que otros gigantes del automóvil, se enfrenta al desafío europeo de abandonar el motor que 'echa humo' por el escape para dar el 'salto hacia la movilidad eléctrica'. Un movimiento que tiene como fecha máxima el año 2035, que es cuando dejarán de vender vehículos que expulsen emisiones.

Hoy, esta transición está principalmente basada en el vehículo eléctrico. Sin embargo, el coche eléctrico tiene también retos como el precio, la autonomía y la infraestructura de recarga.

Con motivo del Freedom of Mobility Forum, un foro internacional donde se busca encontrar soluciones a estos desafíos desde la ciencia, lo social y lo económico recogemos la intervención de Carlos Tavares en formato entrevista, con preguntas formuladas por los participantes en este diálogo. Así han sido las respuestas de este directivo…

Carlos Tavares, CEO de Stellantis, junto a Enmanuel Macron, presidente de Francia.

Carlos Tavares, CEO de Stellantis, junto a Enmanuel Macron, presidente de Francia. José Luis Cano

¿Qué opinión tiene de la transición hacia los vehículos eléctricos?

Hay que alejarse de los pensamientos dogmáticos, donde solo hay un punto de vista único. Este tipo de dogmas no suelen funcionar. Hay que tener en cuenta que los vehículos eléctricos actuales pueden ser una solución para algunas de nuestras sociedades, pero también necesitan un avance muy significativo.

¿A qué se refiere?

En términos de la química de las baterías en este momento para una autonomía decente estamos utilizando cerca de 500 kilos adicionales de materias primas. Y esto no parece muy sostenible.

Por ello, está claro que la industria necesita en las próximas décadas un gran avance en la densidad de las celdas, para reducir al menos en un 50% el peso y también el uso de materias primas de los vehículos eléctricos. Y estamos en el camino de ello.

Carlos Tavares, CEO de Stellantis

"En la próxima década el peso de las baterías de los eléctricos se reducirá un 50%"

En la próxima década conseguiremos reducir el peso de las baterías en un 50%. Y esto puede ser la mejor noticia para el cambio hacia la movilidad eléctrica… Así que tenemos mucha confianza en la nueva química si bien también esperamos que se resuelva el problema de la escasez de litio.

El Peugeot E-3008 es un nuevo SUV 100% que supone un salto importante en Stellantis.

El Peugeot E-3008 es un nuevo SUV 100% que supone un salto importante en Stellantis.

¿Cuándo serán los coches eléctricos baratos?

Nosotros ya hacemos vehículos eléctricos baratos. Pero no son coches. Son otro tipo de vehículos, elementos o dispositivos de movilidad. Hablamos del Citroën Ami y del Fiat Topolino. Estos dispositivos de movilidad generan un tercio de la huella de un automóvil. Y al ser eléctricos se pueden usar en el centro de las ciudades.

Además, es barato porque tienen cuotas mensuales similares a las de un teléfono móvil. Es un vehículo por tanto que hemos desarrollado alrededor de muchas de las regulaciones de las últimas décadas. Pero hay que tener en cuenta que seguimos luchando para hacer que la movilidad eléctrica sea accesible.

Actualmente la movilidad eléctrica es un 40% más cara que la convencional. Y todavía nos llevará algún tiempo conseguir que los vehículos eléctricos tengan un precio que la gran mayoría de los ciudadanos de las clases medias pueda pagar. Hay que tener en cuenta que la tecnología de los vehículos eléctricos no va por el buen camino, en términos de precios asequibles.

Así que llevará un tiempo que la movilidad sea limpia y asequible. Además, en Asia (China) hay modelos más baratos con esta tecnología. Y esto hará que el mundo occidental tenga que afrontar cambios en todo lo relacionado con la fabricación. Y habrá que ver cómo reaccionan las sociedades en este sentido.

El nuevo Citroën C3 llegará en el segundo trimestre de 2024.

El nuevo Citroën C3 llegará en el segundo trimestre de 2024.

¿Qué otros retos tiene la movilidad eléctrica?

Uno muy importante es la infraestructura de recarga. Para hacerse una idea bastaría contar con todos los surtidores de combustible que hay actualmente. Y en el futuro tendrá que haber todavía más puntos de recarga. Pero no solo hablamos del número de puntos de carga.

También hay que hablar de su visibilidad. Uno de los problemas que tenemos es que los puntos de recarga tienen que estar a la vista, ser visibles. La situación que se tiene que dar es que te encuentres con los puntos en cualquier sitio, cuando vas al supermercado, al centro comercial, al gimnasio… En todos estos lugares debería haber puntos de recarga.

¿La transición hacia la movilidad eléctrica es la única solución?

Hay que tener en cuenta que actualmente existen 1.300 millones de coches en el planeta. Y cada año se venden solo 85 millones de vehículos nuevos de los que algunos son eléctricos.

