Imagen de una profesora en el aula.

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Marta, profesora de 30 años: "Tengo un trabajo fijo y gano más de 1.800 euros al mes, pero no puedo comprarme un piso"

"Si miro los precios de las viviendas, se me quitan las ganas. Por menos de 180.000 o 200.000 euros no hay nada decente", asegura.

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Las claves

Marta, profesora de primaria con empleo fijo en Málaga y un sueldo superior a 1.800 euros al mes, no puede permitirse comprar una vivienda pese a su estabilidad laboral.

Los altos precios de la vivienda y el coste de vida dificultan que Marta ahorre el 20% necesario para acceder a una hipoteca, a pesar de compartir alquiler y controlar sus gastos.

En Andalucía, el precio del metro cuadrado ha subido más de un 20% desde 2019, mientras que los salarios solo lo han hecho un 10%, haciendo cada vez más inaccesible la compra de vivienda para jóvenes con trabajo estable.

Marta lamenta que, aunque ha seguido el consejo tradicional de formarse y conseguir un trabajo fijo, hoy en día lograr una vivienda digna parece un lujo comparado con generaciones anteriores.

Marta tiene 30 años, es profesora de primaria en un colegio público de Málaga y consiguió su plaza fija hace dos años, tras superar las oposiciones. "Fue un sueño cumplido", cuenta. Sin embargo, esa sensación de seguridad no lo es del todo: ni siquiera con un empleo estable y un sueldo superior a los 1.800 euros mensuales puede permitirse comprar una vivienda.

"Pago 600 euros de alquiler por un piso, que comparto con una amiga. Entre la gasolina, la comida y los gastos básicos, me quedo sin margen para ahorrar", explica. "Intento guardar algo cada mes, pero siempre surge algún imprevisto: el coche, un regalo, una factura más alta de la luz… Al final, vuelvo a quedarme igual", detalla.

"Y si miro los precios de los pisos, se me quitan las ganas. Por menos de 180.000 o 200.000 euros no hay nada decente. Y para que el banco te conceda una hipoteca tienes que tener ahorrado al menos el 20% de entrada, más los gastos. Eso son más de 40.000 euros. ¿Cómo voy a ahorrar esa cantidad con mi sueldo y los precios actuales?", lamenta.

El caso de Marta no es una excepción. Los precios de la vivienda, tanto en propiedad como en alquiler, han crecido muy por encima de los salarios durante la última década.

En Andalucía, el precio medio del metro cuadrado ha subido más de un 20% desde 2019, mientras que los salarios apenas lo han hecho un 10%. "Hace quince años, con un trabajo fijo como el mío, podías comprarte un piso modesto; hoy es imposible sin ayuda familiar", critica la profesora.

Para Marta, la paradoja es evidente: "Siempre nos dijeron que lo importante era tener un trabajo estable y formarse. Yo he hecho todo eso, y aun así no puedo tener lo que mis padres lograron con menos estudios. Es como si el esfuerzo ya no bastara".

Por ahora, Marta seguirá de alquiler. "Me gustaría tener mi casa, crear un hogar, pero lo veo cada vez más lejos. Me da miedo que los precios sigan subiendo y que ni siquiera pueda permitirme seguir alquilando en unos años".

Pese a todo, intenta mantener el optimismo: "Tengo la suerte de tener trabajo y me encanta lo que hago. Pero también quiero poder construir una vida digna, y eso hoy parece un lujo".