Calle Larios en Málaga.

Calle Larios en Málaga. Patricia Sierra

Turismo

Dos turistas noruegos alucinan con el ambiente de Málaga durante su visita: "Todas las calles están llenas de vida"

"La atmósfera es muy buena y más relajada de lo que creía antes de venir. Creo que ayuda que la policía esté presente".

Más información: Una turista británica no da crédito al descubrir Mercadona: "Los supermercados en España son mucho mejores"

Patricia Sierra
Publicada

La Costa del Sol atrae a visitantes de todas partes del mundo, hasta de lugares bastante lejanos como Noruega. A pesar de formar parte de la comunidad europea, son muchos los kilómetros que separan ambos puntos.

La distancia no ha parecido ser un problema para Runar y Asle, dos turistas procedentes del país nórdico. Málaga no es su primer destino, su ruta comenzó en Portugal. Aunque sí es su primera vez en la provincia andaluza.

A pesar de que todavía les quedan por delante seis días para descubrir Málaga, su primera impresión es bastante buena, la ciudad es "más grande de lo que pensaba y hay muchas tiendas y restaurantes", apunta Runar.

No han estado ni 24 horas y ya tienen su cosa favorita del viaje: las tapas. Esperan probar también otros platos típicos de la gastronomía malagueña como el 'pescaíto' frito y la cerveza española, "eso es lo más importante", añade Asle.

Su visita es mucho más relajada que la de los jóvenes, creen. Ellos van buscando playa y restaurantes, relajarse frente al mar mientras cogen un buen bronceado y disfrutar de un buen espeto en un chiringuito.

Pero todo no va a ser playa, comer y beber. Es una parte fundamental de la escapada, claro, pero planean descubrir Málaga a fondo y todo su esplendor. La parte romana del centro y el museo Picasso son paradas obligatorias en su itinerario.

Luego está calle Larios que se ha ganado su cariño con esos toldos protegiéndolos del sol y siempre llena de gente. Eso sí, "todas las calles están llenas de vida." No solo la avenida, sino muchas calles diferentes," comenta Runar.

De hecho, esperaban encontrar a mucha gente deambulando por la ciudad. Aunque, al final, hay más de lo que pensaban. Sin embargo, "la atmósfera es muy buena y más relajada de lo que creía antes de venir", coinciden ambos.

Es cierto que "hay muchas personas, jóvenes que vienen de fiesta", cuentan. Sin embargo, no han presenciado problema alguno, la noche es más tranquila, aunque "creo que ayuda que la policía esté presente".

Málaga no es solo una parada más en su ruta por el sur de Europa. Es un destino al que planean regresar junto a familiares y amigos para que puedan disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer esta joya andaluza.