Por tanto, gran parte de la solución no solo está en estos vehículos nuevos sino también deberíamos incidir en el parque existente. Y no podemos pedir a la gente que deje de utilizar el coche, porque eso no funciona desde el punto de vista social.

Prototipo del Fiat Panda eléctrico.

Prototipo del Fiat Panda eléctrico.

¿Qué opina del hidrógeno? ¿Es viable?

Los vehículos de hidrógeno tienen parte de su funcionamiento similar al de los eléctricos. Sobre todo, a la hora de conseguir que la energía que los mueva sea renovable y limpia.

Y con el hidrógeno hay que tener en cuenta que también hay que producir ese hidrógeno de forma limpia. Por supuesto que el hidrógeno es más cómodo porque es más rápido de cargar y es más fácil de transportar.

Pero incluso si se produce de forma limpia, tenemos el desafío del precio del hidrógeno. La tecnología para la movilidad basada en hidrógeno es dos veces más cara que los vehículos eléctricos, lo que significa que estamos muy lejos de que el hidrógeno se use de forma convencional. Así que me temo que, por el momento, la asequibilidad va a ser un gran obstáculo para el hidrógeno.

Donde sí puede tener mayor cabida es en las flotas que tienen que recargar en el garaje todos los días y se puede recargar un vehículo de hidrógeno en pocos minutos. En este sentido, quizás sí se pueda justificar las operaciones, pero están lejos de ser asequibles. Pero seguimos diciendo que los costes son altísimos. Así que el hidrógeno puede ser una solución para grandes flotas, pero no para los ciudadanos normales.

¿Qué opinión tiene de los biocombustibles? Hay países como Brasil donde funcionan bien…

Sí efectivamente, un combustible a base de etanol puede ser una buena solución en países como Brasil. Pero también hay que tener en cuenta que los biocombustibles no pueden prevalecer sobre la alimentación y la agricultura.

Hay que tener en cuenta que en Europa no… pero en otros continentes los biocombustibles se utilizan por medio de una gran cantidad de cultivos de tierra. Pero también hay que pensar en otras regiones del mundo, en las que el desarrollo no se oponga a la producción de alimentos y a la producción agrícola, porque esto también lo necesitamos para la creciente población de este planeta.

¿Qué opina de la economía circular?

La economía circular tiene un gran potencial, porque puede ser un punto de consenso a todas las partes interesadas. Por un lado, para los actores económicos, porque pueden invertir en estas soluciones.

También a los consumidores porque pueden estar interesados y por último también recoge las tendencias de la sociedad. Pero también hay que tener en cuenta que, si queremos este tipo de iniciativas y apuestas, todos tenemos que estar de acuerdo.

Pero no se deben realizar excesivas regulaciones porque cuantas más regulaciones más rechazo por parte de los ciudadanos. Actualmente hay que reconocer que no es al 100% circular ya que para reciclar se necesita energía y actualmente no toda la energía es limpia… Pero sí que la economía circular es buena para el planeta y estamos de acuerdo en ella todos los actores.

¿El transporte público es la gran solución a la movilidad?

Respecto al transporte público lo que puedo señalar es que la inteligencia artificial nos va a ayudar mucho. Entre otras razones porque ahora si observamos los autobuses, por ejemplo, podemos ver algunos abarrotados y otros completamente vacíos. Esto significa que el transporte público se puede mejorar, porque no lo estamos utilizando de forma óptima. En este sentido, la inteligencia artificial nos permitir conocer las capacidades y comprender dónde está la movilidad. Así es como se pueden optimizar las necesidades de movilidad sin emisiones.

¿Tan importante será la inteligencia artificial en el transporte?

Es lo más nuevo de las últimas décadas. Es la forma de entender las necesidades de las personas, permitir procesar los datos y después decidir dónde debemos poner la capacidad y optimizar los recursos para reducir las emisiones.

El transporte público lleva décadas entre nosotros y todavía hay un gran porcentaje de la población que prefiere el transporte privado por varias razones: por la capacidad, por la seguridad, por la comodidad…

¿La movilidad puede ayudar a reducir las desigualdades?

Cuando se habla de pobreza y miseria no se habla de movilidad, es un tema muy diferente. Como CEO de Stellantis he tenido oportunidad de haber creado muchas fábricas en lugares donde había mucha pobreza. Y cuando veo lo ha que ha sucedido en estos lugares, se puede decir que en estos sitios entre 3.000 y 5.000 familias han podido salir de la pobreza gracias a las actividades en estas plantas.

Por tanto, aquí no hay que hablar de movilidad, sino de crear un valor añadido en esa comunidad (como una fábrica) para que las personas salgan de la pobreza y no tenga que abandonar el lugar, apostando así por la educación, la atención médica, una mejor calidad de vida…

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