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    Cambio de Mercedes a Jaguar

    El funeral de Estado de la Reina Isabel II ha dejado alguna curiosidad que también tiene que ver con la industria del automóvil. Y esta curiosidad no es otra que la casa real británica se ha visto obligada a cambiar de coche fúnebre, dejando de lado el primero de Mercedes por otro de la marca Jaguar. Analizamos a continuación cómo se ha producido esta situación.
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    Inicialmente era un Mercedes

    Dentro de las compañías funerarias es una costumbre que los coches fúnebres sean prácticamente todos de la marca Mercedes. Esto es una tradición que se remonta a años atrás y que es habitual en muchos países europeos, España entre ellos.
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    Premium en el último viaje

    La razón por la que se suele escoger un Mercedes es porque, desde hace décadas que las funerarias quieren dar el mejor servicio a las familias que han perdido a un ser querido. Y este mejor servicio también se asocia a un buen coche. De ahí que las funerarias suelen elegir automóviles de la marca alemana.
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    Polémica con el Mercedes

    Sin embargo, hubo un elemento en el coche fúnebre que creó cierta polémica durante los primeros días de reconocimiento a la figura de Isabel II. En concreto, fue el Mercedes utilizado como coche fúnebre en los desplazamientos desde Balmoral. Esta polémica tuvo que ver con el nombre de la compañía funeraria (William Purves) que aparecía en la ventanilla acristalada donde se podía ver el féretro de la reina.
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    Tuvieron que pedir perdón

    Tal fue la polémica que suscitó este hecho que desde la empresa funeraria tuvieron que pedir perdón públicamente por haber causado estas molestas. En concreto, esta funeraria señaló que desde la casa real británica se había pedido a la empresa que se cambiara el color de su coche fúnebre para que en lugar de plateado fuera completamente negro, para cumplir con el protocolo real. Y, sin embargo, a pesar de que pintaron el coche de negro mantuvieron el logo en el lugar donde siempre solían hacerlo.
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    Tuvieron que retirarlo

    El pasado 11 de septiembre durante el tributo que hacían los escoceses a la reina Isabel II en su último viaje de Balmoral a Edimburgo, los responsables de la empresa se dieron cuenta de la polémica que estaba surgiendo por el hecho de que el logo de su empresa estuviera tan presente, en un momento tan íntimo. De ahí que decidieron rápidamente retirarlo. De tal manera que en las siguientes imágenes, como esta, ya no aparecía el nombre de la empresa en el cristal.
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    Los coches fúnebres son Mercedes

    Hasta aquí, todo razonablemente comprensible. Y también que el coche fúnebre fuera un Mercedes. Por ejemplo, en España el 80% de los coches fúnebres son Mercedes, por lo que en Inglaterra es normal que ocurra algo parecido. Por ejemplo, en nuestro país hay cerca de 6.000 coches dedicados al último viaje.
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    Un privilegio haber cuidado de la reina

    Desde la compañía fúnebre señalaron que parea ellos había sido un verdadero privilegio haber cuidado de su reina y de la familia. Además, también señalaron que nunca han intentando obtener ni realizar relaciones públicas o publicadas con su colaboración con la familia real británica llevando los restos mortales de Isabel II. Al menos es lo que declaraba la funeraria William Purves en su página web.
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    Mercedes lleva décadas fabricando familiares

    El hecho de que sea un Mercedes este coche fúnebre es porque este fabricante alemán lleva varias décadas (aproximadamente desde los años 50) fabricando coches familiares. De ahí que sean muchas empresas (como las funerarias) quienes los utilicen. En este caso suele ser el Mercedes Clase E con carrocería familiar el más utilizado.
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    Se transforman los coches

    Pero para poder ser utilizado como coche fúnebre requiere una transformación específica. Por ejemplo, en España una gran mayoría de coches fúnebres los suele transformar la empresa Bergadana, que es uno de los principales carroceros. Y lo que hacen en estas empresas primero es “cortar el vehículo” ya que lo tienen que “alargar aproximadamente un metro”. Después se introduce la parte superior como si fuera un molde.
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    Adiós al Mercedes

