El investigador malagueño Manuel Corpas en una ponencia.

El investigador malagueño Manuel Corpas en una ponencia.

Vivir A título personal

Manuel Corpas: "Estoy seguro de que vamos a vivir más de 100 años, pero hay que ver cómo se regula para que exista equidad"

El prestigioso investigador en Genómica malagueño afincado en Reino Unido asegura que le "quita el sueño la concentración tan grande de poder de la inteligencia artificial en tan pocas manos. Van a determinar la historia de cómo va a desarrollarse la raza humana".

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El malagueño Manuel Corpas (1977) amasaba pan con su padre a las 3 de la mañana siendo adolescente en el negocio familiar en Fuengirola. Continuar la senda de una exitosa empresa podría haber sido su elección, pero se lanzó a estudiar Ciencias Biomédicas en Navarra.

Y ahí inició una extraordinaria carrera científica que le ha llevado a ser doctor en Bioinformática, profesor en la Universidad de Westminster en Londres, académico del Instituto Alan Turing o creador de la empresa Cambridge Precision Medicine. Le han dado todas las oportunidades fuera de España, pero confía en que nuestro país pueda crecer tirando además de Latinoamérica.

Atiende a EL ESPAÑOL de Málaga vía telefónica para nuestra sección A título personal y nos explica en qué momento está la medicina genética de precisión, aquella que se marca como objetivo predecir enfermedades futuras basándose en la genética. Pero, como indica Corpas, "nuestro conocimiento está en la edad de piedra".

¿Cómo fue su infancia en Málaga?

Nací en Málaga y estuve hasta los 11 años en Churriana. Eran los años 80. Cuando empezó el boom turístico mi padre decidió crecer. Le dejó a su hermano la panadería que teníamos en Churriana y toda mi familia se mudó a Fuengirola. Mi padre abrió La Tahona, un concepto bastante novedoso en aquel momento porque aunaba panadería, salón de té, cafetería, charcutería y pastelería. Mi padre lo vio en Sevilla y quiso replicarlo en Fuengirola.

Se hipotecó al completo, el banco le dio 10 millones de pesetas y fue un riesgo enorme. Pero fue un bombazo. Acabamos teniendo más de 30 empleados.

Se abrió el 13 de mayo de 1988, yo tenía 11 años. Era un negocio familiar que empezó con mucho trabajo, muy esclavo porque abríamos todos los días, solo cerrábamos cuatro días al año y no teníamos vacaciones. Yo iba al colegio y trabajaba en La Tahona haciendo pan, roscos de reyes, pasteles… Con 12 o 13 años mi padre me levantaba a las tres de la mañana para trabajar. Era duro pero sentía orgullo por lo que hacía. Esa dedicación y ética profesional para mí ha sido la base sobre la que luego he construido toda mi carrera científica.

¿Cómo acabó estudiando Ciencias Biomédicas en Navarra?

Estudié en el Colegio Ecos de Marbella y al terminar me fui a la Universidad de Navarra a estudiar Ciencias Biomédicas. Pasar de vivir en Andalucía a vivir en Pamplona me abrió bastante los ojos. Era otra España, otra forma de pensar. Fue también los años de ETA y vi algunas veces coches en llamas, gente tirándole piedras a la policía…

Y de ahí se va a Inglaterra, un cambio aún mayor.

Es una tragedia, pero tenía muy claro que haciendo Ciencias Biomédicas en España iba a tener pocas opciones porque no tenía ningún contacto. Tenía muy claro que no quería volver al negocio familiar porque quería desarrollarme profesionalmente. Tenía compañeros de curso que estaban trabajando de cajeros en supermercados.

Era la explosión de internet, la convergencia del proyecto Genoma Humano y se necesitaba hablar inglés. Decidí hacer un máster en Bioinformática en la Universidad de Manchester, que para mí fue un antes y un después. Era una materia de la que apenas se llevaba hablando cuatro años. La Universidad de Manchester fue uno de los primeros centros educativos en implementar dicho programa en el mundo. De la noche a la mañana me convertí en una persona que tenía un gran futuro por delante. Pensé que el máster no era suficiente e hice un doctorado. Me dieron una beca en el Departamento de Informática de la Universidad de Manchester y conseguí hacer un doctorado en bioinformática. Es una pena porque a mí me han dado más oportunidades fuera que dentro de España.

