Francisco Reyes cuando decidió su plaza en el Ministerio de Sanidad.

Francisco Reyes cuando decidió su plaza en el Ministerio de Sanidad. Cedida

Salud

Francisco Reyes, el segundo MIR 2025, elige Dermatología en Málaga: "Tenía claro que quería ir al Hospital Clínico"

El sevillano, que alcanzó una de las mejores notas en España en esta prueba, llega a la Costa del Sol para hacer su residencia en una especialidad médico quirúrgica.

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Con 18 años no tenía claro qué quería ser de mayor y puestos a probar, tomó la decisión de estudiar Biotecnología. Dos años después tomó la decisión de hacer Medicina y después de seis años, el sevillano Francisco Reyes, sin preverlo, sacó la segunda mejor nota de España y la primera de Andalucía en el examen de acceso de la convocatoria de Médico Interno Residente (MIR) 2025, para finalmente decantarse por cursar su residencia en la especialidad de Dermatología en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

El futuro dermatólogo de 26 años es de Los Corrales y su pasión por la Medicina no viene de familia, sino que, mientras cursaba Biotecnología, se dio cuenta de que una carrera centrada en estar en un laboratorio no era lo suyo, sino que quería algo que le permitiera estar en contacto con las personas. Ahí se dio cuenta de que quería ser médico.

“Me volví a presentar a Selectividad para subir nota y quedarme a estudiar en Sevilla”, explica en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga, donde también define sus años de formación como una época “complicada porque entras en la carrera un poco que no sabes muy bien cómo afrontar el temario”.

Así, curso tras curso, llegó el final de su etapa universitaria, para dar paso a la preparación del examen del MIR. “Empezamos en sexto a principios de curso de forma tranquila. Cada semana vas estudiando poco a poco hasta que llega junio y empiezas el intensivo”, sostiene. Eso sí, no todo se ha basado en desconectar, puesto que al final de cada día buscaba un rato para hacer algo de deporte.

Tras siete meses de estudios, se presentó al examen. Sabía que estaba bien preparado y en la prueba lo hizo lo mejor posible. Lo que no esperaba y tampoco se le pasó por la cabeza es sacar la segunda mejor nota en España y la primera en Andalucía: su nota final fue de 123,18 que emana de un test en el que obtuvo 173 aciertos y 27 fallos.

Recargué el pdf del Ministerio de Sanidad como ocho veces o así y ahí ya dije pues sí, es mi nota”, recuerda entre risas. No se lo creía y a día de hoy hay veces que le cuesta creer que él sacó esa nota, pese a todas las horas de estudio que le dedicó a la carrera y esta prueba.

Los resultados de la prueba le han traído cosas buenas. Por un lado, ha podido ejercer desde febrero la medicina y también le ha permitido escoger su especialidad en el hospital que finalmente fue: Dermatología en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria en Málaga.

A la hora de tomar la decisión de elegir plaza tenía claro que quería quedarse en Andalucía y quería una especialidad que fuera médico quirúrgico. Dudó entre cardiología y dermatología. “Del hospital me habían hablado muy bien y lo tenía en mente”, señala. Además, quería cambiar de aires y, el hecho de tener familia cerca, hizo que se decantara por la Costa del Sol. Y así tomó su decisión: quería hacer su residencia en el Clínico. De ahí no lo bajaba nadie.

En cuanto a la especialidad dudaba entre cardiología y dermatología. “Quería algo que fuera médico quirúrgico y pensándolo bien durante estos meses me he dado cuenta de que la consulta me gusta, pero también me gusta el hecho de poder tener algo que te ofrezca hacer cirugía”, añade.

Dudé al principio. Primero pensé una quirúrgica pura como cirugía plástica, pero lo veía muy kamikaze. La cardiología la veía muy clínica también y me gusta mucho. En el caso de dermatología, durante la carrera casi nadie se plantea hacerla, pero cuando la conoces te das cuenta que tiene algo y a mí me gusta”, apunta.

Por ello, tras hablar con diferentes compañeros que ya estaban haciendo su residencia se decantó por dermatología porque tiene “mucho contacto con el paciente, mucha consulta, y al mismo tiempo da la posibilidad de trabajar de la forma que tú decidas porque es muy cambiante en el día a día”.

Al pensar en lo que le deparará en estos cuatro años quiere “aprender todo lo que pueda y que durante todo el camino me apasione todo lo que haga para compensar todo el esfuerzo”.

Como consejo a los futuros médicos opositores, Francisco les insta a estudiar y a probar cómo se trabaja en la sanidad pública española. “Estudiar van a estudiar todo lo posible, pero que no se desmotiven porque tantos años de estudios hacen muchas veces decir ¿por qué estoy aquí tantos años?, pero luego trabajas y todo tiene sentido. Por eso creo que antes de tomar cualquier decisión, hay que probarlo de primera mano”, concluye.