Un cane corso negro en un parque.

Un cane corso negro en un parque.

Con la colaboración de:

Mascotario

Javier, psicólogo de perros, sobre el mastín que atacó a un niño: "Esta raza necesita mucho cuidado, si no vive con odio"

Una madre defendió a su hijo de los ataques de un perro. Hablamos con un etólogo especializado en conductas difíciles para entender el caso.

Más información: Un educador canino deja clara la clave para el cuidado integral de tu perro: "La responsabilidad de adaptarse es del humano"

Publicada
Actualizada

En el Reino Unido, el propietario de un perro fue arrestado por la policía bajo sospecha de estar a cargo de animales peligrosos fuera de control. Su mascota, un cane corso, atacó a una madre y a su hijo, provocando graves lesiones que obligaron a hospitalizar a la mujer.

La noticia dio la vuelta al mundo. "Escuchamos historias como esta constantemente", afirma Javier, etólogo especializado en conductas agresivas. "Es como la clásica historia del ataque de tiburón".

Se formó para rehabilitar perros con conductas difíciles. Sus compañeros lo llaman el "psicólogo de canes", porque en lugar de cortar el comportamiento, su método se centra en analizar qué le pasa al animal y trabajar sobre ello.

Un cane corso

En estos casos, según el rehabilitador, no hay que estigmatizar a ciertas razas, aunque los hechos sean terribles. "Y volvemos a lo mismo: un cane corso es un perro muy potente.

Se trata de un moloso grande, musculoso y fuerte, originario de Italia, conocido por su inteligencia, lealtad y fuerte instinto protector. Requiere un dueño experimentado, adiestramiento temprano, socialización constante y un alto nivel de ejercicio físico y mental.

Además, no es apto para vivir en un piso o en una ciudad, debido a su necesidad de espacio y de territorio que vigilar. Es una raza de gran tamaño, entre 64 y 68 cm de altura y con un peso superior a los 45 kilos. "Es un perro complejo, no apto para todo el mundo".

Por eso, Javier se pregunta: ¿cómo pudo este hombre tener a estos animales? "Sí, el culpable es el perro al final, porque es quien ha hecho el ataque. Pero, ¿por qué?".

Una educación especial

Estas razas pueden alterarse fácilmente si no están acostumbradas a socializar o si viven en condiciones de descuido. "Si es así, esos animales terminan viviendo con odio". Necesitan una educación constante para adaptarse al entorno urbano en el que vivimos.

El etólogo explica que muchos perros, cuando atacan a otro en la calle, lo hacen porque no saben socializar, no entienden la comunicación del otro animal o se encuentran en un estado de ansiedad. "Si no están bien educados, pueden ver un peligro en todo lo que se acerque".

Javier y su perro.

Javier y su perro. Javier

En esta historia, como en tantas otras, faltan detalles e información para juzgar quién es realmente el culpable. "Habría que analizar también qué hizo el niño. No porque sea responsable, sino porque quizás el perro interpretó mal alguna acción".

Como señaló el educador canino Samuel León: "La responsabilidad de adaptarse es del humano". La integración de un perro en la familia es, sin duda, un privilegio, pero también una enorme responsabilidad.

No se trata de agresividad

"No se trata de agresividad", sostiene Javier. El experto prefiere no utilizar esa palabra para clasificar a los perros, ya que considera que no son violentos por naturaleza.

"No creo que los perros nazcan agresivos". Afirma que esas reacciones son conductas aprendidas, que aparecen cuando se priva al perro de socialización cuando sufre maltrato. El animal, que aprende mucho por imitación, acaba adoptando esas conductas.

En su lugar, utiliza otros términos para describir comportamientos que podrían percibirse como agresivos o peligrosos, y los relaciona principalmente con el estrés y la falta de socialización.

La expresión "perros de difícil manejo" hace referencia a una clasificación empleada en albergues y refugios. "No son miedosos, pero tienen tendencias más intensas y nerviosas".

El estrés detrás del miedo

Son ejemplares muy potentes, y su elevado nivel de nerviosismo puede dañar a alguien. Esa violencia que se genera puede estar vinculada al estrés, considerado el factor principal del que derivan la mayoría de conductas problemáticas.

"El estrés está detrás del miedo y de casi todo". Cuando un perro está sobrepasado (por ejemplo, si pasa de un nivel 10 a un 14 o 15 en la escala de estrés), esto puede derivar en un comportamiento agresivo.

No necesariamente porque ataque a alguien, sino porque está desbordado y no entiende lo que ocurre a su alrededor. Además de los ataques físicos, Javier considera que la agresividad también incluye señales y gestos.

El etólogo enfatiza que, en su naturaleza, los animales intentan pelear lo menos posible para garantizar su supervivencia. "Los perros dan muchísimas señales antes de lanzarse a un ataque".

Y añade: "Por ello, un perro que muerde de primeras requiere analizar a fondo el contexto de lo que ha sucedido detrás".