Manuel Corpas.

Manuel Corpas.

¿Qué le motivó a entrar de lleno en el mundo de la genética y la medicina personalizada?

Me motivan varias cosas. La primera es que la salud es un campo realmente tangible en el que uno puede realizar contribuciones importantes a la sociedad. La segunda es que todo lo que tiene que ver con la informática, los datos y las herramientas digitales es donde realmente uno tiene más poder en términos de mejorar y cambiar la sociedad.

A mí lo que siempre me ha gustado es la intersección entre la informática y los datos relacionados con la medicina. Primero empecé con lo que se llama proteónica, es decir, haciendo modelados de moléculas biológicas, en este caso proteínas. En 2008, cuando terminé mi doctorado, me fui a Cambridge, al Instituto Sanger, que es probablemente líder a nivel mundial y eso ya me permitió contribuir al proyecto más grande que ha habido a la hora de la implementación de la genética o genómica a nivel clínico.

Como postdoctorado lo que hice fue desarrollar una herramienta informática que realmente ha tocado a miles de pacientes con enfermedades raras. Es una herramienta que todavía sigue existiendo en la que los pediatras y médicos de enfermedades raras lo utilizan como recurso para ayudarle a diagnosticar pacientes. Fue un momento muy decisivo y definitorio de mi carrera científica, porque estar en Cambridge y haber contribuido al análisis de miles de pacientes me posicionaba a nivel internacional en la cúspide de mi campo.

¿Ahí es cuando crea su empresa, Cambridge Precision Medicine?

Probé suerte porque estaba siendo utilizado para pacientes con cáncer. Pero esto no era solo una herramienta para personas con enfermedades sino también para personas sanas que quisieran utilizar esta herramienta para optimizar, prevenir y determinar sus susceptibilidades a enfermedades antes de que los síntomas aparezcan. Hablé con un business angel y canalizamos las investigaciones que había hecho en los diez años anteriores a través de esta empresa.

Estuve trabajando full time en esa empresa unos cinco años. Fue aceptada como parte del acelerador o incubador de empresas de la Universidad de Cambridge. Eso me dio prestigio y, al mismo tiempo, acceso a las instalaciones de la Universidad de Cambridge para desarrollar el producto, que realmente es un análisis preventivo o incluso de longevidad para pacientes que quieran tener un análisis de susceptibilidades a enfermedades como la diabetes, el cáncer o el alzheimer.

¿Lo están comercializando ya?

Lo hemos desarrollado y lo estamos comercializando ahora. Lo que pasa es que en todo ese proceso la ciencia ha avanzado. Ahora estoy investigando cómo aplicamos todos estos recursos, todas estas investigaciones, no a poblaciones europeas sino a poblaciones del resto del mundo. La población de ancestría europea, con eso incluyo la gente del norte de América, son el 17% de la población mundial.

"La gran mayoría de datos que tenemos a día de hoy, en relación a susceptibilidades genéticas, uso de medicinas o algoritmos que analicen los riesgos no funcionan bien para personas que no sean de ancestría europea"

La gran mayoría de datos que tenemos a día de hoy, en relación a susceptibilidades genéticas, uso de medicinas o algoritmos que analicen los riesgos no funcionan bien para personas que no sean de ancestría europea. Mi gran misión ahora es trasladar estos grandes desarrollos, que funcionan muy bien con personas de ancestría europea, para el resto del mundo, sobre todo con Latinoamérica.

¿Se está más predispuesto genéticamente a tener una enfermedad u otra en función de la raza o el lugar donde se nace?

Sí. Estoy estudiando, por ejemplo, a poblaciones indígenas del lago Titicaca. Esas personas tienen una historia de 4.000 años de estar expuestas a niveles de radiación ultravioleta ultra altos, a lo que se añaden condiciones de hipoxia, es decir, baja cantidad de oxígeno.

Cuando fui al lago Titicaca hace un año y pico, en dos días estaba absolutamente quemado. Pero ellos no se echan crema ni nada y no tienen cáncer de piel. Yo voy allí y en medio año estoy con cáncer de piel si no me pusiera protección.

El ambiente hace que las generaciones se vayan adaptando y esas adaptaciones luego tienen consecuencias no solamente a la hora del tipo de enfermedades que desarrollas, sino cómo reaccionan, por ejemplo,a los tratamientos.

