La rabiosa actualidad
está rara, la verdad.
El contraste es evidente:
mientras nuestro presidente

dice que se va a poner
junto a las autonomías
en un par de días o tres,
pues tampoco hay tanta prisa,

a arreglar lo de Omicrón,
en Torre Torremolinos
en virtud de una moción
de censura, viva el vino,

quitaron a José Díaz
para poner a Del Cid;
venganzas servidas frías
en los tiempos del Covid,

que lo mismo que El Almendro
por Navidad vuelve a casa,
adelanta en los colegios
las vacaciones ansiadas
y a los centros de salud
los tornillos les aprieta
con la nueva papeleta
del pasaporte que tú

al móvil o a la cartera
olvidaste descargar
y ahora para ir a un bar
si no lo enseñas, no entras.

El comercio y el bebercio
se alinean con fruición
junto a la vacunación.
La alianza no tiene precio.

Y en este primer adviento
y esta Navidad extraña
de este digital invento
que se apellida “de Málaga”

y se llama “El Español”
al Niño Jesús pedimos,
porque manda el corazón,
que nos alfombre el camino

llamado dos mil veintidós
de alegrías renovadas,
de proyectos, de ilusión,
de portadas con tostadas,

de opinión e información,
de lo importante a lo chico.
Y para el niño de Dios
cantemos un villancico:

Ande, ande, ande, la marimorena.
Ande, ande, ande, que es la Nochebuena.

Sebastián le dice a Alba
que hay que cerrar la edición.
Isabel no entiende nada
porque Fran ya la cerró.

Es extraordinario, tomen buena nota,
sacar el periódico de Pedro Jota.

Demo y Dani a cuatro manos
dicen tener exclusiva.
Bea y Juan vienen con otra,
no venirse tan p´arriba.

De Málaga al mundo, igual que Ana Mena,
deseamos a ustedes feliz Nochebuena.

¡Que viva el Niño Jesús!