    Si bien durante los primeros días, la familia real británica en el cortejo fúnebre estuvo utilizando el mencionado Mercedes es, a partir de su llegada a Londres cuando se cambia de medio de transporte para el féretro. Así en el trayecto al palacio de Buckinham se optó por carro de artillería de la Segunda Guerra Mundial, tal y como recoge Coche Global.
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    Llega el Jaguar

    Y también en estos días ha sido cuando se ha producido el cambio al coche fúnebre de Jaguar. Para entender el motivo del cambio de fabricante en el coche que lleve los restos mortales de la Reina Isabel II hay que tener en cuenta que la corona británica tiene un acuerdo específico con las marcas Jaguar y Land Rover, que pertenecen al mismo grupo constructor.
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    De un alemán a un británico

    De ahí que era más que lógico que para el último viaje la reina Isabel II también se desplazara en un coche de estas marcas, máxime cuando a lo largo de toda su vida lo había estado haciendo. De ahí que se optara por este coche de Jaguar transformado.
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    Lo ayudó a diseñar ella

    Según narran medios británicos como Express el Jaguar XJ de 2010 que realizó los últimos desplazamientos para llevar a la Reina Isabel II era un vehículo que había sido diseñado entre la casa real británica y Jaguar-Land Rover. Incluso al parecer se le había mostrado a la propia reina algunos bocetos de cómo sería el coche de su propio funeral y ella misma lo había aprobado.
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    Un coche personalizado

    Un coche que todo parece indicar que fue personalizado en Wilcox Limousines, una compañía especializada en transformaciones ubicada en Wigan, al oeste de Manchester (Reino Unido). Este coche que había sido utilizado para transportar a la reina Isabel II desde el aeropuerto militar RAF Northolt, hasta el palacio de Buckingham.
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    Principales cambios

    Entre los cambios principales que incluía este coche fúnebre, destaca la parte superior muy acristalada. De esta manera se pretende dar una gran visibilidad al féretro. Una parte superior que también sobresale por sus pilares muy estrechos.
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    Del color del vino

    Es otra de las características de este coche fúnebre. Hablamos de su color. Los ingleses lo llaman color Royal Claret, y es en relación al vino tinto de denominación de origen de La Rioja. Este es el mismo color que el que tienen los vehículos oficiales reales.
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    Apuesta por los coches británicos

    De esta manera, como tantas otras veces se ha visto cómo la casa real británica apostaba por los coches de origen inglés y preferentemente de las marcas Jaguar y Land Rover. La reina solía viajar a menudo en Land Rover y en este último viaje ha sido con Jaguar.
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    Respeto por las tradiciones

    En el funeral de Estado todo estaba al milímetro preparado. Y el cortejo fúnebre también. De ahí que el coche utilizado para la ocasión tenía que haber sido diseñado y elegido por la corte real británica y sin que ninguna funeraria externa participara.
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    Imágenes para el recuerdo

    Lo cierto es que las imágenes que ha dejado el funeral de Estado quedarán en la memoria de todos los ingleses, señalando este día como una cita en la historia de su país y de Europa.
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    El coche del rey Carlos III

    Por su parte entre los coches que ha utilizado estos días Carlos III como nuevo rey de Inglaterra destacan diferentes Rolls-Royce. Por un lado utilizó el mismo Rolls-Royce que construyó para su madre hace ya 72 años. Era el Rolls-Royce Phantom IV que fue propiedad de la Reina desde 1950. Este coche llevaba en lugar de la estatuilla propia de Rolls-Royce (el espíritu del éxtasis) una pequeña estatua de San Jorge a caballo sobre un dragón muerto. Pero también ha utilizado un Rolls-Royce Phantom VI de la colección real. Un coche que también cambiaba el espíritu de éxtasis por el león rampante escocés. La reina Isabel II tenía dos Rolls-Royce Phantom VI, uno para celebrar el jubileo de plata de 1977 y otro modelo de 1968.
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    Biden con su Cadillac One

    Y cerramos esta recopilación de vehículos del funeral de Estado con Joe Biden, que como no podía ser de otra manera, hizo que viajara a Londres su coche presidencial. Hablamos de la limusina presidencial o Cadillac One, un coche que destaca por su blindaje, que puede soportar un ataque terrorista, cuenta con el botón nuclear en su interior y también con sangre del presidente de los Estados Unidos.
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