Y eso es algo nuevo que hasta ahora no se había tenido mucho en cuenta porque simplemente no teníamos la cantidad de datos ni el acceso a los análisis que ahora tenemos, ni el desarrollo de la tecnología que ahora tenemos.

Mi gran misión, por tanto, es hacer que todos los avances científicos de medicina sean igualmente aplicables, independientemente de dónde vengas, de qué nivel socioeconómico seas, etcétera.

Estoy más inclinado a investigar en Latinoamérica porque soy español y porque está más rezagada en el diagnóstico genómico y de medicina de precisión. En África ha habido bastante avance porque son antiguas colonias británicas o francesas y han invertido en generación de proyectos de investigación e institutos.

La pregunta que todo el mundo le hará. ¿Vamos a vivir más de 100 años con el estudio genético individual y la predicción de posibles enfermedades?

La respuesta corta es sí, pero obviamente tienes que tener acceso a esta tecnología porque no es lo mismo una persona que está viviendo en Iquitos (Perú) que en Madrid. Y al mismo tiempo, no solamente el acceso a estas tecnologías, sino que los datos con los que estos avances hayan sido desarrollados tienen que ser representativos de las poblaciones a las cuales se aplican.

Por otro lado, la genética, la genómica y todo lo que estamos haciendo no es una bola de cristal. Es simplemente una suma de información relevante que no teníamos antes. Te pueden hacer una resonancia magnética de tu ADN. Es una técnica muy importante, pero no es la panacea. Tiene muchas limitaciones por varias razones.

"Si hubiéramos ya entendido el código genético, seríamos exactamente capaces de predecir cada enfermedad en cada momento al haber nacido. Y eso no es así porque para poder testear, comprobar y saber todas las posibles implicaciones de tu carga genética no ha habido el desarrollo tecnológico suficiente"

Una es que nuestro conocimiento está en la edad de piedra. Sabemos pequeñas cositas, dónde están los genes, etcétera, pero nuestro desconocimiento es descomunal comparado con lo que conocemos. Y la razón es porque si hubiéramos ya entendido el código genético, seríamos exactamente capaces de predecir cada enfermedad en cada momento al haber nacido. Y eso no es así porque para poder testear, comprobar y saber todas las posibles implicaciones de tu carga genética no ha habido el desarrollo tecnológico suficiente.

¿Y cuándo se podría alcanzar ese momento? ¿Dentro de 20, 30, 50 años? ¿Empuja la inteligencia artificial?

Se ha desarrollado mucho la inteligencia artificial, por ejemplo, en finanzas, porque hay datos. Pero en el sector médico estamos hablando de datos de pacientes que, por un lado, son caros de producir, y por otro, son ultrasensibles porque tienen implicaciones legales y de seguridad de las personas. Los datos médicos están muy regulados y es mucho más difícil tener bancos de datos. Empiezan a existir, pero son muy pequeños aún.

Una persona que esté leyendo esta entrevista y diga: “Tengo 45 años, estoy sano y quiero saber qué probabilidad hay de que sufra cáncer o alzheimer”. ¿Hoy en día se puede saber o es ciencia ficción?

No es ciencia ficción. Funciona bien en los casos extremos, es decir, detectamos bien a los que están en los extremos de la campana de Gauss pero eso son el 1, 3 o 5% de la población. La mayoría tiene un riesgo promedio y es difícil saberlo. El riesgo genético se puede evaluar, pero es un componente más. Luego está la parte medioambiental, cómo has vivido, si has fumado, tu estilo de vida, etcétera. Y luego hay situaciones que son aleatorias.

En líneas generales te van a decir que hagas más ejercicio, que no fumes, que tomes menos alcohol… Pero para eso no hace falta hacerse un test genético que cuesta 2.000 euros. Pero si tu tía tuvo cáncer de ovario y una abuela con cáncer de mama, ahí sí que te conviene hacer el estudio genético porque vemos que en la historia familiar esta enfermedad se ha ido fraguando.

Por tanto, tiene uso específico en los casos extremos. En los casos promedios, ahora mismo no tenemos la suficiente capacidad para poder justificar la inversión.

Comentaba que sí cree en cualquier caso que viviremos más de 100 años. ¿Se podrá conseguir si hay grandes bases de datos médicos y el avance tecnológico?

