Infografía del proceso de transformación del edificio de calle Cabriel, 27, en Málaga.
Málaga sigue sin despejar el camino a la transformación de Cabriel, 27, símbolo del abandono en Palma-Palmilla
El Ayuntamiento de Málaga sigue condicionando el proyecto de rehabilitación del inmueble a la disposición de fondos europeos.
Más información: Málaga adjudica la demolición parcial del edificio Cabriel, 27, símbolo del abandono en Palma-Palmilla
La promesa de Málaga de convertir Cabriel, 27, símbolo de la dejadez vecinal y el abandono de las administraciones públicas, en un faro de cambio y transformación del distrito Palma-Palmilla sigue lejos de hacerse realidad.
Por más que en los últimos años el Ayuntamiento de la ciudad ha dado pasos en este complejo y ambicioso camino, lo cierto es que sigue sin disponer de los fondos necesarios para intervenir sobre el inmueble.
La construcción fue durante décadas referente del lado más oscuro de un distrito marcado a fuego por una imagen vinculada a la delincuencia y el desempleo.
División de los usos por plantas del futuro Cabriel, 27.
Un hecho que otorga mayor valor simbólico a la decisión del Consistorio, en colaboración con otras entidades, como la Universidad de Málaga y la Escuela de Arquitectura, de hacer de este edificio un gran equipamiento multidisciplinar.
En el objetivo de acelerar el desarrollo de la operación, la Gerencia de Urbanismo completó tiempo atrás la expropiación de todos los pisos del bloque, que es ya 100% propiedad municipal.
A la par, desde la Casona del Parque se han resuelto varios contratos de vigilancia del inmueble, con el objetivo de evitar la okupación del mismo y su uso como punto de venta de drogas.
El último movimiento en este sentido tuvo lugar la semana pasada con la contratación de los trabajos de demolición parcial del edificio. Con ello se pretende vaciar casi por completo el interior.
Pero estos hitos son insuficientes para clarificar la hoja de ruta final. El propio concejal de Vivienda, Francisco Pomares, admite ahora, como viene haciéndolo en los últimos años, que el futuro del proyecto está ligado a la disponibilidad de fondos europeos.
Otra perspectiva del edificio.
Una vía que el Ayuntamiento está explorando desde hace varios años. De momento, sin éxito. "Desde Fondos Europeos están buscándonos financiación; decían que es un proyecto que tiene mucho encaje", destaca el concejal.
El coste de la intervención, que en un principio se estimó en unos 4 millones, puede acercarse ahora a los 5 millones. Pomares confirma que aunque la propuesta original recogía determinados usos, el plan queda abierto a ajustes con el fin de poder ser merecedor de la financiación comunitaria.
A la espera de que se encuentre el dinero necesario, la apuesta municipal queda en una especie de limbo.
Detalles de la operación
El proyecto inicial era extraordinariamente significativo. La idea era convertir Cabriel, 27, desalojado oficialmente en 2018 por las malas condiciones, en un edificio "híbrido", donde dar cabida a usos sociales, culturales e incluso residenciales.
De acuerdo con la memoria, la pretensión es recomponer la trama urbana y ayudar a construir un espacio-plaza para la comunidad, impulsar un nuevo edificio en el que se sustituya "el modelo fallido de propiedad privada para incorporar un modelo de prestación de servicios habitacionales gestionados por el Ayuntamiento".
Y todo ello buscando que sirva de "catalizador social y de emprendimiento". En este sentido, desde la planta nueve a la trece, se contemplan unas 40 viviendas de pequeño tamaño en régimen de alquiler para jóvenes.
A este uso residencial se añadirían cooperativas de cuidado de menores, un taller de español para inmigrantes, otro para personas dependientes, un centro cívico, otro de grabaciones musicales, otro de formación de empleo y una escuela de padres y madres, entre otros.
