Una imagen de Martina y su perra Ellie, ambas desaparecidas.

Una imagen de Martina y su perra Ellie, ambas desaparecidas.

Marbella

Angustia por la desaparición de Martina Glase, de 61 años, en Marbella: "Dijo que iba a unos recados y ni rastro de ella"

La alemana no tenía familia cercana y era muy responsable con sus obligaciones. El día en el que faltó, de hecho, acudió por la mañana a una de las viviendas donde trabajaba como cuidadora de personas dependientes.

Más información: Preocupación en Marbella con la "extraña" desaparición de Martina, de 61 años, y su perrita Ellie

Publicada

Natalie Fantuzzi no comparte apellido con Martina Glase, desaparecida desde el pasado viernes, pero algo le dice que tiene que luchar hasta encontrarla. Glase ha pasado los tres últimos años cuidando a sus padres y, de hecho, el día de la desaparición acudió a su puesto de trabajo por la mañana. Casi una semana después no hay rastro de ella, pero tampoco de su coche, un Daihatsu Materia azul, ni de su perrita Ellie. 

Ha peinado playas y parques donde Martina solía pasear a su perro sin éxito. No sabe a quién más llamar para pedir ayuda. No entiende qué ha podido pasar con la cuidadora de sus padres. Martina tiene 61 años y según Fantuzzi, jamás les ha dado un problema, hasta el punto de no llegar tarde ningún día al trabajo. "Es alemana, muy alemana, de personalidad alemana. Yo también y eso fue algo que tuvimos en cuenta, porque sabíamos que ella iba a estar dispuesta a venir ante cualquier imprevisto", declara la mujer.

Al parecer, Martina también trabajaba como cuidadora en otras casas, pero se escapa del conocimiento de Natalie dónde se encuentran y cuántas son. "Con nosotros jamás tuvo problemas, pero no sé con otras personas. Ella comparte piso con un chico, Patrick, y a él tampoco le consta ningún incidente", concreta.

Patrick reconoce que Martina siempre le ha tratado como un hijo y cree que si se hubiera ido por su propio pie le hubiera avisado. El viernes 14 de marzo, su última jornada laboral en casa de los padres de Natalie, transcurrió con normalidad. "Se marchó sobre las diez y media, once, de Elviria a Calahonda y no notamos nada extraño", relata Natalie, hija de una de las familias a las que asistía. Posteriormente, regresó a su vivienda, donde desayunó con su compañero de piso. Él salió de la casa y a la una y media la llamó y fue en esa conversación en la que le manifestó que iba a hacer "unos recados".

Desde entonces, nada se sabe de ella. El hecho de que no haya señales de su coche, un Daihatsu Materia azul, ha generado múltiples hipótesis. Natalie se pone en todos los escenarios posibles, aunque le extraña, pero están trabajando para conocer si ha podido salir del país. "Estamos viendo si pudo haber cruzado la frontera a Portugal, Francia o Marruecos", señala Natalie, aunque tampoco se descarta un accidente de tráfico, pese a que no llovió el día de su desaparición. "Se ha ofrecido un grupo alemán de perros rastreadores para ayudarnos, pero necesitamos encontrar el coche, algo de ella, pero no sabemos nada", añade.

Familiares de sus pacientes y amigos llevan buscándola durante días, mientras las autoridades tratan de esclarecer su paradero. "No dijo a qué iba. No sabemos si esos recados son en Málaga capital, en Marbella o Estepona. Es fundamental que la gente nos ayude, si alguien la ha visto en alguna parte", insiste Natalie, que también ha pedido a vecinos de la zona si tienen cámaras que apunten a la calle revisen las imágenes por si salen Martina o su coche.

Uno de los aspectos más dolorosos es que Martina no tenía familia cercana, ya que su madre y su hermana fallecieron. De ahí que Natalie no cese su lucha en encontrarla. "Si hubiera decidido marcharse voluntariamente, al menos habría avisado a alguien", creen convencidos en su entorno. Según su compañero de piso, incluso dejó la comida cocinada para los perros en la cazuela, lo que refuerza la idea de que no planeaba ausentarse mucho tiempo.

Las autoridades han tomado muestras de ADN a partir de objetos personales, se han llevado su cepillo de dientes y su peine, y siguen investigando este extraño caso. También es clave que refugios de animales estén atentos a si llega algún perro que pudiera ser Ellie, que tiene microchip.