Una veterinaria con un perro.

Una veterinaria con un perro. Istock

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Misión veterinaria en Colombia esteriliza a 250 animales: "Así podemos evitar más casos de abandono y maltrato"

La profesional Laura Londoño organiza una iniciativa de tres días para atender las necesidades médicas de perros y gatos en Colombia. 

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En La Guajira, Colombia, la sobrepoblación animal y las enfermedades prevenibles han representado durante años un desafío para las comunidades locales.

Frente a esta realidad, la veterinaria Laura Londoño, junto con el Proyecto Tahuala y organizaciones aliadas, lideró una misión veterinaria sin precedentes.

Tres días en Riohacha que buscaron no solo atender las necesidades médicas de perros y gatos, sino también sembrar un cambio de conciencia en la región.

Múltiples propósitos

La iniciativa, llamada Misión Bet, tuvo como objetivo principal "realizar un trabajo con la comunidad, buscando traer bienestar para los animales, las familias y el medio ambiente", explica la veterinaria.

El esfuerzo no solo se centró en la atención médica, sino en el fortalecimiento de la colaboración comunitaria. "Ha sido muy bello ver cómo líderes sociales, la administración local y las personas se han unido para que esto no sea un trabajo de cuatro fundaciones, sino de toda una comunidad".

Además de las esterilizaciones masivas, la misión incluyó actividades educativas diseñadas para enseñar a los habitantes medicina preventiva y el cuidado responsable de las mascotas. Laura insistió en que atender la raíz del problema es esencial para prevenir futuros casos de abandono.

Cuidados gratuitos

Dentro de este tipo de jornadas es muy importante incluir la atención médico-veterinaria para la comunidad, que incluya el tratamiento y los medicamentos que se requieren para que los animales mejoren su salud.

"Uno de los principales motivos de abandono son estas enfermedades que la comunidad o las personas no logran solucionar". Según explica, las dos principales razones que llevan al abandono de animales en la región son la sobrepoblación y la falta de recursos para atender su salud.

"Aquí lo que hacemos es atender gratuitamente a la comunidad, los animales son revisados y atendidos por los médicos veterinarios, quienes también aprovechan para enseñarles a las personas sobre medicina preventiva y cómo cuidar correctamente a sus animales", comentó.

El trabajo en terreno

Cada intervención fue planificada de la mano de líderes sociales para identificar a los animales con mayor urgencia de atención.

Por turnos, los pacientes de cuatro patas eran atendidos en un proceso que incluía pre-medicación, cirugía y recuperación supervisada, antes de volver con sus dueños.

Laura explica que, aunque el procedimiento quirúrgico se realiza de forma protocolaria, el verdadero éxito depende del esfuerzo colectivo.

Balance de logros

Durante los tres días de misión en Riohacha, el equipo veterinario atendió 210 consultas médicas gratuitas y ejecutó esterilizaciones que alcanzaron la meta de 250 animales intervenidos.

"También debemos resaltar el esfuerzo que hacen todas las personas para desplazarse hasta el lugar de atención y traer a sus perros en busca de un diagnóstico o algo que les ayude a mejorar la vida que tienen con ellos".

El sentimiento de satisfacción se reflejó en las palabras de la veterinaria al cierre de la misión: "Hoy, después de ver este resultado, de saber que hay animales que no van a seguir sufriendo maltrato y abandono en la calle, es increíble. Esto vale la pena".

Su legado

El fundador de Proyecto Tahuala, Álvaro José Miranda, subraya la importancia de las cirugías como una herramienta de control poblacional, pero pone el énfasis en que la diferencia real está en la educación.

"Más importante que cualquier esterilización que hagamos, es educar. Dejando una semillita en los niños y en los habitantes, podemos evitar en el futuro más casos de abandono y maltrato. Esa es la mayor ayuda".

Esta misión no solo dejó 250 animales esterilizados, desparasitados y vacunados contra la rabia, sino que también consolidó un modelo de trabajo comunitario en el que la medicina veterinaria, la educación y la colaboración humana se convierten en una estrategia de bienestar integral.