Imagen de la iglesia de San Pedro, en Málaga.

Imagen de la iglesia de San Pedro, en Málaga.

Málaga ciudad

Los secretos ocultos de la iglesia de San Pedro, uno de los tesoros protegidos de Málaga

Resalta la existencia de una pila bautismal que fue tallada en piedra caliza entre 1600 y 1699, con pie cilíndrico sobre base octogonal y pila avenerada.

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Sin alcanzar la dimensión de otras ciudades históricas, que pueden presumir de un extraordinario patrimonio arquitectónico, Málaga esconde algunos tesoros protegidos que son dignos de destacar.

Fiel ejemplo de ello es la iglesia de San Pedro, construida en el año 1629 en el antiguo barrio del Perchel. Un inmueble catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) que pese al largo proceso de edificación y las múltiples transformaciones sufridas a lo largo del tiempo, conserva buena parte de sus elementos originales.

El templo actual presenta una construcción sencilla, de una sola nave, con armadura de par y nudillo reforzada con tirantes de lazo que descansan sobre pares de canes empotrados en los muros laterales.

El muro piñón de la cabecera está revestido de madera, mientras que en los pies aparece desnudo, con tres óculos abiertos al exterior.

En sus muros perimetrales se adosan grandes arcos de medio punto, doblados y en su mayoría ciegos, soportados por pilastras de orden dórico. Sobre ellos, se abren vanos abocinados cubiertos con vidrieras.

La capilla mayor, con testero plano, presenta un arco de medio punto ciego similar al de los muros laterales. En el lado izquierdo del presbiterio se encuentra la pila bautismal, tallada en piedra caliza entre 1600 y 1699, con pie cilíndrico sobre base octogonal y pila avenerada.

A los pies de la nave se sitúa el coro, realizado en madera y elevado sobre cuatro jácenas. La primera apoya sobre dos canes y soporta un antepecho de balaustres. En el muro lateral izquierdo de la nave se abren tres capillas.

Tres capillas

La primera, dedicada al Cristo de la Expiración, es de planta cuadrangular y está cubierta con falsa bóveda de ocho paños, óculos en sus lados exteriores y linterna superior. Se accede a ella mediante un vano de medio punto cerrado con reja de fundición y forja, decorada con motivos de candilieri y roleos.

Le sigue la capilla de la Virgen de los Dolores, de planta rectangular y techo plano decorado con pinturas doradas. Ambas capillas fueron realizadas en 1943 por el arquitecto Enrique Atencia Molina y están decoradas con pinturas al temple en composiciones trapezoidales que representan escenas de la Pasión de Cristo, realizadas en 1951 por Wenceslao Chamorro.

La tercera capilla, denominada del Sagrario, se abre a la nave mediante un vano de medio punto cuya clave está coronada por una cartela oval con hojarasca, e intradós decorado con carnosos acantos en guirnalda.

Una reja de fundición y forja la cierra, con balaustres dorados y negros, crestería decorada con roleos, candilieri, florones e iconografía eucarística y alusiva a San Pedro.

Esta capilla presenta planta hexagonal cubierta con bóveda semiesférica sobre tambor. Su alzado cuenta con pilastras corintias cajeadas entre arcos carpaneles y un entablamento decorado con ménsulas de hojarascas.

En el tambor se abren ventanas rectangulares entre pilastras y una abundante decoración de yeserías. La bóveda, reforzada con pilastras, incluye espacios trapezoidales con pinturas al fresco que representan la vida de la Virgen: los Desposorios, la Anunciación, la Visitación, la Adoración de los pastores, la Adoración de los reyes y la Presentación de Jesús en el templo.

En el costado derecho de la nave se encuentran la sacristía, con acceso al presbiterio, además de salas de reuniones, despacho y la torre. El exterior del templo fue modificado durante la reforma de los años cuarenta, con elementos añadidos que alteraron su estructura primitiva.

La fachada principal conserva la portada original, realizada en piedra rojiza y estructurada a modo de retablo. El primer cuerpo cuenta con un vano de medio punto con ménsula en la clave y puntas de diamante en las enjutas, flanqueado por pilastras toscanas y rematado con un entablamento con pináculos de bola.

El segundo cuerpo presenta una hornacina avenerada flanqueada por pilastras, con roleos laterales y un frontón partido que alberga el escudo episcopal. Encima se abren tres óculos. La puerta de entrada, de doble hoja con postigo y remaches de hierro, fue realizada entre 1750 y 1799 y mide 4,65 x 3,47 x 0,15 m.

En el lado izquierdo de la fachada se abre una gran portada de corte neoclásico que da acceso a la capilla de la Cofradía del Cristo de la Expiración. Está compuesta por un vano de medio punto con puerta de madera de dos hojas, remaches de hierro, pilastras laterales y frontón triangular.

A la derecha, un mosaico representa las dos imágenes de la hermandad, protegido por un tejaroz. Más allá se encuentra el cuerpo de la torre, con vanos rectangulares superpuestos y coronado por dos arcos de medio punto en cada cara.