Dos perros corriendo por el agua de una playa.

Dos perros corriendo por el agua de una playa. Istock

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Verano, playa y patas felices: todo lo que necesitas saber para cuidar de tu perro en la arena

La playa puede tener efectos negativos para tu perro si no tomas ciertas precauciones. Aquí te dejamos una pequeña guía de cuidados esenciales.

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Cuando pensamos en el verano y empezamos a planear nuestras vacaciones, hay una imagen que inevitablemente se nos viene a la mente: la playa. El sol, el mar, la arena... es todo lo que deseamos.

Esta época del año nos convierte en seres tumbados, calientes, que esperan a que el sol baje para volver a repetir el mismo ritual al día siguiente. Por suerte, en los últimos años se están habilitando cada vez más playas para perros y adaptando el turismo a familias multiespecie.

Quienes comparten su vida con un animal conocen bien la alegría de llevar a su perro a la playa: verlo nadar, correr de un lado a otro, jugar con otros compañeros o simplemente descansar a tu lado, feliz de estar tan cerca de la naturaleza.

Es una alegría pura. Pero a veces olvidamos que ese paraíso playero también esconde algunos peligros que no se ven a simple vista: irritaciones, quemaduras, deshidratación…

"La playa, aunque placentera, puede tener efectos negativos para tu perro si no tomas ciertas precauciones", afirma Yaiza Herrero, educadora canina. Aquí te dejamos una pequeña guía de cuidados esenciales para disfrutar con seguridad.

Enjugar y secar

Aunque no parezca necesario, el enjuague tras el baño en el mar es fundamental para la piel y el pelaje. El agua salada y la arena pueden resecar la piel, provocar picores o incluso dermatitis.

Acláralo siempre con agua dulce después de cada chapuzón. Pero cuidado con la espalda, la agua allí provoca el efecto contrario. 

El secado también es clave. Sécalo bien, sobre todo en los pliegues y debajo del pelaje, para evitar infecciones por humedad.

Protección frente al sol

En la playa, algunas zonas como la nariz, las orejas o el vientre están más expuestas. A esto se puede hacer frente de varias formas. Puedes proteger a tu perro de varias formas:

  • Evita las horas centrales del día: Salid temprano por la mañana o al atardecer, cuando el sol y la temperatura son más suaves.

  • Busca sombra: Asegúrate de que tenga un lugar donde resguardarse del sol.

  • Usa protector solar específico para perros: Nunca utilices cremas solares para humanos, ya que muchos ingredientes son tóxicos para ellos.

Ojos, orejas y nariz

La sal y la arena pueden irritan fácilmente los ojos de tu mascota. Por esto, es importante hacer una limpieza ocular para prevenir molestias.

Puedes usar suero fisiológico o un colirio apto para perros para limpiarlos y refrescarlos. Esto ayudará a quitar la excesiva cantidad de sal y mantenerlos frescos.

Para tener también las orejas a salvo, pasa un paño húmedo tras la playa para eliminar arena y evita la humedad prolongada. También la nariz y almohadillas sufren con el sol, la sal y la arena: aplica un bálsamo hidratante para evitar que se agrieten o sequen.

Cuida sus patas

Como nos pasa a nosotros, los perros también pueden quemarse al caminar sobre la arena caliente. Sus almohadillas son zonas muy sensibles que conviene cuidar con atención.

Un perro bebiendo agua de la mano de una persona en la playa.

Un perro bebiendo agua de la mano de una persona en la playa. Istock

Protégelas con una crema específica o con botines, y revísalas al llegar a casa para asegurarte de que no hay cortes, ampollas o restos de arena incrustada.

Hidratación, siempre

Nada de agua de mar. Beber agua salada puede causar vómitos, diarrea o intoxicación. "Tener agua fresca a mano puede salvar una vida", recuerda Herrera. 

Ofrécesela con frecuencia, cada 15 o 30 minutos, pero con cuidado que no se atraganten. Si acaban de correr o jugar, Herrero siempre se espera unos minutos antes de darle agua.

También puedes optar por snacks hidratantes como trozos de sandía o melón (sin semillas), o preparar alguna barrita casera apta para perros. Ayudan a mantener su temperatura corporal y lo refrescan.

Seguridad general

Los días de más de 25 °C son especialmente peligrosos, sobre todo para razas braquicéfalas como bulldogs, carlinos o bóxers, que por su anatomía tienen más dificultad para respirar.

"Los golpes de calor son una amenaza real", rotunda Herrero. Señales de alarma: jadeo constante, lengua muy roja, letargo, vómitos. Si ves alguno de estos síntomas, busca sombra de inmediato, hidrátalo y consulta a un veterinario si es necesario.

Chaleco salvavidas: Si no sabe nadar o le da miedo el agua, es tu mejor aliado. Cuidado con los cristales, conchas, anzuelos, medusas… muchos objetos peligrosos se pueden encontrar escondido debajo de la arena.

Cuidado también con la arena ingerida: si juega con juguetes cubiertos de arena o escarba y la traga, puede provocarle problemas intestinales. Y recuerda siempre de mantener una supervisión continua. Aunque tu perro esté suelto, no dejes de vigilarlo ni un momento.

"Disfrutar de la playa con tu perro es una de las mejores experiencias del verano. Pero para que lo sea de verdad, hay que ir preparados. Su felicidad también pasa por su bienestar físico", afirma la educadora. "Sol, mar, arena... y una mochila bien equipada: así es como se vive el verano en clave canina".

Equipo imprescindible

  • Agua fresca + cuenco portátil.

  • Sombrilla/tienda para sombra.

  • Toallas varias.

  • Protector solar canino.

  • Crema/paw wax o botas.

  • Chaleco salvavidas.

  • Botiquín básico para perros.

  • Bolsas de heces.

  • Juguetes flotantes, cepillo o spray refrescante