Un reno en una cabalgata de Papá Noel.

Un reno en una cabalgata de Papá Noel.

Mascotario

Amanda Romero, activista contra el uso de renos reales con Papá Noel: "Atados con cuerdas de 20 cm, solo intentan huir"

La embajadora de Veganuary fue a documentar las condiciones de los animales utilizados para estos eventos y cuenta lo que esconde este negocio. 

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La difusión de las imágenes grabadas en la cabalgata de renos de El Escorial ha generado un enorme revuelo social. Amanda Romero, concejala del grupo municipal Más Madrid y embajadora de Veganuary, acudió para ver con sus propios ojos lo que estaba ocurriendo.

"Esta situación no se limita a un ayuntamiento en concreto, sino que destapa un modelo de negocio que opera a nivel estatal", denuncia en sus redes sociales. Renos maltratados, atados por los cuernos con cuerdas de apenas 20 centímetros, con cataratas, calvas y lesiones.

Los animales obligados a participar en estas iniciativas no están en condiciones de desfilar. Estresados y asustados, intentan huir entre la música a todo volumen y los gritos del público.

"¿Este es el bienestar animal que promueve el Ayuntamiento de El Escorial? ¿Estos son los animales que no sufren ningún tipo de estrés?", pregunta con rabia Amanda. Las imágenes son claras y no admiten interpretaciones.

Evacan y su negocio de los animales

La empresa responsable de estos espectáculos se llama Evacan, identificada como la más grande del sector en España. Esta compañía se dedica a la producción de eventos navideños, como cabalgatas de Papá Noel o de los Reyes Magos, utilizando renos, camellos y dromedarios.

"Son eventos contratados con dinero público de nuestros ayuntamientos", subraya Amanda. Lo peor, añade, es que para estos animales la temporada apenas ha comenzado.

"Estarán dando vueltas de pueblo en pueblo, repitiendo una y otra vez el mismo espectáculo allá donde vayan". El Escorial, Cercedilla y Villanueva del Pardillo son algunos de los municipios que visitarán en los próximos días, hasta la extenuación.

Sin embargo, este negocio no termina con la Navidad. Una vez finalizada la temporada festiva, los animales son trasladados a una finca en Cantabria. Allí, el mercado continúa mediante excursiones, paseos y visitas escolares, perpetuando el lucro a costa de los animales durante todo el año.

Un comunicado engañoso

Esta práctica, habitual y muy perversa, utiliza un lenguaje engañoso para enmascarar el sufrimiento que hay detrás. Emplea términos como "reserva natural", "familia" o "conservación", que proyectan una imagen distorsionada y confunden a la ciudadanía.

En sus comunicados, la empresa afirmó que "la participación de renos en la cabalgata de Papá Noel se ha realizado cumpliendo estrictamente la normativa vigente en materia de bienestar y sanidad animal". Sin embargo, las imágenes muestran otra realidad.

Evacan sostiene que la caída del pelo y de los cuernos forma parte de procesos naturales propios de esta especie en determinadas épocas del año, aunque los renos grabados no presentaban signos de muda.

Romero relata que uno de los animales se resbalaba al intentar impulsarse debido al dolor de espalda y problemas articulares. "Eran renos ancianos o claramente no aptos para participar en este suplicio", denuncia.

"Una hora antes del desfile estaban dentro de una carpa, atados a las vallas y al escenario, intentando morder las cuerdas, con evidentes signos de malestar", recuerda Amanda sobre lo que presenció.

Una cuestión ética

Y aun imaginando que los renos estuvieran en buenas condiciones, Amanda insiste: "¿Es ético utilizar animales para un espectáculo navideño cuando no existe ninguna necesidad? ¿Es razonable pagar con dinero público a una empresa que cría animales en cautividad para lucrarse con ellos?".

Los renos son animales muy sensibles a la temperatura; en condiciones naturales viven a unos –20 °C, en penumbra, alimentándose de líquenes, abedules y sauces, en zonas remotas y silenciosas junto a grandes manadas.

Aunque sean una especie semi-domesticada, sus necesidades biológicas no cambian. "Que no haya sangre, heridas o violencia no significa que los animales estén bien. Maltratar no es solo golpear o herir intencionadamente".

Exponer a los renos a luces, ruido, multitudes, una alimentación antinatural, cascabeles y ataduras va en contra de su naturaleza, de su etología y de toda noción de respeto. "Todo esto no es tan diferente de un zoo o incluso de un circo, que al final vive de mantener animales en cautividad para hacer negocio con ellos", afirma la activista.

Detrás de cualquier cabalgata hay sufrimiento y explotación. Para ellos, ninguno de estos espectáculos es ni mágico ni divertido.