En España ya no hablamos solo de familias tradicionales. Cada vez más hogares son lo que los expertos llaman familias multiespecie, en las que los animales de compañía son un miembro más.

De hecho, hay más animales de compañía que menores de edad: casi 20 millones de perros y gatos registrados, y muchos más sin identificar, especialmente en el caso de los felinos.

Cuando una pareja se separa o se divorcia, surge una pregunta que hasta hace poco no estaba en el radar de los juzgados: ¿quién se queda con el animal?

El vínculo afectivo es real y profundo, y decidir sobre el destino del perro o del gato se ha convertido en motivo de conflicto.

Custodia compartida y gastos de manutención

Cada vez es más común que los convenios reguladores incluyan cuestiones como quién se queda con el animal, cómo se organizan las visitas o cómo se reparten los gastos.

Alimentos, medicamentos —a veces vitales en el caso de enfermedades crónicas—, e incluso paseos, aparecen ya en acuerdos de divorcio.

Cuando no hay acuerdo, la decisión puede acabar en manos de un juez. Y aquí aparece una figura clave que muchas personas desconocen: la del perito veterinario, un profesional que asesora de forma objetiva sobre el bienestar del animal y ayuda a tomar decisiones en beneficio suyo.

¿Qué hace un perito veterinario en estos casos?

Puede determinar quién es el cuidador principal del animal. Valorar cómo se comporta el perro o gato con cada miembro de la pareja.

Orientar sobre tratamientos o intervenciones en caso de desacuerdo (por ejemplo, una esterilización). Calcular los gastos reales de su mantenimiento, teniendo en cuenta la edad, raza, tamaño o necesidades especiales del animal.

Incluso cuestiones como el microchip generan disputas: aunque solo uno de los miembros figure como titular, eso no excluye automáticamente al otro de derechos y obligaciones sobre el animal.

Una ayuda para las familias… y para los animales

La mediación es cada vez más utilizada para evitar largos procesos judiciales, porque los animales también sufren los cambios de entorno y rutinas derivados de una ruptura.

En este contexto, contar con un informe técnico independiente evita discusiones interminables y protege el bienestar del que, al final, es el miembro más vulnerable de la familia.

Desde PERIVET, gabinete nacional de peritaje veterinario, ofrecemos apoyo especializado en casos de custodia de animales tras separaciones o divorcios, con informes rigurosos y objetivos que ayudan a encontrar soluciones justas para las personas… y, sobre todo, para los animales.

*** José Antonio Allande es director veterinario en Perivet.