Varios niños esperan para comprar en un quiosco de Málaga capital.

Varios niños esperan para comprar en un quiosco de Málaga capital. Demófilo Peláez

Málaga ciudad

La revolución llega a los quioscos de Málaga, que ya quieren ser cafeterías, panaderías y copisterías

El Ayuntamiento de Málaga confirma que ya han sido avaladas iniciativas que destinan estos negocios tradicionales a la venta de flores o reparto de compras 'online'.

2 enero, 2023 05:00

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La anunciada reinvención de los quioscos de Málaga empieza a ser una realidad. Antes incluso de que la nueva ordenanza redactada por el Ayuntamiento de la capital esté formalmente en vigor, son ya varios los propietarios de estas tradicionales instalaciones que han pegado a las puertas del Consistorio para transformar sus negocios, históricamente ligados a la venta de prensa escrita o chucherías, en cafeterías, puestos de venta de pan e, incluso, copisterías.

La crisis de la prensa escrita en las últimas décadas ha golpeado de manera evidente al sector, que busca de manera insistente una tabla a la que agarrarse para mantenerse a flote. Y ese esfuerzo por sobrevivir, cuenta con el aval municipal. 

Tanto es así que a mediados de año puso en marcha la tramitación de una nueva ordenanza en la que recoger y regular las nuevas actividades pretendidas y demandadas por el colectivo. "Todas las inquietudes del sector se han contemplado", valora la concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles, quien confía en que la norma pueda estar definitivamente aprobada dentro del primer trimestre de 2023.

Los datos manejados por el área de Comercio elevan a 437 las licencias de quioscos que hay en vigor actualmente en Málaga. En los últimos años, hay 95 permisos que han expirado.

¿Implica eso que los autorizados están abiertos de manera permanente? La realidad es que no. "Entendemos que hay muchos mantienen la actividad a la espera de ver los efectos de la modificación de la ordenanza", argumenta Pérez de Siles. De hecho, el propio área admitía meses atrás que alrededor del 30% "no tiene actividad alguna o se abre de forma esporádica".

Desde que se abrió el proceso de diálogo con el sector de quiosqueros, según la edil, ha sido validada una decena de iniciativas que han optado por ampliar el objeto de actividad. ¿Y qué implica ello? Básicamente que donde antes se podía comprar periódicos o la revista de la semana, ahora podemos encontrar un puesto de flores, cajeros automáticos para sacar dinero y módulos para el reparto de paquetería y productos de venta online.

Esto es lo que ya es posible ver en ciertos distritos de la capital. Pero la previsión es que el modelo siga evolucionando. Pérez de Siles confirmó a EL ESPAÑOL de Málaga que algunos empresarios ya han planteado al área la posibilidad de disponer espacios de venta de productos para llevar, como cafés; para vender pan (de manera similar a como lo hacen las gasolineras), y para funcionar como copisterías.

Hasta la fecha el único negocio que no ha sido avalado por Comercio es el de la colocación de puntos de recarga de patinetes eléctricos. Y ello por entender que entraría en conflicto con la actual norma de Movilidad de la ciudad, que prohíbe el tránsito de estos dispositivos por las aceras.

Caída de las ventas

La propuesta de modificación de la ordenanza incide, justamente, en la necesidad de dar una vuelta de tuerca al actual modelo. "La situación de los últimos años de este sector demuestra una notable pérdida de su posicionamiento tradicional como referentes en las calles y barrios de la ciudad", se destaca en el texto que fue sometido a consulta ciudadana.

En este escenario, a ojos de los responsables municipales, las nuevas propuestas deben ayudar a "amortiguar en la medida de lo posible tales caídas en las ventas, ampliando la gama de productos y servicios que se pueden ofrecer de una manera más amplia, atractiva y acomodada a la realidad actual".

Junto a la apertura de miras respecto al uso de los quioscos, la nueva ordenanza introduce variaciones significativas. Una de ellas es que extenderá hasta 25 años el periodo de concesión de la instalación, pudiendo ser prorrogado por otros 15 años.

Al tiempo, el documento incluye un apartado de infracciones. Están las leves, aplicables a, por ejemplo, la falta de limpieza o decoro del quiosco; o colocar sombrillas, hamacas o sillas en los alrededores del quiosco, entre otros. 

Están las graves, correspondientes a la reiteración en la comisión de dos infracciones leves en el plazo de un año; la instalación de elementos auxiliares o adicionales sin autorización municipal; la venta de productos no autorizados; realizar conexiones aéreas; no disponer del seguro obligatorio.

Y las muy graves, como la reiteración de dos infracciones graves en el plazo de un año; explotar el quiosco una vez vencido el plazo de la concesión; traspasar, arrendar o ceder el quiosco sin autorización; no ocupar el lugar asignado; exhibir bebidas alcohólicas.

Las sanciones por estas faltas serán de hasta 750 euros por las leves; de entre 750,01 y 1.500 euros, las graves, y de entre 1.500,01 y 3.000 euros las muy graves. También se contempla la posible retirada de la concesión.