Un perro de Fundación Affinity durante una terapia asistida con una chica.

Un perro de Fundación Affinity durante una terapia asistida con una chica. Fundación Affinity

Mascotario Día Mundial de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria

Científicos españoles revelan los beneficios de los perros para tratar trastornos alimenticios: "Evitan malos pensamientos"

'Miradas que curan' es una iniciativa que pretende ayudar a los pacientes a trabajar la autoestima y reforzar la motivación por la recuperación.

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"La terapia asistida con animales complementa de forma muy positiva el tratamiento terapéutico de los Trastornos de la Conducta Alimentaria", señala Rocío Rosés, directora del Institut de Salut Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor.

"En estos jóvenes, trabajar con perros facilita la expresión emocional, refuerza la autoestima y contribuye a disminuir la ansiedad y el aislamiento que suelen acompañar a la enfermedad".

Miradas que curan es un proyecto conjunto de terapia asistida con perros puesto en marcha por el Hospital Universitari Sagrat Cor y la Fundación Affinity en 2021. Su objetivo es ayudar a adolescentes y jóvenes adultos que sufren algún tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria.

400.000 casos

Según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en España existen 400.000 casos de personas con TCA, de los cuales la inmensa mayoría son jóvenes, concretamente el 90% de los casos.

"Cada vez es más frecuente encontrar pacientes jóvenes que conviven con un TCA. Esto nos obliga a ampliar nuestras herramientas terapéuticas", explica Maribel Vila, responsable de terapias de la Fundación Affinity.

En estos tipos de curas, los perros son incorporados como parte del tratamiento para promover la mejoría en el estado de ánimo de los pacientes y reducir su ansiedad y estrés. Hasta ahora, han sido 135 los pacientes que han participado en la iniciativa.

Un facilitador que rompe barreras

Miradas que curan es un programa con sesiones semanales durante un año entero. Los pacientes trabajan con equipos formados por una técnica de terapias, una enfermera y uno o dos perros.

Los animales están educados para intervenir en este tipo de terapias asistidas. "El perro actúa como un facilitador que rompe barreras, ayuda a conectar con las emociones y refuerza la motivación por la recuperación".

Normalmente, se trabaja en el Hospital de Día, aunque también se programan excursiones y paseos para exponer a los jóvenes a entornos más cotidianos.

"Hemos ido a la playa con pacientes que tienen dificultades para exponerse a ese entorno, visitado un refugio para perros e incluso hemos trabajado con los propios animales de los pacientes y con sus familias", destaca Rosés.

Actividades y retos

Durante las sesiones, se plantean diferentes actividades para que el paciente contacte con los profesionales y con el tratamiento. Experimentan retos como establecer límites de una forma asertiva, sentirse válido, tener éxito, superar obstáculos, relajarse, expresar emociones y sentirse seguro.

Además, también se trabajan habilidades para afrontar la frustración y gestionar el perfeccionismo, algo que acompaña a muchos pacientes de TCA.

"Queremos que los pacientes participantes se centren en el aquí y ahora, evitando así que mientras hagan la actividad les dominen los pensamientos negativos. El perro es una figura segura para ellos, ya que, mientras están con él, no se sienten juzgados".

Según las profesionales, esto permite crear una atmósfera de bienestar y tranquilidad que hace que los pacientes se relajen y trabajen en un ambiente de confianza, sin miedo a lo que piensen los demás acerca de lo que están contando o haciendo.

Un abordaje más humano

Los últimos estudios realizados coinciden en que este tipo de conductas afectan alrededor del 4,5% de los adolescentes entre los 12 y los 21 años.

En concreto, en las chicas entre 12 y 21 años, la anorexia se sitúa en torno al 0,3%, la bulimia en el 0,8% y el TCA no especificado en el 3,1%, de acuerdo con las cifras de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB).

"La intervención asistida con perros nos permite ofrecer un abordaje más humano, cercano y motivador, que complementa el tratamiento clínico y facilita la conexión emocional con los pacientes, mejorando el compromiso con el tratamiento".