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Paso final de Málaga para agilizar las licencias de obra y usar la inteligencia artificial en Urbanismo
La Comisión de Urbanismo aprobará el próximo lunes de manera definitiva la modificación de la ordenanza.
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Málaga da un nuevo paso en su apuesta por simplificar y acelerar el proceso de concesión de licencias de obras.
Con este objetivo, la Comisión de Urbanismo tiene previsto dar el próximo lunes luz verde de forma definitiva al texto normativo que modificará la Ordenanza Municipal de Tramitación de Licencias Urbanísticas, Declaraciones Responsables y demás medios de intervención en el uso del suelo y la edificación (OMLU).
Una vez superado este trámite, el texto pasará por el Pleno municipal de este mes de septiembre. La entrada en vigor se producirá una vez sea publicado el documento en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).
Uno de los principales objetivos de la modificación es el de actualizar y definir de la manera más clara y precisa posible qué actuaciones urbanísticas están sujetas a licencia, cuáles pueden realizarse con la presentación de una declaración responsable o comunicación y confirmar cuáles son los actos no sujetos a ninguno de estos controles municipales.
Todo ello, en función de la clase de suelo (urbano sometido a actuación de transformación urbanística, urbano no sometido a actuación de transformación urbanística o rústico) y del régimen jurídico de la edificación afectada por las obras o actuación. Es decir, si es una edificación legal o irregular, si está protegida, fuera de ordenación u ordenanza, etc.
El texto modificado prevé la enumeración de los documentos, informes y autorizaciones necesarias que deben acompañar a la solicitud de la licencia urbanística o al formulario normalizado de declaración responsable o comunicación, en función del tipo de actuación que se pretenda realizar.
Otro de los ajustes sustanciales es que se facilita el procedimiento desde la concesión hasta la expedición; de esta forma se sustituye el documento expeditivo de la licencia por una comunicación.
Así, en los casos de licencias cuya eficacia quedó condicionada a determinados aspectos y si el cumplimiento de ellos depende exclusivamente del interesado, podrá iniciar la obra o actuación urbanística sin esperar a la emisión de un nuevo documento administrativo que confirme la eficacia del acto (expedición).
Para ello, el interesado debe presentar una comunicación acompañada de la documentación que acredite, bajo su responsabilidad, que se han cumplido todas las condiciones de la licencia, sin perjuicio de la comprobación posterior que realice la Gerencia de Urbanismo.
Por otro lado, se amplían los actos sujetos a comunicación previa para ciertos trámites incluyendo las transmisión y cambios de titularidad, prórrogas, desistimiento, etc., facilitando a la ciudadanía dichos trámites.
También se han actualizado y ampliado los actos no sujetos ni a licencia, ni a declaración responsable o comunicación y se han incorporado en este supuesto los acondicionamientos de espacios libres (ajardinamiento, pavimentación, solares de patios, aceras perimetrales a la edificación —siempre que no afecten jardines protegidos—), y las obras de mantenimiento y conservación de pistas deportivas o piscinas.
Tampoco estarán sujetos a ningún trámite previo la limpieza, pintura y acabados de fachada (salvo en los edificios con protección) o la instalación de acristalamientos verticales sin perfilería –siempre que no impliquen aumento de ocupación o volumen–.
También facilita la regularización de edificaciones antiguas que quedan asimiladas en su régimen a licencia urbanística (SALU) siempre que estén terminadas y con sus actuales características y destino con anterioridad a agosto de 1986 (si se sitúan en suelo urbano) o del año 1975, si son en suelo rústico, sin que ello suponga la legalización de obras posteriores realizadas sin título habilitante.
Por último, potencia el uso del avance tecnológico para facilitar la expedición de licencias por un lado, a través de modelos digitales basados en metodología BIM (modelos 3D con datos asociados), y por otro, abre la posibilidad de poder hacer uso de la Inteligencia Artificial en la concesión de licencias urbanísticas y para la comprobación de las declaraciones responsables, lo cual permitiría utilizar sistemas inteligentes capaces de analizar grandes volúmenes de datos, interpretar normativas y realizar evaluaciones con rapidez y precisión.