Un coche de segunda mano debe contar con información transparente y estar en perfectas condiciones de seguridad.

Un coche de segunda mano debe contar con información transparente y estar en perfectas condiciones de seguridad.

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Si buscas un coche de segunda mano... sigue estos 10 consejos: acertarás seguro

9 febrero, 2023 21:51

El mercado de vehículos de segunda mano (aquí puedes ver la sección de Coches de Segunda Mano de EL ESPAÑOL) de  está experimentando estos últimos años un crecimiento exponencial, debido, en parte, al encarecimiento de los coches nuevos, la escasa disponibilidad de las firmas automovilísticas de producto y su retraso en la entrega por la crisis de los semiconductores.

Una serie de hechos que hace que las matriculaciones se hayan desplomado en 2022 hasta su nivel más bajo de los últimos nueve años, con 813.000 vehículos matriculados, un 5,4% menos que el año anterior, según Anfac.

En sintonía con esto, los modelos híbridos y eléctricos siguen teniendo un precio especialmente elevado por la tecnología utilizada, por lo que el comprador no dispone de los medios necesarios para su adquisición. En definitiva, los coches de segunda mano se han vuelto una opción muy interesante por resultar más asequibles.

No obstante, hay que recordar que son vehículos que han pasado por otras manos y, por tanto, hay que valorar ese uso previo que han tenido, así como el estado actual en el que se encuentran. Deben contar con información transparente y estar en perfectas condiciones de seguridad.

El 2022 cerró con 813.000 vehículos matriculados, un 5,4% menos que el año anterior.

El 2022 cerró con 813.000 vehículos matriculados, un 5,4% menos que el año anterior.

Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, ofrece diez puntos que hay que tener en cuenta antes de su adquisición y aborda qué errores hay que evitar a toda costa. Y es que un coche de segunda mano con el correspondiente mantenimiento puede ser una excelente alternativa.

Diez consejos antes de comprar

1. Documentación en regla: deben tener el permiso de circulación y la tarjeta ITV o ficha técnica. De esta forma, se acredita que el vehículo puede circular y que tiene la Inspección Técnica de Vehículos vigente.

Cabe recordar que los coches deben pasar la ITV a partir de los cuatro años, y cada dos entre los cuatro y diez años de antigüedad, así como anualmente a partir de entonces.

Desde 2015 los permisos de circulación incluyen dos nuevos datos: el kilometraje del vehículo y la vigencia de la ITV (si el coche es nuevo, no aparece la información del kilometraje, pero sí la fecha en la que deberá pasar la ITV).

Ante la menor duda, además, se pueden solicitar los datos técnicos y administrativos del vehículo a la Dirección General de Tráfico para saber si está al día de la ITV o cuándo es la próxima revisión.

Además, este informe puede verificar la existencia de embargos, procedimientos concursales o cualquier otra carga de naturaleza administrativa o judicial. Es muy útil para verificar que el coche está libre de cargas y que puedes adquirirlo sin problemas. Según la cantidad de información que solicitemos puede ser gratuito o tener algún coste si es más detallado.

2. Revisión de mantenimiento: el fabricante recomienda revisar el vehículo transcurrido un determinado tiempo o una vez se ha recorrido una cantidad de kilómetros. Haciendo esta revisión periódica se mantiene la garantía del fabricante (importante en los coches más nuevos).

Hay que comprobar que se ha ido realizando el mantenimiento según las especificaciones del fabricante, algo que se puede comprobar en el Libro de Mantenimiento.

El fabricante recomienda revisar el vehículo transcurrido un determinado tiempo.

El fabricante recomienda revisar el vehículo transcurrido un determinado tiempo.

3. Comprobación visual del coche: aunque no sea un profesional, es conveniente hacer una primera inspección visual. Verificar que no tiene golpes importantes de chapa y que los neumáticos están en buen estado, sin desgastes, cortes, bultos…

Si se tuvieran que cambiar, esto supone un sobrecoste que hay que tener en cuenta a la hora de negociar el precio. Además, si hay un golpe de chapa importante, esto puede suponer que pueda tener algún problema interno no apreciable a primera vista.

4. Comprobar también el interior: buen estado de tapicería, palanca de cambios, interruptores, salpicadero, anclajes, cinturones… Se trata de sistemas importantes de seguridad y confort. Los testigos de avería en el cuadro deben apagarse al poner el contacto tras unos segundos.

5. Conducir el coche para detectar anomalías: hay que estar atento a cualquier ruido, vibración… ¿Le cuesta acelerar más de lo normal? ¿No entran bien las marchas? Ante la menor duda, insistimos nuevamente en la necesidad de revisarlo. Puede tener un problema en el embrague, en los frenos, tener carbonilla acumulada…

6. Necesidades y expectativas: este aspecto es algo que se tiene en cuenta antes de ver el coche pero es importante verificarlo de manera presencial. Por ejemplo, si hay niños, es interesante que disponga del sistema Isofix para poder poner sistemas de retención infantil de forma más rápida y sin cometer errores.

Número de plazas, espacio interior, comodidad en la conducción… Si el conductor se va a mover con el coche por el centro de la ciudad, en ese caso, debe comprobar qué etiqueta de la DGT tiene.

7. Inspección en un taller: si ha superado esta primera parte, hay que proceder a revisar el coche en profundidad antes de comprarlo. Lo ideal es llevar el automóvil a un taller donde pueden ver si el coche cuenta con algún deterioro o posible avería. Si no se hace antes de comprarlo, hay que hacerlo inmediatamente después para estar dentro de la garantía.

Además de comprobar elementos como suspensión, neumáticos, batería, motor, sistema de frenado… para ello se utiliza una máquina de diagnosis profesional que puede detectar averías eléctricas que haya registrado el propio vehículo como pueden ser problemas con el airbag, el ESP o el ABS.

Además, puede indicar kilometraje y fecha en la que ha surgido el fallo electrónico. Esto es muy importante para evitar trucajes y engaños.

Es importante comprobar el estado de los neumáticos.

Es importante comprobar el estado de los neumáticos.

8. Posibles fallos de mecánica: si ya hay una avería detectada, se debe tener en cuenta el coste y tiempo de reparación. Por ejemplo, si hay dificultad para meter la marcha, bloqueo o ruido, una sensación de que la marcha patina o una aceleración pobre, puede deberse a la caja de cambios. Su sustitución tiene un coste elevado y puede llevar 9 horas de trabajo en el taller.

9. Futuras averías según la edad del vehículo: antes de la compra hay que tener en cuenta los gastos futuros. Según los coches van cumpliendo años van requiriendo un mantenimiento concreto.

Por ejemplo, la correa de distribución se suele cambiar entre los 60.000 y los 240.000 kilómetros según la marca y el modelo (o entre los 5 y 10 años) y suele suponer un coste extra que hay que tener en cuenta a la hora de negociar el precio de venta. En el caso de que el coche lleve cadena de distribución, esta operación no es necesaria.

10. Garantía: hay que consultar y tener clara la garantía que se ofrece. Si el coche es adquirido en un concesionario u otra empresa dedicada a los vehículos de ocasión, la garantía mínima que se otorga es de 12 meses.

Por supuesto, hay muchas compañías que amplían esta garantía. Si el automóvil es adquirido a un particular, hay 6 meses desde que se entrega el vehículo para detectar desperfectos o vicios ocultos, es decir, averías que no son visibles a primera vista.

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