Pilar Guerrero, etóloga felina.

Pilar Guerrero, etóloga felina.

Mascotario

Pilar Guerrero, etóloga felina, no se contiene y alerta sobre la razón por la que tu gato te molesta: "No es venganza"

La experta en educación felina ha compartido un vídeo en el que explica con todo tipo de detalles algunos de los problemas más comunes en gatos.

Más información: La Dra. Paula Calvo lo deja claro y revela cómo lograr una socialización sin estrés: "Tu perro necesita margen"

Publicada

Para muchas personas, los gatos son compañeros independientes que saben entretenerse solos. Sin embargo, la realidad es que incluso los felinos más autónomos necesitan estímulos constantes para mantener su bienestar físico y mental.

Durante las largas jornadas en que sus dueños están fuera de casa, los gatos pueden acumular energía y frustración, lo que a menudo se traduce en conductas que los humanos interpretan erróneamente como "venganza" o "castigo".

En uno de sus vídeos más recientes, la etóloga felina Pilar Guerrero aborda este tema con claridad y rigor. Según explica, uno de los errores más comunes que cometen los cuidadores es no planificar qué hará el gato durante las horas que pasa solo.

"Por la mañana te levantas, te arreglas rápido, le dejas cuatro juguetes y te vas al trabajo. Tu gato pasa muchas horas solo y, cuando vuelves, parece que haya estado guardando toda la energía del mundo para soltarla contigo", señala Guerrero.

Este escenario genera un círculo difícil de manejar: los humanos llegan cansados tras una jornada laboral, mientras que el gato, lleno de energía acumulada, exige atención y juego constante.

"Tú te pones a jugar con él aunque estás reventada. ¿Pero qué pasa? Que este juego no termina. La energía de tu gato es inagotable, y aunque quieras irte a descansar, él sigue reclamándote", explica la etóloga.

El resultado es que el cuidador no puede relajarse y el felino tampoco satisface sus necesidades de manera adecuada.

Guerrero advierte que dejar juguetes por toda la casa no es suficiente. "Ya lo sabes: tienes la casa llena de juguetes y has visto cómo tu gato pasa entre ellos casi sin verlos. Esto ocurre igual cuando te vas a trabajar", afirma.

Los gatos no interactúan con objetos sin motivación, y la rutina diaria requiere algo más que pelotas o ratones de peluche.

Imagen de un gato dormido.

Imagen de un gato dormido.

La especialista propone preparar recursos de estimulación que mantengan al gato ocupado durante periodos prolongados. Estos recursos pueden incluir juguetes interactivos, rompecabezas de comida o incluso zonas de exploración vertical como estantes y rascadores.

La idea es que el gato pueda ejercer su curiosidad y cazar de manera simulada durante 20-30 minutos por la mañana y otros 20-30 minutos antes de la llegada de su cuidador.

El objetivo no es eliminar la interacción humana, sino combinarla con momentos en los que el gato pueda jugar y explorar solo. Según Guerrero, esto evita que toda la energía acumulada recaiga sobre el dueño al regresar del trabajo.

"Mientras estás en el trabajo, tu gato se dedica a explorar los recursos que le has dejado y no durante cinco minutos, sino buena parte de la mañana. De esta manera, cuando llegas, gran parte de su actividad mental ya está cubierta y puedes disfrutar de un rato de juego sin agotarte", explica.

La etóloga también hace hincapié en desmentir un mito extendido: "Parece que tu gato guarda fuerzas todo el día para soltarlas de golpe cuando llegas a casa. Pero nada más lejos de la realidad. No es una venganza, no es un 'ahora te vas a enterar'".

Los gatos no poseen una mentalidad de castigo; su comportamiento es la consecuencia de necesidades físicas y psicológicas no satisfechas.