El pasado 28 de mayo se le preguntó al presidente Trump por el ya famoso TACO trade —acrónimo de “Trump Always Chickens Out” o, en español, “Trump siempre se echa para atrás”.
Se puede pensar muchas cosas sobre el presidente, pero en algo casi todos coincidirán: sus ruedas de prensa son cualquier cosa menos anodinas. De una comparecencia de Trump salen más titulares que de varios meses de declaraciones del presidente Biden.
Pero, ¿qué significa realmente este “TACO trade”? Y más aún, ¿quién le ha puesto nombre?
Los traders que conocí tanto en Nueva York como en Londres eran gente ágil, sarcástica y muy eficiente con su tiempo. Tenían una predilección especial por los acrónimos memorables —baste recordar el infame PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), entre otros muchos.
¿Y de qué va este trade? Antes de nada, una breve definición: un trade, en jerga financiera, es una operación especulativa que busca aprovechar un movimiento de mercado. Si creemos que un activo está barato, compramos. Si creemos que está caro, vendemos.
Y entonces, volvamos al “TACO”. En los últimos meses, Trump ha anunciado repetidamente medidas claramente bajistas para los mercados, sobre todo en relación con tarifas al comercio internacional. Esos anuncios han provocado caídas en las bolsas, depreciación del dólar y subidas en los tipos de interés de la deuda soberana (es decir, bajadas en el precio de los bonos).
Sin embargo, tras observar la reacción de los mercados —o por razones más difíciles de descifrar—, Trump ha reculado más de una vez. Ha suavizado sus propuestas o directamente las ha desmentido días después.
¿Cambio de opinión genuino o estrategia premeditada? Nunca queda del todo claro. Lo que sí parece claro es que, ya sea por cálculo político o por miedo al impacto de sus palabras, Trump tiende a dar marcha atrás.
Y ahí es donde entra el “TACO trade”: esperar a que Trump lance uno de sus anuncios bajistas, dejar pasar un tiempo prudencial y comprar “barato” a la espera de un rebote cuando (inevitablemente) se eche atrás.
¿Funciona siempre? No del todo. Hay un activo importante donde el TACO trade no ha funcionado: el dólar estadounidense, que ha caído casi un 15% desde máximos frente a divisas como el euro. Eso sí podría reflejar un cambio más estructural: quizá los mercados están empezando a incorporar la imprevisibilidad de Trump —o su estilo errático de negociación— en el precio de la divisa.
¿Deberíamos intentarlo? ¿Significa esto que deberíamos lanzarnos a hacer el TACO trade? No lo recomendaría. Quizá una de estas veces Trump no se eche atrás. Quizá decida llevar sus amenazas hasta las últimas consecuencias. Y entonces, el rebote no llegaría. El riesgo es alto, y la base del trade, frágil.
Como siempre en inversión: prudencia, diversificación, visión de largo plazo y control del riesgo. Porque los mercados pueden ser volátiles, pero los impulsos presidenciales, aún más.