Sergio, en el control.
Sergio conciencia a conductores en controles durante la Feria de Málaga con su historia: "Ahora estoy en silla de ruedas"
El malagueño quedó parapléjico cuando tuvo un accidente al coger bajo los efectos del alcohol su moto y ahora trata de ayudar a los demás con su testimonio.
Más información: La historia de Sergio: quedó parapléjico por conducir bebido y ahora salva vidas con su testimonio
El malagueño Sergio Hijano nunca olvidará la fecha del 18 de diciembre de 2009. Tampoco lo hará jamás su familia. Aquel día, Hijano quedó con un grupo de amigos en un local de Torre del Mar para tomar unas copas y brindar por lo bueno que vendrá. Lo que no se imaginaba es que el destino, o más bien una pésima decisión, estuvieron a punto de matarle horas más tarde en un gravísimo accidente de tráfico que tuvo al coger su motocicleta de gran cilindrada tras haber ingerido alcohol.
Ahora trata de usar su historia para mentalizar sobre la peligrosidad de coger un vehículo bebido. No solo por la propia integridad física, sino por la de los demás con los que te cruzas en la carretera. Sergio estuvo presente el pasado 16 de agosto en un control de la Policía Local de Málaga, precisamente, durante la Feria de Málaga, para contar a los conductores su historia de vida: eso sí, sentado en una silla de ruedas que le recuerda cada día el error que cometió.
Sobre las diez y media de la noche de aquel fatídico 18 de diciembre, y en plena recta, a la altura del número 91 de la avenida Juan Carlos I, la motocicleta que conducía patinó, lo que provocó que Sergio saliera volando y acabara estampándose contra una farola.
Un guardia civil de tráfico, amigo de la infancia, fue el que le mantuvo con vida hasta la llegada de una ambulancia del 061 que lo trasladó al Hospital de la Axarquía, donde pasó tres días muy duros. Le ha costado mucho perdonarse que por haber cogido aquel día la moto bebido, su familia se pasara las Navidades en la puerta de la unidad de cuidados intensivos de un hospital sin saber si acabaría muriendo, como parecía que podía ocurrir. "Pero como me dijeron en el hospital, llevo la silla en el culo no en la cabeza. De nada sirve martirizarme más por ello", recordaba Sergio hace unos años en EL ESPAÑOL de Málaga.
Sergio tenía en el momento del accidente 32 años, estaba casado y tenía dos hijas pequeñas, una de dos años y otra de seis. Trabajaba como quiosquero y era muy deportista. Tenía una vida absolutamente normal, lo que demuestra que nadie está exento de poder pasar por una experiencia similar, que es lo que él trata de defender en cada control de los que colabora.
Su evolución
Después de 30 días en la UCI, vinieron dos meses y medio en el Hospital Regional y nueve meses en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde le enseñaron a reconstruir la vida de un nuevo Sergio desde cero.

En aquella cama, Sergio vivió días y noches de lágrimas tratando de afrontar el miedo a lo que venía y, sobre todo, tratando de paliar aquel sentimiento de culpabilidad que no se le iba de la cabeza. Tener el apoyo de su familia ha sido fundamental para poder pasar página en este duro proceso que, aunque suene raro, le ha hecho más feliz que antes.
@sergiohijanolopez ¿ 𝘾ó𝙢𝙤 𝙚𝙨 𝙪𝙣 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙡 𝙙𝙚 𝙖𝙡𝙘𝙤𝙝𝙤𝙡 𝙮 𝙙𝙧𝙤𝙜𝙖𝙨 𝙥𝙤𝙧 𝙙𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 ? 𝙀𝙣 𝙚𝙡 𝙫í𝙙𝙚𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚𝙨 𝙫𝙚𝙧𝙡𝙤. Este año he vivido la feria de Málaga de manera diferente, ha sido colaborando con la Policía Local del @Ayuntamiento de Málaga en controles de alcohol y drogas. Muchos positivos, tanto penales como administrativos y muchos con tasa 0,0 lo que anima a seguir trabajando en la prevención. Desde AESLEME apostamos POR UNA MOVILIDAD SIN VICTIMAS. Comparte y ayudas a salvar vidas !!!@Eurodiscap @Sunrise Medical @RGK Wheelchairs #controldealcoholemia #drogasvencion #seguridadvial #controles #controldealcohol #feriademalaga #policialocaldemalaga #ayuntamientodemalaga #aesleme #rgk #rgkoctanesub4 #octanesub4 #sunrisemedical #eurodiscap #ortopediaeurodiscap ♬ sonido original - Sergio Hijano Lopez
Ahora está en silla de ruedas, pero ha aprendido a valorar todos los pequeños detalles de la vida. Desde un atardecer a un abrazo y un beso de sus hijas. No se preocupa por las tonterías de la vida como que se le rompa el móvil y trata de no pelearse por tonterías.
Ayudar con su voz
Lejos de rendirse ante su nueva situación vital, Sergio ha aprendido a tomar las riendas de su vida y utilizar su testimonio para ayudar a los demás. Ahora es delegado de Aesleme en Málaga, es decir, la Asociación por la prevención de accidentes de tráfico y ONG de atención a víctimas de accidentes, que lleva luchando por una movilidad sin víctimas a nivel nacional desde 1990.
Con su tremenda historia personal, Sergio visita centros como autoescuelas, prisiones y colegios y realiza acciones con muchísimos cuerpos de Seguridad. La última, en la Feria de Málaga. Ha participado en una campaña de concienciación sobre las consecuencias de la conducción bajo los efectos del alcohol hace unos días, en colaboración con la Dirección General de Tráfico y AESLEME junto a la Policía Local de Málaga.
"Llevo ya tres años en controles con la Policía Local y cuatro dando charlas en la Jefatura. Otros años también he hecho controles con la Guardia Civil. Este año pasado me dieron un reconocimiento por ello", relata Sergio Hijano a EL ESPAÑOL de Málaga.
Una imagen de la placa.
En el vídeo se ve cómo Sergio habla con un hombre y una joven que han dado positivo en el test de alcoholemia. El malagueño trata de explicarles que se ve reflejado en ellos, pero que tienen la suerte de haber tenido un mejor final. "Mi caso fue el mismo que el tuyo, yo también cogí una motocicleta bajo los efectos del alcohol", le dice a uno de los conductores con seriedad.
Pese a todo, ambos motoristas reconocen su error y se muestran agradecidos con Sergio por su lección. Así, durante la noche, dieran o no positivo, Sergio se acercaba a darles información y a mentalizar a todos los que pasaban por allí sobre su lema: al volante, cero alcohol.
Aquel accidente le provocó a Sergio una discapacidad del 87%, pero la empatía le corre por las venas. Hace unos años, Sergio manifestaba que muchas veces, “cuando se cometen infracciones, fáciles de cometer por todos, se piensa en uno mismo y no en las personas que sufren ese posible siniestro a tu alrededor”.
“Nadie piensa en el bombero que saca de un coche a un bebé fallecido, por muy entrenado que esté, ni tampoco un sanitario ni un policía. Ellos son parte del siniestro al igual que la familia. Una madre no está preparada para que le digan que su hijo estará en silla de ruedas de por vida, ni una hija para que le digan que su padre tuvo aquel accidente por beber alcohol. Nadie piensa en ellos y son parte del accidente, de tu accidente”, zanjó.