La almohadilla de un perro tumbado.

La almohadilla de un perro tumbado. Istock

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La receta casera para cuidar las almohadillas de tu mascota: "Este remedio es bendito para sus patas. Se curan muy rápido"

Aquí exploraremos algunos cuidados naturales y remedios caseros sencillos que pueden contribuir a mantener sanas las almohadillas de tu perro.

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Las almohadillas de los perros son una de las partes más delicadas y, a la vez, esenciales de su cuerpo. Gracias a ellas, nuestros compañeros peludos pueden correr, saltar y explorar el mundo que los rodea.

Sin embargo, el contacto constante con suelos ásperos, aceras calientes en verano, pedregosos o incluso pisos fríos en invierno puede provocar sequedad, grietas, quemaduras y pequeñas heridas que, aunque a primera vista puedan parecer leves, generan dolor e incomodidad en los perros.

"Muchas veces descuidamos las almohadillas de nuestras mascotas, ya que no son tan llamativas como otras partes del cuerpo", afirma Linda Clavijo, experta de animales. "Pero la verdad es que las heridas en estas zonas pueden generar infecciones y problemas mayores".

Tal y como señalan especialistas en cuidado animal, los perros suelen disimular el dolor, por lo que las molestias en sus patas no siempre son fáciles de detectar.

Sin embargo, signos como cojera, lamidos frecuentes o evitar caminar sobre ciertas superficies pueden ser señales claras de que algo no anda bien. Por ello, resulta fundamental integrar el cuidado de las almohadillas en la rutina de higiene y salud de nuestras mascotas.

Aunque siempre es recomendable acudir a un veterinario en casos graves, existen varios cuidados y remedios caseros que pueden ayudar a aliviar molestias leves, favorecer la cicatrización y mantener las almohadillas en buen estado.

Agua de romero

El romero es una planta muy utilizada en la medicina natural gracias a sus múltiples propiedades. Actúa como antiinflamatorio, tiene un efecto antiséptico que ayuda a prevenir infecciones, y además favorece la cicatrización de pequeñas heridas o grietas.

Por eso, preparar un baño de romero puede ser un aliado perfecto para aliviar las molestias de tu perro y mantener sus patitas en buen estado. "Cuida sus patitas y ayuda a que su vida sea más placentera".

Ingredientes necesarios:

  • Unas cuantas ramas frescas de romero (puedes usar también romero seco si no tienes fresco).

  • Agua suficiente para cubrir una cacerola mediana.

  • Un bowl grande o recipiente cómodo donde tu perro pueda sumergir sus patitas.

Procedimiento

El procedimiento es muy fácil. Lava bien las ramas bajo agua fría para retirar cualquier residuo de tierra o polvo. Coloca abundante agua en una cacerola e incorpora las ramas dentro de ella.

Ponla a calentar hasta que llegue a ebullición y deja que hierva durante 5 a 10 minutos. De esta manera, el agua irá tomando el color, el aroma y las propiedades de la planta. Una vez transcurrido el tiempo, apaga el fuego y deja la mezcla reposar durante unos minutos.

Así el agua terminará de absorber las propiedades del romero. Coloca nuevos ramos de romero en un recipiente limpio y vierte el agua hervida sobre ellos. Comprueba que la temperatura del agua sea agradable al tacto (similar a la de un baño templado). Nunca uses el agua demasiado caliente, ya que podría dañar aún más las almohadillas sensibles.

Aplicación

Sumerge una por una las patas de tu perro en el bowl de agua con romero, dejándolas en remojo de 3 a 5 minutos cada una. Esto permitirá que la infusión actúe directamente sobre las almohadillas.

Procura hacerlo en un ambiente tranquilo, para que tu perro se sienta relajado y no se mueva demasiado. Una vez terminado el baño, seca las patitas suavemente con una toalla limpia, evitando frotar en exceso.

Este sencillo procedimiento puede repetirse varias veces por semana. Clavijo recomienda tres o cuatro en casos de irritación leve o cuando las almohadillas se vean resecas.

Además de sus beneficios terapéuticos, también constituye un momento de conexión entre tú y tu mascota, un gesto de cuidado que refuerza la confianza y el bienestar compartido. "Aunque no es tan necesario, funciona también para tus gatos".

Aceite de coco

El aceite de coco virgen, 100% natural y prensado en frío, es otro de los grandes aliados para el cuidado de las almohadillas de los perros. Su textura oleosa actúa como un excelente lubricante e hidratante, ayudando a restaurar la suavidad de las almohadillas resecas o agrietadas.

Además, tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, por lo que no solo ayuda a regenerar la piel, sino que también previene posibles infecciones causadas por hongos o bacterias.

Para aplicarlo, basta con colocar una pequeña cantidad en la palma de tu mano y masajear suavemente cada almohadilla, asegurándote de cubrir bien las zonas más resecas o con pequeñas grietas.

Lo ideal es hacerlo por la noche, antes de dormir, ya que así tu perro tendrá menos oportunidades de lamerse las patas y el aceite podrá penetrar mejor en la piel durante el descanso.

Muchos cuidadores ya lo utilizan con resultados muy positivos. "Este aceite es bendito para sus patitas. Al mío se le caen a veces pedacitos de piel por una condición que tiene, y con un poco de aceite de coco sana muy rápido", comparte una usuaria de Instagram.