Un gato pequeño jugando en el suelo de una casa.

Un gato pequeño jugando en el suelo de una casa. Istock

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Una educadora felina revela cómo convertir materiales reciclados en el mejor juguete para tu gato: "Le va a encantar"

Fabricar un juguete artesanal es una alternativa sostenible para practicar sus habilidades de caza y mantenerse en forma.

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Los juguetes interactivos para gatos se han convertido en una tendencia cada vez más popular entre quienes buscan enriquecer la vida de sus felinos sin gastar demasiado. No se trata solo de entretener.

Estos objetos fomentan la actividad física, estimulan los instintos de caza y reducen el estrés en los gatos que pasan muchas horas dentro de casa. "Son animales curiosos y activos que necesitan estimulación constante", afirma la educadora felina, María Palitos, en un vídeo de YouTube.

Les permiten poner en práctica su agilidad, concentración y habilidades de caza, además de ayudarles a mantenerse en forma. Existen muchas variedades en el mercado. Pelotas con cascabel, varitas con plumas o túneles plegables.

Pero una excelente alternativa es fabricar uno casero. En ese contexto, Palitos, muestra cómo es posible transformar simples materiales reciclados en un accesorio dinámico y atractivo. "A los gatos les encanta", dice con una sonrisa mientras sostiene un tubo de cartón entre manos.

El paso a paso

El protagonista de este invento es un tubo de cartón vacío, de esos que normalmente terminarían en la basura. María Palitos explica que este simple objeto puede transformarse en un entretenido rompecabezas para curiosos felinos.

El procedimiento comienza con una abertura: "En cualquiera de las partes del tubo vamos a marcar un rectángulo. Yo uso 10 centímetros de largo y 3 de ancho, pero no tiene que ser perfecto", menciona mientras dibuja las líneas con un lápiz.

Con calma, advierte: "Con el cortador pasamos varias veces, suavecito, para que no se rompa el cartón. Si lo hacemos muy duro, corremos el riesgo de dañarlo".

Una vez obtenida la ventana rectangular por donde el gato intentará atrapar la pelota, llega el momento de preparar los extremos. Hay dos opciones: tapas de salsas o círculos de cartón recortados a la medida.

Antes de sellar, ella insiste en un detalle esencial: "No olviden, por favor, meter la pelotita dentro del tubo antes de pegar los extremos. Más de uno se me ha quedado con el juguete terminado y sin la pelota adentro", bromea.

El cierre de los bordes se realiza con colbón o silicona líquida, aplicando pegamento en la circunferencia y uniendo ambas piezas. Después, solo queda dejarlo secar para que quede firme.

El resultado es un cilindro con una esfera en su interior que rueda y suena, provocando que el gato intente alcanzarla a través del hueco lateral.

Personalización y creatividad

El juguete no termina ahí. La educadora felina sugiere añadir un toque personal. Decoraciones, pintura o incluso más orificios.

"Si quieren hacerlo más interesante, pueden abrir un par de huecos más al otro lado. Así la pelota tiene más caminos para salir y el gato se divierte mucho más", apunta mientras muestra el resultado final pintado y listo para la prueba de su propio gato curioso.

Reciclaje con propósito

Más allá de la diversión, este tipo de iniciativa promueve la reutilización de materiales que de otra forma serían desechados. Al mismo tiempo, refuerza la relación entre humano y animal de compañía.

El tiempo invertido en fabricar el juguete se traduce en un obsequio lleno de dedicación. El precio es mínimo: un tubo de cartón, cartón adicional y una pelota ligera. El valor, en cambio, es grande.

"Lo bonito de esto es que no necesitamos dinero para darle felicidad a nuestros gatos, basta con un poco de imaginación y ganas de probar", concluye María Palitos.