Un perro en un sofá.

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Mascotario

Isabel Cárdenas, experta en animales, revela las 6 señales para entender a tu perro: "La cola es como un termómetro"

La psicóloga especializada en comportamiento animal advierte que el verdadero lenguaje de los perros es corporal y está lleno de matices.

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Angelica Rimini
Publicada

¿Realmente entendemos lo que nuestros perros intentan decirnos? Para la mayoría de los propietarios, la comunicación canina se limita a los ladridos o al movimiento de la cola. Sin embargo, según Isabel Cárdenas, psicóloga experta en comportamiento animal, esto es solo "la punta del iceberg".

En su reciente intervención divulgativa en YouTube, Cárdenas advierte que el verdadero lenguaje de los perros es corporal y está lleno de matices que, de ser ignorados, pueden derivar en problemas de conducta o situaciones peligrosas.

"Si lo aprendes, podrás comunicarte con tu perro eficazmente, saber qué necesita y hasta prevenir problemas en un futuro", asegura la experta. Según ella, existen seis señales fundamentales que pueden mejorar el vínculo con nuestras mascotas.

El termómetro emocional

Uno de los errores más extendidos es creer que un perro que mueve la cola está contento. Cárdenas es tajante al respecto: "Casi siempre, esa cola que se mueve muy rápido, lo que está indicando es nerviosismo y hasta incomodidad o que incluso está a punto de morder".

La experta describe la cola como un "termómetro emocional": si está relajada, el perro está tranquilo; si está rígida y en alto, denota tensión; y si se encuentra entre las patas, indica miedo.

No obstante, la experta insiste en no evaluar este rasgo de forma aislada: "Una cola aislada no te va a decir apenas nada, tendrás que mirar el resto: las orejas, la tensión de su cuerpo, sus ojos".

El bostezo

Contrario a la creencia popular, en el contexto canino bostezar raramente tiene que ver con el hambre o el sueño. Se trata de una "señal de calma" utilizada para comunicar estrés.

"Por ejemplo, si un niño abraza muy fuerte a un perro y el animal no se siente cómodo, probablemente se ponga a bostezar en plan diciendo: 'Dame espacio, déjame en paz'". También es una herramienta diplomática entre canes para evitar peleas y comunicar intenciones pacíficas.

El radar de intenciones

Si la cola es el termómetro, "las orejas son el radar emocional". Su posición revela el estado mental del animal: hacia adelante, indican curiosidad; hacia atrás, miedo o inseguridad.

Cárdenas destaca un movimiento particular: cuando las orejas se mueven muy rápido. Esto suele ser señal de confusión, donde el perro está "intentando descifrar qué está ocurriendo".

Al igual que con la cola, la psicóloga recuerda que "las orejas nunca mienten", pero deben leerse en conjunto con el cuerpo. Sin embargo, quizás la señal más crítica para la seguridad es cuando un perro se queda "rígido como una estatua". Este bloqueo corporal suele ser el preludio de una agresión.

"Este congelamiento a veces es la última señal que tu perro te da antes de gruñir y de morder. Es como si dijera: 'Hasta aquí hemos llegado'". Identificar este momento de tensión extrema es vital para evitar una mala experiencia tanto para el dueño como para el animal.

Autorregulación

Ver a un perro lamerse el hocico repetidamente en situaciones nuevas o tensas —como al entrar a un parque con perros desconocidos— es otra señal de calma. Según explica la experta, es una forma de "autorregularse" y el mensaje subyacente es: "Estoy algo nervioso, necesito tranquilizarme".

Finalmente, el rascado compulsivo no siempre es un problema dermatológico. Cárdenas lo compara con comportamientos humanos de descarga de tensión, como morderse las uñas.

"Si da igual lo que ocurra y tu perro está todos los días rascándose, probablemente sea un problema veterinario", aclara. Sin embargo, si ocurre ante estímulos estresantes, es una señal clara de nerviosismo que busca liberar tensión.

Entender este lenguaje no verbal permite anticiparse a las necesidades del animal. "Educar a un perro no es gritarle ni ponerte como loco, es escucharle y darle lo que finalmente tu perro necesita", concluye la especialista.