Jose Antonio Allande, perito veterinario de la empresa Perivet.

Jose Antonio Allande, perito veterinario de la empresa Perivet. Perivet

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José Antonio Allande, uno de los cuatro peritos veterinarios en España: "Somos garantes de la salud pública"

Lleva 20 años en la profesión, abarcando todo lo relacionado con animales y alimentos para consumo humano y animal.

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"La mayoría de las personas desconocen las competencias de un veterinario", afirma José Antonio Allande, director veterinario en Perivet, la primera plataforma integral de peritaje animal en España que combina especialización, formación y tecnología para ofrecer informes de alta calidad y rigor científico.

"Aportamos ese punto de vista que a veces la legislación no alcanza y la parte empírica no cubre", explica. Sus ámbitos de actuación son muy amplios y abarcan todo lo relacionado con fauna de producción y de compañía o alimentos para consumo humano y animal.

Colaboran con jueces, magistrados, particulares y empresas, ofreciendo asistencias técnicas basadas en su formación y experiencia profesional.

Allande comenta que muchos de los casos que ha gestionado tienen que ver con responsabilidad profesional. Es decir, cuando un cliente considera que la actuación de un veterinario no fue la esperada y presenta una reclamación.

También intervienen en disputas entre empresas sobre la calidad de productos alimentarios transportados o comercializados y en procesos de separación de matrimonios, donde el perito valora cómo debe ser el régimen de custodia legal de una mascota.

Además, participan en casos de fraudes comerciales donde se enmascara la calidad real y se vende un producto de calidad inferior. En este ámbito, el veterinario maneja escenarios con mucho dinero en juego, incluyendo sanciones administrativas que pueden alcanzar hasta 80.000 euros.

El maltrato, las denuncias

"Suele haber muchos conflictos legales relacionados también con el bienestar", afirma el director. El maltrato animal es "amplísimo", e incluye actos voluntarios e involuntarios, como olvidar un perro dentro de un coche expuesto al sol.

Cuando un veterinario sospecha de maltrato en consulta —por heridas extrañas o respuestas evasivas del propietario— tiene la obligación moral y profesional de denunciar al colegio experto, que luego informará a las autoridades.

El perito técnico ayuda a dar rigor y evidencia sobre lo sucedido, pudiendo reforzar o desmontar una denuncia falsa. El abogado lleva el proceso legal, pero necesita la labor técnica del perito para valorar las implicaciones del animal en el caso.

Es el especialista técnico en el mundo veterinario. "Un buen perito debe ser honesto, saber dónde puede o no ayudar", explica. La objetividad, independencia y profesionalidad son fundamentales.

El bien más preciado

"En esta profesión, el perito no debe estar de parte de nadie y su objetivo es decir lo que ha sucedido. Por encima de todo está el bien más preciado: el animal". Allande confiesa que su mayor satisfacción es haber ayudado, conseguir su objetivo y colaborar para el bienestar.

Los casos suelen ser dolorosos, ya sea por el apego o por el dinero en juego en empresas, y la gestión emocional no es fácil. "Los animales no hablan, pero se comunican y manifiestan sentimientos," afirma.

El veterinario, con su experiencia, interpreta gestos, posturas y señales de dolor. Subraya además la importancia de identificar "quién se comporta como dueño o como poseedor".

José Antonio Allande, perito veterinario de Perivet.

José Antonio Allande, perito veterinario de Perivet. Perivet

Reconoce que los animales sufren, sienten y tienen capacidad de recuerdo inmediato. "Por esto es muy importante cuidarlos bien, respetarlos", explica.

Un cambio trascendente

José Antonio Allande lleva 20 años en la profesión, comenzando en 2005 por inquietud profesional. Ha tocado todos los ámbitos de la veterinaria, desde la docencia, la clínica de campo o incluso hasta los pequeños animales y la industria alimentaria.

También actúa como clínico en su consulta veterinaria privada. "La mayor de mis satisfacciones es cuando un cliente me dice: me ayudaste a curar a mi perro".

Asumió la dirección de Perivet por su deseo de ayudar a la gente y de expandir el campo de esta profesión. Sin embargo, Allande señala que el cambio más importante y trascendente todavía tiene que llegar: la creación de la figura del veterinario forense.

En casos como la venta de animales en una tienda sin garantías o sospechas de maltrato físico a un perro, ¿quién iría a denunciarlos? Esta es actuación de la policía acompañada de un veterinario forense.

Esta figura, amparada por la legislación y las autoridades, podría tomar decisiones e investigar asuntos de violencia contra animales, robos de animales o maltrato, sin miedo a repercusiones.

Un avance social

Actualmente, el veterinario forense es una profesión que no existe ni está cubierta. "Mi objetivo es jubilarme viendo nacer este cargo. Sería el mejor avance social en veterinaria", confiesa.

Cuando Allande era pequeño, los perros eran de guarda y no tenían el papel de compañero con el que cuentan hoy: "Ahora son un miembro más de la familia. Cambió la concepción que tenemos de los animales de compañía y, con ella, nuestros sentimientos y responsabilidad".

Actualmente, hay muy pocos peritos veterinarios en España que abarquen todos los ámbitos, dos en específico, y Allande es uno de ellos. La mayoría se dedican solo a animales de compañía o de producción.

Es crucial la formación continua del perito, no solo en conocimientos y experiencia, sino también en cómo comportarse en un juicio, preparar la sala y defender el asunto, lo cual es la "guinda del pastel".

Con toda la ilusión, Allande espera que las nuevas generaciones de veterinarios ven en la pericia veterinaria una "salida profesional estupenda".