Al ritmo que evoluciona la inteligencia artificial no sé cómo vamos a ser dentro de 15 ó 20 años. Igual hasta somos ciborgs. Se me viene a la cabeza lo que está haciendo Elon Musk con Neuralink.

Estoy seguro de que va a haber unos avances inimaginables y estoy seguro de que vamos a vivir más de 100 años, pero ¿quién lo va a vivir? Porque esto cuesta mucho dinero. ¿Y quién va a controlar esto? Sé que va a suceder, pero hay que ver la parte ética, cómo se va a regular. Me preocupa, por ejemplo, mucho la concentración tan grande de poder de la inteligencia artificial en muy pocas manos. Y estas pocas manos son las que determinan la historia de cómo va a desarrollarse la raza humana.

Sé que esto que digo puede haber gente a la que le chirríe, pero lo vivo día a día y me quita el sueño. No hay día que no piense en eso. Por eso hago tanto énfasis en la equidad, en que todo el mundo pueda tener acceso independientemente de quién seas.

¿Son los sistemas sanitarios, públicos o privados, y las aseguradoras las más interesadas en prevenir enfermedades para ahorrar dinero?

No necesariamente, porque se puede producir el sobre diagnóstico. Tener más datos no necesariamente significa un mejor cuidado médico. Si hay, por ejemplo, 10.000 enfermedades documentadas y testeas, todas las enfermedades tienen un poso genético y todas las enfermedades, de alguna forma u otra, están influenciadas tanto por el medioambiente como por tu propia genética, porque la genética es lo que determina la función de tu organismo. Todas las susceptibilidades van a estar codificadas en cierto modo por la genética.

Manuel Corpas.

Manuel Corpas.

Si te pones a buscar, para cada una de las 10.000 enfermedades, la susceptibilidad genética, vas a encontrar seguro. Eso puede colapsar totalmente la medicina. Yo me hice, por ejemplo, un test genético y me salió que tenía un 30% de riesgo de padecer cáncer de próstata. ¿Qué hago con eso? No por tener más datos, no por tener más información, vas a dar una mejor calidad de vida o tratamiento a los pacientes.

Todo esto es todavía tierra de nadie. No hay indicaciones claras ni de gobiernos ni de aseguradoras. Lo que hay son protecciones legales. En la Unión Europea está prohibido utilizar esta información por parte de las aseguradoras de salud. Y en Estados Unidos igual. Aunque en Estados Unidos hay otras lagunas.

Usted se ha tenido que ir de España para investigar. ¿En qué momento está la investigación biomédica en España?

Yo diría que España está a un nivel bastante alto, a un nivel europeo. Lo que pasa es que España no sabe apreciar las oportunidades que tiene. Llevo viviendo fuera de España 26 años. He vivido en varios países y he visitado 50 países.

Yo lo veo desde fuera. Pero lo primero que hay que hacer en España es quitarse ya este complejo de inferioridad que tenemos. Basta ya de sentirnos menos. España es un país serio, a pesar de todos los escándalos que hay, de los incendios, de lo que quieras.

España tiene un potencial que está muy lejos de la optimización y de la eficiencia. Hay que centrarse en las cosas fuertes que tenemos. España es el origen de una civilización hispánica de 600 millones de personas. España no tiene un buen prestigio en Europa, pero tiene un buen prestigio en Latinoamérica. Y hay 600 millones de personas hispanohablantes.

"Si te pones a buscar, para cada una de las 10.000 enfermedades, la susceptibilidad genética, vas a encontrar seguro. Eso puede colapsar totalmente la medicina. No por tener más datos, no por tener más información, vas a dar una mejor calidad de vida o tratamiento a los pacientes"

Ese es nuestro futuro. Es ser la puerta de entrada a Europa entre Latinoamérica e incluso África. La gente de Latinoamérica nos mira como ejemplo y como modelo.

En mi caso, por ejemplo, organizo el Congreso Español de Medicina Genómica. Lo hemos hecho dos veces en Madrid y el 50% de los asistentes son latinos. Europa está saturada, Norteamérica está saturada, Asia está saturada, pero en Latinoamérica se puede crecer muchísimo. Eso le daría desarrollo científico, empresarial, económico y prosperidad tanto a España como a Latinoamérica.