Trump hacía honor a su reputación y firmaba una avalancha de acciones ejecutivas en materia de migración y frontera, reforma del gobierno, organización mundial de la salud o anulación de políticas de Biden, entre otras.

También China hacía de las suyas, nada inesperado, ganaba reputación. En esta ocasión ha sacudido el mundo digital con la irrupción de la IA DeepSeek, deslumbrando a los inversores, pero sobretodo hundiendo las acciones de las grandes empresas tecnológicas estadounidense.

A un nivel más interno, el Gobierno español, siendo fiel a su reputación, ha cambiado de opinión, y ha terminado aprobando con carácter urgente un nuevo real decreto que incluye 29 medidas de escudo social, renunciando finalmente al ómnibus inicial de 80 medidas, que por cierto nunca iba a cambiar.

Al igual que para los gobernantes y sus países la reputación es vital, la reputación corporativa lo es todo para cualquier empresa. Es un activo intangible valioso, un valor estratégico indiscutible: los clientes están dispuestos a pagar un mayor precio por los productos, la empresa es capaz de atraer el mejor talento, o incluso el acceso a la financiación es más probable.

En el caso de la empresa familiar, caracterizada por su orientación a largo plazo y la identificación de la familia con el negocio, la familia generalmente se esfuerza en crear una imagen única, y en mejorar continuamente su reputación. Está acreditado por la literatura científica que la reputación en la empresa familiar incrementa la lealtad de los clientes, asegura el apoyo de la comunidad, abre la puerta a nuevas oportunidades de negocios y en consecuencia, contribuye favorablemente al rendimiento y el éxito de la empresa.

Pero, ¿qué factores influyen en la reputación de la empresa familiar? El tamaño, la edad y la rentabilidad son fuentes de reputación para cualquier empresa, también para la familiar. Para Codorniú, fundada en 1551 y después de 18 generaciones, su antigüedad y legado son sin duda una fuente relevante de reputación.

También parece que mientras los fundadores tienen como objetivo el crecimiento y la rentabilidad, las generaciones posteriores están más preocupadas por la reputación de la empresa en la comunidad y entre los clientes. De hecho, las empresas familiares generan lazos sociales fuertes en sus comunidades y forjan relaciones muy cercanas con sus clientes, empleados y socios comerciales, lo que sin duda mejora su reputación.

Bodegas Málaga Virgen, con más de 135 años de historia, es una bodega familiar que ha cultivado una relación de confianza con sus consumidores, y trabaja estrechamente con viticultores locales, lo que fomenta la estabilidad, el sentido de pertenencia y por ende, su reputación.

La identificación de la familia con la empresa es asimismo una importante fuente de reputación. Cuando el nombre de la familia es parte del nombre de la empresa, la familia busca mantener su nombre impoluto. Pensemos en el grupo Navarro Hermanos, fundada en 1960, cuy nombre refleja directamente el vínculo familiar, lo que ha sido clave para construir su identidad y reputación.

La orientación a largo plazo de la empresa familiar ayuda a que ésta a menudo opte por la creación de una imagen y reputación favorables, más que por una visión de obtención de resultados cortoplacista. Las historias y tradiciones de las empresas familiares, así como su comportamiento socialmente responsable a lo largo de generaciones, contribuye sin duda a dar autenticidad a su imagen de marca.

Y, ¿qué acciones mejoran su reputación? Las relaciones con los grupos de interés son esenciales para desarrollar una reputación. La creación de buenas condiciones de trabajo o las relaciones estrechas con clientes y proveedores mejoran la reputación de la empresa. Casa Mira, fundada en 1842, ha construido su reputación a lo largo de generaciones gracias a su trato cercano y personalizado con los clientes, y evidentemente, a la calidad de sus helados y turrones.

La integración de tradiciones y valores ayudan también a construir una identidad de marca familiar fuerte. Asimismo, las acciones socialmente responsables también ayudan con este objetivo. Implantar iniciativas socialmente responsables para los trabajadores, minimizar los incidentes negativos con los clientes o tener un papel proactivo en la protección del medioambiente, ayuda a potenciar la reputación de la empresa familiar. Grupo Peñarroya, fundado en 1966, elimina plásticos de un solo uso, compensa la huella de carbono y promueve la economía circular en su actividad.

Por tanto, la cuestión relevante es qué tipo de reputación precede a mi empresa familiar: ¿La de una empresa que se resiste al cambio, estancada y con procesos empresariales obsoletos, o la de una empresa con una imagen fiable y digna de confianza? En el primer caso, mejórala; en el segundo, protégela. Empresa + Familia = Bienestar social.